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El Nobel Alternativo reconoce la labor humanitaria, el ecologismo y los derechos de las mujeres

La fundación sueca Right Livelihood ha homenajeado en Estocolmo a los ganadores del premio que lleva su nombre, conocido popularmente como el Nobel alternativo. Este año, ha reconocido a SOS Méditerranée, la organización ecologista Mother Nature Cambodia y la africana Eunice Brookman-Amissah.

Gala del Right Livelihood Award, celebrada en Estocolmo. (Magnus LEJHALL | AFP)

La gala anual de entrega del denominado premio Nobel Alternativo de la fundación sueca Right Livelihood Award ha rendido homenaje este miércoles en Estocolmo a la labor humanitaria, el ecologismo y los derechos reproductivos de las mujeres.

La organización humanitaria SOS Méditerranée, la ghanesa Eunice Brookman-Amissah, la keniana Phyllis Omido y Mother Nature Cambodia han recogido en el Teatro del Circo de la capital sueca el galardón que reconoce, respectivamente, sus operaciones de rescate, su lucha por el aborto, el activismo con las comunidades locales y el compromiso con el entorno natural.

«No hay elección. Mientras haya gente arriesgando sus vidas, necesitamos estar allí», ha dicho al recoger el premio la directora general de SOS Méditerranée, Caroline Abu Sada, sobre el trabajo de esta organización creada en 2015 por activistas civiles en respuesta a la pérdida de vidas de inmigrantes procedentes de África.

Abu Sada, que ha recordado que su organización ha rescatado ya a más de 39.000 personas, ha reclamado a los países de la Unión Europea «voluntad» y que les dejen «hacer su trabajo», mientras no llegue la solución ideal. «Debería haber una operación de rescate europea. Y es claramente algo que debería ocurrir rápidamente», ha afirmado.

La organización ecologista Mother Nature Cambodia, fundada en 2012 por el español Alejandro González-Davidson, ha estado representada por tres activistas, quienes han criticado que una reducida élite se haya enriquecido en su país destrozando la naturaleza, mientras este es uno de los más pobres de Asia. «Nuestros bosques, ríos, lagos, tierra, agua continúan siendo destruidos, o vendidos, o descuidados, o todo a la vez. Se privatizan bosques protegidos, continúa la tala a gran escala y la extracción de minerales», han denunciado.

Eunice Brookman-Amissah, premiada por su labor pionera en el debate sobre derechos reproductivos y el impulso al aborto, ha calificado de «inaceptable» que más de 30.000 mujeres, el 60% en África, mueran cada año por algo que se puede prevenir. «Es hora de sacar del armario la cuestión de la muerte de decenas de miles de mujeres por una causa completamente evitable», ha declarado, resaltando la «evidencia» de que los abortos seguros salvan vidas.

La keniana Phyllis Omido ha hecho un alegato en defensa de la lucha de las comunidades locales por sus derechos ambientales y la necesidad de legislaciones para proteger el medioambiente. «Muchos países no han afirmado el derecho a un entorno limpio y saludable en sus constituciones», ha lamentado Omido, quien ha recordado desde el escenario a su «amiga» la ambientalista hondureña Berta Cáceres, asesinada hace siete años.

El Premio al Correcto Modo de Vida (Right Livelihood Award), como realmente se llama este galardón que distingue la labor social, ha reconocido a cerca de dos centenares de personas y organizaciones desde que fue instituido en 1980 por el escritor y eurodiputado sueco-alemán Jakob von Uexküll. Los galardonados recibieron cada uno 1 millón de coronas suecas (87.723 euros).