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El negacionismo de Milei marca el primer debate preelectoral en Argentina

La primera vuelta electoral en Argentina se celebra el día 22 tras las elecciones primarias de agosto que auparon al ultra Javier Milei. Y vuelve a ser protagonista en el inicio de esta campaña, con su negacionismo de las cifras de la represión de la dictadura de los 70.

Este debate a cinco ha puesto en marcha la campaña hacia la primera vuelta del 22. (Tomás Cuesta | AFP)

El debate acerca de las cifras de víctimas de la última dictadura militar argentina (1976-1983) y las de las organizaciones armadas de izquierdas que operaron en el país durante los 70 centraron este domingo el bloque de derechos humanos del primer debate preelectoral.

La candidata de la coalición Juntos por el Cambio (centroderecha), la ministra de Seguridad durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), Patricia Bullrich, pidió al resto de los candidatos que dejen de «acusarla falsamente» de tener las manos manchadas de sangre por su pertenencia a los montoneros.

«Cuando no impera la ley llegan las tragedias. Aprendí que la única forma es en paz y convivencia. Elegí el camino del Estado de Derecho», aseguró Bullrich, que no negó haber pertenecido a los órganos juveniles del grupo y se comparó con el expresidente sudafricano Nelson Mandela y el uruguayo José Mujica.

Además, la centroderechista pidió que se reconozcan a las víctimas de la dictadura, pero también a los que causaron «las organizaciones terroristas».

Por su parte, el candidato ultraderechista, Javier Milei, negó durante el debate la cifra de 30.000 desaparecidos durante la dictadura.

«Nosotros valoramos la visión de memoria, verdad y justicia. Empecemos por la verdad. No hubo 20.000 desaparecidos, fueron 8.753», aseguró el autodefinido como radical liberal, en línea con su compañera de fórmula, la abogada Victoria Villarruel, cercana al ámbito militar.

Milei, que protagonizó varios cruces con el resto de los candidatos, tildó de «aberrantes» las acusaciones vertidas sobre los integrantes de su formación, que han sido calificados de «fachos, fascistas y nazis».

No obstante, el candidato de La Libertad Avanza restó importancia al bloque del debate destinado a los derechos humanos y la convivencia democrática, y animó al resto de los aspirantes a «seguir discutiendo de Historia» mientras él gestiona el país.

Las posiciones de Milei y Bullrich fueron duramente contestadas por la candidata del Frente de Izquierda y Trabajadores, la también abogada Myriam Bregman, que consideró las afirmaciones «negacionistas».

Bregman se refirió también a la palabra «libertad», usada habitualmente por Milei para movilizar a sus votantes, y dijo que el economista «justifica los secuestros y los campos de concentración de la dictadura».

La candidata, que fue abogada del superviviente a la dictadura Jorge Julio López, desaparecido en 2006 tras declarar judicialmente contra el expolicía Miguel Etchecolatz, también tuvo tiempo para referirse a las tensiones vividas en los últimos meses en la provincia noroccidental de Jujuy; al polémico caso de la muerte del activista Santiago Maldonado durante el gobierno de Macri, cuando Bullrich era ministra de Seguridad; o las elevadas tasas de feminicidios en el país sudamericano.

Massa: «Gobierno de unidad nacional»

Por su parte, el candidato oficialista y actual ministro de Economía, Sergio Massa, aprovechó la coyuntura para reivindicar las cuatro décadas de la democracia argentina, que se conmemoran este 2023, y se mostró dispuesto a «conversar con todos los sectores» después de las elecciones.

«El 10 de diciembre voy a convocar un gobierno de unidad nacional. Nadie puede sorprender porque vengan sindicalistas, empresarios, trabajadores o comerciantes, liberales, radicales o miembros del PRO (el partido liderado por Bullrich). Porque en definitiva, el desafío que tenemos es construir una política de estado», dijo Massa.

En el mismo sentido se pronunció el otro candidato vinculado al peronismo, el gobernador en funciones de la provincia de Córdoba, Juan Schiarettii, que pidió que los derechos humanos sean «patrimonio de todos los argentinos y no sea utilizado por un solo partido o por un solo gobierno».