Australia ofrece asilo climático a la población de Tuvalu
Australia y Tuvalu han firmado un tratado por el que el primero ofrece asilo climático a los 11.000 habitantes de este archipiélago del Pacífico, uno de los más amenazados por el cambio climático y el consiguiente aumento del nivel del agua en los océanos.
Canberra ha anunciado su oferta a la población de Tuvalu, un archipiélago del Pacífico amenzada por el aumento del nivel del océano, de «derechos especiales» para instalarse y trabajar en Australia, mediante un tratado que ambos estados han dado a conocer este viernes.
«Creemos que el pueblo de Tuvalu merece tener el derecho de vivir, estudiar y trabajar fuera, ya que el cambio climático empeora», han declarado en un comunicado conjunto el primer ministro australiano, Anthony Albanese, y su homólogo de Tuvalu, Kausea Natano.
El tratado prevé «derechos especiales» para quienes lleguen, pero también secciones dedicadas a la defensa, con Australia comprometiéndose a ayudar a Tuvalu en caso de invasión o desastre natural.
La población de Tuvalu «podrá beneficiarse del acceso a los servicios australianos que les permitirán una movilidad digna», precisa el texto.
Este pequeño archipiélago y sus 11.000 habitantes forman parte de los estados más amenazados por el cambio climático y el aumento del nivel del agua de los océanos.
Dos de sus nueve atolones están ya ampliamente sumergidos y los especialistas estiman que Tuvalu será completamente inhabitable en 80 años.
En octubre, Natano declaró a France Press que el archipiélago corre el riesgo de «desaparecer la superficie de la Tierra» si no se toman medidas drásticas.
El tratado hecho público permite también a la población de Tuvalu «conservar los vínculos ancestrales profundos» que les unen a su tierra y al mar.
Asimismo, reconoce que se ha tardado demasiado en tomar medidas.
Contaminante Australia
La dependencia comercial de Australia del carbón y de las exportaciones de gas, fuertemente contaminantes, ha sido duranto mucho una fuente de conflictos con sus vecinos del Pacífico, que ya están soportando la peor parte de las consecuencias del cambio climático, incluyendo el aumento del nivel del agua en el océano y condiciones climáticas más extremas.
Este tratado puede interpretarse como una victoria estratégica para Canberra, que aumenta su influencia en el Pacífico frente a la creciente presencia de China.
Kiribate e Islas Salomón, por ejemplo, han virado hacia Pekín en los últimos años. Tuvalu, por su parte, se matiene firme en su rechazo al reconocimiento diplomático de Taiwán.
Natano ha afirmado que el tratado representa «una esperana y un gran paso adelante» para la estabilidad regional.
El documento debe ser todavía ratificado por los dos estados para convertirse en efectivo.