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Interview
Manu Pineda
Eurodiputado de IU y activista propalestino

«Hezbolá ha atraído al norte al 25% del Ejército israelí para apartarlo de Gaza»

Pineda, elegido eurodiputado de Unidas Podemos proviniente de Izquierda Unida y el PC, es el presidente de la Delegación para las Relaciones con Palestina del Parlamento Europeo. Desde el año 2011, ha vivido durante años a caballo entre Gaza y Málaga durante años.

Manu Pineda, junto a la nueva sede de IU en Iruñea, en Curia. (Iñigo URIZ | FOKU)

Imposible no estremecerse con las imágenes que llegan desde Gaza casi a cada minuto o cada vez que la Franja logra reconectarse a internet. Pero sin duda la percepción se aviva cuando Gaza ha sido tu casa durante años. Esto es lo que le ocurre al eurodiputado Manu Pineda, a quien GARA entrevistó en Iruñea días después de su regreso desde los campos de refugiados palestinos en Líbano.

La prohibición en distintos países de Europa de manifestaciones en favor de Palestina cuando están llegando a cada rato fotos de niños muertos, ¿son una reacción a la acción de Hamás o el resultado de años de lobbismo proisraelí?

Ya se habían prohibido manifestaciones propalestianas antes en Europa. Es un trabajo de años. En Francia se llegó a detener al líder de la CGT por apología del terrorismo por hablar en favor de Palestina. Lo que se ha prohibido ahora es la propia bandera palestina. Entiendo que Alemania tenga reparos, que tengan un complejo por lo que hicieron a los judíos. Pero los palestinos no tienen por qué pagar pos los crímenes de la Alemania nazi. Sin embargo, lo que no están consiguiendo con sus prohibiciones es frenar la solidaridad. Hemos visto manifesatciones propalestinas en Londres con más de 150.000 personas, hemos visto las protestas en los Campos Elíseos... Los palestinos perciben que la sociedad  europea no se alinea con los gobiernos, y lo agradecen.

Usted conoce bien la Franja.

Sí, reconozco las imágenes que están llegando. Todo está siendo muy bruto, bruto en términos absolutos. He vivido la Franja de Gaza tres años, estuve dentro durante dos agresiones: la del 2012 y la de 2014. La de 2014 era la más grave que habían lanzado hasta este momento. Fueron 51 días entre julio y agosto de 2014, durante Ramadán. Solo en la primera semana, el nivel de destrucción ya superó esos 51 días.

«No importan los chiquillos que están por el suelo, muriéndose en la calle».

Todo se ha vuelto desproporcionado, sin límites, bruto. El presidente del régimen isrealí, Isaac Herzog, ha dicho que los dos millones trescientas mil personas que viven en la Franja –de los que más de la mitad son niños­– son culpables todos, que no hay ningún civil. No importan los chiquillos que están por el suelo, muriéndose en la calle. Estás viendo las imágenes igual que yo. No digo nada que no sepas.

¿Hasta qué punto gozan de impunidad?

Se inventan excusas, como el derecho a defenderse. Pero más allá de ahí, no se esconden. El ministro de Defensa israelí ha trasladado a sus militares que tienen carta blanca, que hagan lo que tengan que hacer, porque nunca serán juzgados ni en una corte civil ni en una militar. No te lo cuento porque me haya enterado bajo la mesa, esto es lo que afirman en público.  
 
Cortan el agua y el combustible, bombardean hospitales. Recuerda un asedio medieval.

¿Qué ocurre cuando no tienes electricidad en un hospital? Usas generadores que van con combustible. ¿Y si no hay gasolina? Hay 130 bebés prematuros que van a morir porque no hay electricidad en la incubadora para que puedan ganar peso. Lo está diciendo la ONU, no un portavoz de la OLP.

Entender el ataque a Gaza como una simple respuesta a la acción de Hamás, ¿no supone comprar la narrativa a Netanyahu? El Tsahal está yendo mucho más allá, como si forzara una deportación masiva.

Israel tiene un proyecto que nace en el siglo XIX. Nos fijamos en la estrella de la bandera, pero las dos franjas azules simbolizan el río Éufrates y el Nilo. Ese es su objetivo: un país que vaya del Eúfrates hasta el Nilo. Israel es un país que no tiene Constitución ni tiene frontera, porque está en permanente expansión. Buscan la tercera Nakba. La primera fue la de 1948, la segunda en 1967. Blinken [secretario de Estado de EEUU] trabaja en ello.

¿A qué se refiere?

Blinken se ha reunido con los gobiernos de Qatar, de Egipto, de Jordania... Le propuso a Egipto que asumiera en torno a un millón de personas. A Jordania, otra cantidad enorme. Quieren dejar la Franja de Gaza libre de palestinos, quedársela y repartir a la población por países de alrededor.

¿Y Cisjordania?

Mientras todos miramos a Gaza, porque lógicamente hay que mirar a Gaza, el recuento de muertos en Cisjordania ya va por encima de los 130. Son niveles de agresión que no se veían desde la Segunda Intifada. Están arrasando con tanques y excavadoras barrios de Jenín y de Nablús. Sus métodos en Cisjordania son muy parecidos a los de Gaza, con avisos a los hospitales para desalojar 24 horas del ataque. Nadie lo ve, pues la brutalidad en Gaza lo eclipsa todo.

«Están arrasando con tanques y excavadoras barrios de Jenín y de Nablús, en Cisjordania».

Esto ahonda en la idea de que no estamos ante una respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre.

Esto no es una represalia, sino la aplicación de un plan que, para los israelíes, es público. No es que nosotros especulemos, lo reconocen abiertamente. Otra cosa es que sus defensores aquí no lo quieran admitir. Es vergonzoso que el alcalde de Madrid vaya a dar su medalla de honor municipal a Israel. Esta gente le hubiera dado la medalla a Hitler en el 38. ¿En medio de esto hay que darles la medalla? Quizá parezca hiperbólico, pero sinceramente pienso que no lo es: lo que sufre el pueblo de Gaza es un holocausto. La diferencia es que no los matan en cámaras de gas, sino con misiles y con sus F-16.

Manu Pineda, en la frontera entre Líbano e Israel a finales de octubre. (Cedida)


¿Hasta qué punto tienen manos libres para hacerlo?

Ellos saben que sus crímenes van a quedarse sin castigo, que no van a ir al Tribunal Penal Internacional, que la ONU no lo va a sancionar, porque el asiento de EEUU en el Consejo de Seguridad lo va a vetar. Lo hizo público hasta Obama, que fue el único hizo algún gesto. Obama dijo que su que su relación con Israel eterna e inquebrantable y que iban a vetar cualquier tipo de sanción contra Israel. Eso, Obama, así que imagínate lo que hay ahora. Por eso ellos seguirán cometiendo todos estos crímenes para conseguir ese Gran Israel, anexionándose los territorios históricos palestinos. De los israelíes yo ya no espero nada. Para mí Israel es un régimen terrorista del que no se puede esperar nada. De quienes sí se puede esperar algo es de los gobiernos que se dicen democráticos. La historia juzgará a Europa por lo que estamos haciendo. Nos juzgará y no nos va a absolver.

¿Y qué podemos hacer para escaparnos de ese juicio?

Permíteme que tire de un cásico: Julio Anguita. «A mí me hijo me podrá decir: ‘Papá, peleaste y perdiste’. Pero jamás me podrá decir que me rendí sin pelear’». Tenemos que pelear. Si perdemos, perdemos, pero debemos pelear.

Acaba de llegar de Líbano. Ha habido incursiones, algunos ataques con misiles. Hezbolá está activo, pero da la sensación de que se contiene.

Vengo de allí, sí. Nos hemos reunido con todos los actores y no es necesario decir con quién. Hezbolá está actuando como ellos han analizado que es mejor hacer. Con algunos ataques puntuales desde el sur del Líbano al territorio del 48 han atraído al norte a los militares para apartar a esas tropas de Gaza. Ahora tienen allí entre 20% y 25% del Ejército israelí. Ellos aseguran que están lanzando mensajes y no solo desde Líbano. También se han lanzado misiles desde Yemen y en Irak se ha atacado una base estadounidense.

«Ellos aseguran que están lanzando mensajes y no solo desde Líbano. También en Yemen en Irak»

¿Qué interpretación hace de esos «mensajes»?

No sé valorarlos. Sé lo que me han trasladado. Lo que ellos aseguran es que no quieren que esto desemboque en una guerra regional, y me parece verosímil. Ahora bien, tienen unas líneas rojas que no hacen públicas. Y si estas líneas se cruzan, esto desembocará en una gran guerra regional. Y, en una situación como la actual en Oriente Próximo, una guerra de grandes dimensiones se puede saber cómo empieza, no cómo termina.  

La situación internacional, hoy día, es compleja mucho más allá de Oriente Próximo.

El panorama se complica mucho más si lo enlazamos, como creo que es inevitable hacer, con lo que está sucediendo en paralelo en  Ucrania, con las maniobras estadounidenses en el Mar de China, o lo que está sucediendo en el Sahel. Está habiendo un movimiento geopolítico con potencial para reconfigurar el mundo. Podríamos hablar de que estamos ante un momento histórico... pero, si te digo la verdad, estoy hasta las narices de momentos históricos. ¡A ver si llega una semana sin momento histórico! Pero sí estamos viviendo lo que será la reconfiguración del mapa para las próximas décadas. Y todos los hilos conectan con Oriente Medio. A partir de ahí, mi opinión es que el único que quiere una gran guerra en la región es Israel. Pienso que EEUU trata de contener la situación para que no vaya más allá de Gaza. Es como si Washington hubiera dicho a Israel: «Masacra Gaza, pero no te salgas de ahí». Entrar en una guerra con Siria, con Líbano, con Irán, con Yemen, otra guerra en Irak. ¿Quién se atreve a predecir cómo se resolvería semejante conflicto?