Fallece el pintor gasteiztarra Santos Iñurrieta
Santos Iñurrieta ha fallecido este domingo a sus 73 años. El pintor gasteiztarra desarrolló en su ciudad natal una intensa actividad pictórica en las décadas de los 70 y 80, recibiendo varios premios. En 1992 se trasladó a Mallorca, donde ha vivido sus últimos años.
El pintor gasteiztarra Santos Iñurrieta ha fallecido este domingo a sus 73 años tras una larga lucha contra el cáncer.
Nacido en 1950 en Gasteiz, Iñurrieta desarrolló en su ciudad natal una intensa actividad pictórica en las décadas de los 70 y 80, participando siempre en la renovación del lenguaje artístico promovido desde la llamada Escuela Vasca y en concreto desde el grupo Orain, del que se le considera discípulo.
Fue en abril de 1971 cuando realizó su primera exposición individual en Salones de Cultura de la Caja Municipal de la capital alavesa y se integró en la vanguardia artística de la provincia. En 1973, fue laureado con uno de los premios del VI Gran Premio de Pintura Vasca en Donostia. En 1982 recibió el segundo premio Gure Artea y fue becado por la Fundación Faustino Orbegozo.
Iñurrieta se vio envuelto en una gran polémica en 1992, cuando fue detenido por la Policía Local de Gasteiz tras derribar una escultura de Ibarrola situada en la Plaza de la Virgen Blanca. El artista señaló que no tenía nada contra Ibarrola, y que lo hizo para denunciar que el departamento de cultura gasteiztarra gastase mucho dinero en esa muestra y no apoyase de verdad la actividad artística de los jóvenes.
Tras este suceso, Iñurrieta se fue a vivir a Mallorca, donde continuó con su creación artística y donde ha muerto este domingo.
«Soy un pintor naïf»
«Cautivado por la experimentación pictórica, combinó abstracción y figuración, y más tarde una expresiva, kitsch, múltiple e irreverente que ha dado forma a su lenguaje actual», indicó Enrique Martínez Goikoetxea, conservador del Museo Artium.
En 2017 este museo de la capital alavesa presentó a modo de homenaje la exposición ‘Ke usted lo pase bien’. Se trataba de 37 pinturas –32 de ellas de gran formato– y 16 gouaches, seleccionados de entre la producción más reciente del pintor alavés.
«Como pintor soy totalmente naïf. (…) Utilizo esa técnica rudimentaria y ese dibujo bastote que poseo porque me vienen muy bien para narrar», aseguraba el pintor en una entrevista.
«Sus grandes trípticos no encierran una imagen que percibimos de golpe sino más bien una superficie que se va descubriendo paulatinamente, a través de una lectura sucesiva de objetos, personajes y escenas sabiamente dispuestos sobre el amplio soporte de la superficie», señalaba sobre el artista el catedrático Francisco Javier San Martín en la presentación de aquella exposición.