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Trabajadores de EiTB se concentran para denunciar la situación del periodista Pablo González

Trabajadores de EiTB se han concentrado este jueves ante la sede del medio en Bilbo y posteriormente van a hacerlo en Miramon para denunciar la situación del periodista Pablo González, encarcelado desde hace 19 meses en una prisión de Polonia.

Concentración de trabajadores de EiTB celebrada en Bilbo en apoyo al periodista Pablo González. (Monika DEL VALLE/FOKU)

Con el objetivo de visibilizar y denunciar la situación que vive el periodista Pablo González, encarcelado desde hace 19 meses en una prisión de Polonia, trabajadores de EiTB se han concentrado ante la sede del medio en Bilbo y posteriormente van a hacerlo en Miramon, Donostia.

En la concentración de la capital vizcaina, los trabajadores se han reunido detrás de una pancarta en la que se podía leer el lema ‘Justizia Giza eskubideak. Prentsa askatasuna. EITBko langileen batzordeak’, junto a un dibujo en el que aparecía representado el periodista encarcelado.

Durante la concentración se ha recordado que se cumplen 19 meses desde que González fue detenido cuando cubría informativamente la invasión de Ucrania por parte de Rusia y que, desde entonces, se encuentra «en una cárcel de Polonia incomunicado y sin haberse celebrado todavía el juicio. Es más, se desconocen los detalles de la denuncia y no existe fecha de juicio prevista».

Los trabajadores de EiTB han puesto de relieve que esta situación se esté dando en la Unión Europea, lo que «cuestiona totalmente los derechos humanos y la libertad de prensa de los países miembros».

Además, se han comprometido a «hacer un seguimiento de esta injusticia y a denunciarla públicamente» y han pedido que se respeten los derechos de Pablo González y que «se acabe de inmediato con esta nave vulneración de la libertad de prensa».

Pablo González fue detenido por agentes de la Agencia de Seguridad Interior de Polonia en la localidad de Przemyśl, en la frontera polaca con Ucrania, cuando se encontraba cubriendo como periodista la crisis humanitaria derivada de la invasión rusa de Ucrania, realizando su labor profesional. Desde entonces, bajo la ambigua acusación no formal de «espionaje», permanece preso e incomunicado.