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Tres oportunidades caseras en menos de un mes para que Osasuna recupere su autoestima local

Granada, Girona y Las Palmas son los tres compromisos caseros que encarará Osasuna en menos de un mes, con la vista puesta en recuperar su autoestima casera y, de paso, afianzarse en una posición más desahogada de la tabla.

La última vez que el Granada visitó El Sadar fue hace casi dos años y el partido terminó en tablas. (Iñigo URIZ | FOKU)

En menos de un mes, Osasuna afrontará hasta tres encuentros caseros –Granada, Girona y Las Palmas– en los que necesitará de sus principales efectivos en las mejores condiciones posibles.

Es la tarea que tiene pendiente la escuadra navarra, dar una alegría a sus aficionados en El Sadar, donde hasta el momento han tenido que padecer hasta cuatro derrotas –Athletic, Brujas, Barcelona y Atlético– y un empate –Sevilla–.

Una dinámica casi calcada a la del curso 2021-22, en la que el conjunto rojillo también tuvo serios problemas para sacar adelante sus partidos como anfitrión, con solo cinco triunfos en propio estadio y la mayoría de ellos en el último tramo del campeonato.

Como entonces, y quitando el último borrón del Bernabéu, Osasuna ha suturado sus heridas locales con buenos resultados lejos de Iruñea, venciendo en Balaídos, Mestalla y Mendizorrotza.

En lo que queda de octubre y hasta casi mediados de noviembre, el bloque dirigido por Jagoba Arrasate tendrá hasta tres buenas oportunidades para enmendar su errática trayectoria casera, teniendo en cuenta que se trata además de rivales de su liga, dejando si se quiere a un lado la extraordinaria dinámica de un Girona que ocupa la segunda plaza de la clasificación.

Y para ayudar a la causa todo apunta a que el preparador de Berriatua podrá disponer de uno de sus futbolistas de confianza y principales artífices de que el equipo firmase el ejercicio pasado una temporada histórica.

Apartados a un lado sus problemas físicos que le han mantenido casi un mes lejos de los terrenos de juego, Moi Gómez ya encadena varias sesiones trabajando con el resto de sus compañeros, desde que lo hiciese a partir del pasado domingo.

Más recursos y variantes

El concurso del alicantino le permite a Arrasate disponer de más recursos y variantes tácticas para la medular, al tiempo que intensifica la competencia por un puesto y hace más complicada la elección del once.

El preparador vizcaino se ha inclinado últimamente por un doble pivote de brega, dejando la libertad creativa en manos de Aimar, algo que variaría con la entrada de Moi Gómez en el equipo inicial.

Así, podría limitar la posición de ancla a un único jugador, adelantando al interior a Moncayola por la derecha y ubicando al ex del Villarreal por la izquierda, manteniendo al de Arazuri como enganche de la delantera, una especie de rombo.

O bien, conformar un cuadrado dando continuidad al mencionado doble pivote, con Aimar y Moi llevando la batuta ofensiva, a la par que dejando espacios en los carriles para las subidas de los laterales.

Lo único cierto es que Arrasate no va a poder contar con Unai García, Mojica y Arnaiz, quienes siguen con sus respectivos planes individuales, aunque sí con David García –ha realizado trabajo de recuperación– y no tanto con Iker Muñoz, quien va a llegar muy justo al duelo frente al Granada.

Debido a dichas lesiones y a la ausencia de estos dos últimos por los compromisos internacionales, el técnico rojillo ha echado mano de toda una pléyade de jugadores del filial, como Stamatakis, Michelis, More, Osambela y Jon García.