Azpiazu rechaza en víspera electoral un pacto más barato que el de 2022
El consejero de Economía y Hacienda de Lakua, Pedro Azpiazu, anunció ayer el fin de las negociaciones presupuestarias con la oposición. Alega que los grupos le piden mucho y no dicen de dónde sacar el dinero. Pero los datos dicen otra cosa.
El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, tras haber recibido las propuestas presupuestarias de Elkarrekin Podemos-IU y EH Bildu, dio ayer por rotas las negociaciones. Aseguró que «no merece la pena» continuar las reuniones, porque las propuestas que ha recibido «son de una cuantía desorbitada en relación a las posibilidades que tiene el presupuesto». Y concluyó que «intentar un acercamiento desde estas posiciones es imposible. No vamos a hacer perder el tiempo a nadie».
Azpiazu empezó diciendo que «ya les adelanté el pasado 24 de octubre que este sería un año complejo para poder llegar a un acuerdo con el resto de partidos políticos».
El consejero, en todo caso, garantizó la aprobación de los 15.025 millones de euros del presupuesto, por «la mayoría absoluta con la que cuenta el Gobierno gracias al apoyo de los grupos que lo sustentan, EAJ-PNV y PSE».
Presupuesto en año electoral
No ha sido habitual en la trayectoria de este Ejecutivo cerrar un proceso así antes de iniciarlo. Porque tan solo ha habido unas reuniones preliminares y el consejero ha dado su portazo antes de comenzar siquiera lo que se puede llamar negociación.
La premonición de que en víspera electoral iba a ser más difícil llegar a un acuerdo presupuestario no concuerda con los antecedentes. Para el año electoral de 2016, el PNV, en minoría, logró un acuerdo con el PSE. Y en vísperas de los comicios de 2020, el propio Pedro Azpiazu cerró un pacto con Lander Martínez, de Elkarrekin Podemos.
A los ojos del resto de grupos y a la vista de lo ocurrido, se concluye que ha sido el Gobierno de Urkullu quien en víspera electoral no ha querido tener ningún acuerdo.
Hubo pacto más caro
Elkarrekin Podemos-IU transmitió el viernes al Ejecutivo de Lakua un documento de cara a la negociación presupuestaria para mover partidas por 372 millones de euros.
Este martes, EH Bildu expuso sus propuestas para reforzar servicios públicos como Osakidetza, la escuela pública y los cuidados, que sumaban 359,4 millones de euros.
El consejero Azpiazu, aseguró ayer que «entiendo la labor de oposición, pero hay que saber medir».
¿Son propuestas «desorbitadas» como dice Lakua? En diciembre de 2021, el Gobierno, con la misma mayoría absoluta que tiene ahora, llegó a un acuerdo para que EH Bildu se abstuviera en los presupuestos de 2022, que alcanzaban los 325,5 millones de euros. Aquello suponía un 2,5% de los 13.108 millones de aquel proyecto. La suma de lo que EH Bildu pide ahora era el 2,4% de los 15.025 millones actuales. Es decir, un pacto más barato.
Por las razones políticas que fueran, el Ejecutivo entendió entonces que podía firmar ese pacto. Ahora dice que son «propuestas fuera de lugar económicamente y con un marcado tinte electoral».
Queda más sin gastar
Durante su intervención, Azpiazu se preguntó «de dónde se van a obtener los recursos necesarios para ello».
Si se repasa la ejecución presupuestaria de los últimos ejercicios, se podrá observar que todos los años quedan sin gastar cientos de millones de euros, muy por encima de las peticiones realizadas por EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU para negociar los de 2024.
Por ejemplo, del presupuesto de 2022, el último que se ha liquidado, el Gobierno de Lakua dejó sin utilizar nada menos que 978 millones de euros y a 31 de diciembre de ese año acumulaba un remanente de tesorería disponible de 1.480 millones de euros fruto de ejercicios anteriores.