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La UE lleva a Kiev una imagen de unidad ante el temor a fisuras en el apoyo a Ucrania

Las fisuras entre los socios de la UE en el apoyo a Ucrania y las dudas sobre la continuidad de la asistencia de EEUU han llevado a los ministros de Exteriores a celebrar una inédita reunión en Kiev para asegurar que los Veintisiete están unidos y rechazar el «cansancio» que detecta Moscú.

El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, y el responsable diplomático de la UE, Josep Borrell. (AFP)

Ante los temores de una disminución del apoyo occidental a Ucrania, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea han querido ofrecer una imagen de unidad y de «ayuda sostenida» a la guerra en una reunión inédita fuera de las fronteras de la Unión, en Kiev, con más contenido simbólico que medidas concretas.

El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kouleba, ha estimado que «la mayor esperanza de (Vladimir) Putin es precisamente que Occidente y el mundo se cansen de ponerse del lado de Ucrania en esta guerra». «Rusia le está dedicando muchos recursos», a esta posibilidad, ha asegurado.

Pero las propias dinámicas internas de la UE están erosionando este apoyo incondicional del que depende la ofensiva que está llevando a cabo el Ejército ucraniano. Así, el fin del veto a la exportación de grano ucraniano ha contado con el rechazo de Polonia, Hungría y Eslovaquia.

Polonia, que ha sido de los más férreos defensores del apoyo a Ucrania, ha afirmado que no entregará más armas a Kiev que las ya comprometidas y en Eslovaquia las elecciones del pasado sábado llevaron al poder a un partido que se ha opuesto a mantener la ayuda militar a Ucrania.

Kiev ha señalado de forma escueta que «respeta la elección del pueblo eslovaco» y ha considerado que es demasiado pronto para predecir las consecuencias.

Además, el ministro húngaro de Asuntos Exteriores, cuyo país sigue siendo el más cercano a Moscú en la UE, así como sus colegas polacos y letones no han asistido a la reunión en Kiev, lo que ha empañado la foto de unidad buscada. Según un alto funcionario del Gobierno ucraniano que ha pedido el anonimato, los diplomáticos polacos y letones están enfermos.

Borrell pide 5.000 millones en armamento

«La reunión manda una señal fuerte a Rusia de que no estamos intimidados por sus misiles o drones. Nuestra intención de defender a Ucrania es firme y continuará», ha señalado el responsable diplomático de la UE, Josep Borrell.

En concreto, el Alto Representante ha puesto sobre la mesa su propuesta para mantener la asistencia militar a Ucrania los próximos años, urgiendo a los Veintisiete a acordar ya un primer paquete de 5.000 millones de euros en 2024 a través del denominado «Mecanismo Europeo para la Paz» y a actuar rápido para ofrecer un apoyo ágil y en más cantidad.

Los planes presentados por Borrell antes del verano pasaban por un paquete integral de 20.000 millones para los próximos cuatro años. La última tanda de 500 millones para financiar la entrega de armamento al Ejército ucraniano lleva meses paralizada por el bloqueo de Hungría.

Con todo, Borrell ha aclarado que la de este lunes no va más allá de una reunión «informal» en la que «no se pretende llegar a conclusiones y decisiones concretas», y la ha descrito como un «brainstorming» o «tormenta de ideas».

Se trata de mostrar a Rusia que «no debe contar» con el cansancio de la UE, ha señalado la ministra francesa Catherine Colonna. «Estaremos aquí por mucho tiempo», ha asegurado.

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha insistido en que la victoria de Ucrania depende directamente de la cooperación entre Kiev y sus aliados occidentales.

«Estoy seguro de que Ucrania y todo el mundo libre son capaces de ganar en esta confrontación» con Rusia, ha señalado, pidiendo en particular a los europeos nuevas sanciones contra Rusia, centrado en sus industrias militar y nuclear, extenderlas a Irán, y medidas para evitar que Moscú burle las que ya están en vigor.

Rusia vaticina hartazgo de los aliados

Unas horas antes de que los ministros europeos intentaran demostrar lo contrario, el Kremlin ha asegurado que el «hartazgo» del apoyo a Ucrania aumentará entre los occidentales-

«El hastío por el apoyo completamente absurdo al régimen de Kiev aumentará en diferentes países», ha asegurado el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.

El futuro de la ayuda estadounidense sigue en el aire, ya que ha quedado fuera de un acuerdo tentativo sobre el presupuesto federal.

Aun así, el Kremlin ha restado importancia a las dudas surgidas en el Congreso de EEUU sobre el futuro de la ayuda a Ucrania y ha considerado «obvio» que es solo «un fenómeno temporal», dando así por sentado que Kiev seguirá recibiendo apoyo desde Washington, pero también cree que aumentará el hartazgo.

«Estados Unidos seguirá participando en este conflicto, de hecho de manera directa» ha afirmado Peskov. El propio presidente estadounidense, Joe Biden, se ha comprometido a mantener la ayuda pese a la oposición de un sector de los republicanos. Un acuerdo de emergencia alcanzado por el Senado este fin de semana para evitar una parálisis de la administración federal dejó fuera del presupuesto la ayuda a Ucrania, que deberá ser objeto de un proyecto de ley independiente.

Peskov, no obstante, sí ha pronosticado que cada vez habrá más fatiga en los socios internacionales del régimen de Kiev, lo que derivaría en una fragmentación de las posiciones de la élite política en distintos países, entre ellos Estados Unidos.

Candidatura de la UE

Más allá de simbolismos, la primera piedra de toque para las aspiraciones europeas de Ucrania vendrá a final de este año, cuando los Estados miembros decidan si el país está preparado para que empiecen las negociaciones de adhesión.

Ucrania lleva años aspirando a unirse a la UE y en junio de 2022 se le concedió el estatus de candidato a la adhesión, pero para dar el siguiente paso, Kiev aún debe avanzar, especialmente en la lucha contra la corrupción.

En la reunión, el líder ucraniano ha indicado que el país pondrá en marcha las siete condiciones fijadas por la Comisión Europea y «estará preparada para iniciar las negociaciones de adhesión, que deberían comenzar este año». «Necesitamos una decisión política adecuada por parte de Europa», ha recalcado.