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Ejecuciones sumarias a desplazados y disparos a pacientes en hospitales

Pacientes en las habitaciones de los hospitales siguen siendo objetivo de los soldados israelíes en Gaza, donde testigos denunciaron ejecuciones sumarias a civiles desplazados. Pese a las atrocidades, Israel ha logrado que el apoyo a Hamas entre los palestinos haya aumentado desde el 7 de octubre.

Niños palestinos en uno de los campos de desplazados en Rafah, que las lluvias han convertido en barrizales. (Mahmud HAMS | AFP)

Las atrocidades de los soldados israelíes en Gaza se van solapando cada uno de los 68 días de asedio y ataques en los que ya han matado al menos a 18.608 personas. Durante las últimas 24 horas han llegado a los hospitales de la Franja 196 muertos y 499 heridos.

Muchos de los 50.594 heridos hasta ahora también mueren por falta de cuidados adecuados, hacinados en hospitales bajo asedio, o incluso de nuevo tiroteados en las habitaciones.

El Ministerio de Sanidad de Gaza denunció que en el hospital de Kamal Adwan, en el norte de la Franja, el Ejército disparó sobre los pacientes en las habitaciones y en los pasillos, a la vez que endurecía el asedio impidiendo que lleguen agua y alimentos y otros heridos y enfermos.

«Tememos la muerte de doce niños en atención pediátrica debido a que están sin leche y sin equipamiento de soporte vital», añadió.

Después de asediarlo y bombardearlo durante días, las tropas lo asaltaron el martes en una operación similar a la que aplicó el mes pasado en el hospital Al Shifa, y detuvieron a decenas de personas, entre ellas miembros del personal médico, incluido su director. El Ministerio denunció que fueron torturados y que, tras liberar a algunos de ellos, abrieron fuego e hirieron a cinco sanitarios.

Por otro lado, la organización Médicos Sin Fronteras informó que uno de sus cirujanos resultó herido dentro del hospital de Al Awda, en Yabalia, en el norte de Gaza, por un disparo desde fuera de las instalaciones. «Hay francotiradores rodeando el hospital», denunció la ONG, que indicó que los soldados israelíes han matado al menos a cinco miembros del personal médico.

En total, el Ejército israelí ha atacado 137 instituciones médicas y matado a casi 300 miembros de su personal, además de dejar fuera de servicio 22 hospitales y 46 centros de atención primaria.
Por otro lado, testigos presenciales y familiares de las víctimas relataron ayer que las tropas israelíes dispararon a quemarropa a más de una docena de personas que se refugiaba en la escuela Shadia Abu Ghazala, al oeste del campo de refugiados de Yabalia. Al menos 15 cuerpos acribillados a balazos fueron encontrados amontonados en la escuela, que se utilizaba como refugio para las personas desplazadas.

La cadena Al Jazeera publicó imágenes de los cuerpos y testimonios de palestinos que confirmaron que los soldados llevaron a los civiles refugiados a una habitación «y los ejecutaron, incluso a los niños. Mataron a una mujer, su marido y ocho niños». «No había señales de misiles. Fueron ejecutados a quemarropa», añadieron. En las imágenes aparecen clases quemadas y multitud de casquillos de bala. «Frente a los bombardeos, las privaciones y las enfermedades, en un espacio aún más exiguo, los palestinos se enfrentan al capítulo más sombrío de su dolorosa historia», denunció el director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa), Philippe Lazzarini, en un foro sobre refugiados en Ginebra.

«No exagero, la situación es inhumana y el orden civil se está desbaratando, los palestinos han llegado al límite de la resistencia humana soportando condiciones insoportables ¡y con la frontera tan cerca!», lamentó, relatando cómo familias enteras de seis o siete miembros se ven obligadas a veces a pasar un día entero con una botella de agua o una simple lata de atún para todos.

Precisamente, el abarrotado campo de desplazados de Al Shabura, en Rafah, sufrió el martes los mayores bombardeos de la zona con nueve muertos y un centenar de heridos.

Pese a ser una de las «zonas seguras» a las que Israel forzó a la población a desplazarse, el área de Rafah sufre constantes ataques en los que encuentran la muerte muchos de los que han huido de la ofensiva. A los ataques y al hambre se suma ahora la inundación de estos campos por las lluvias.

Aumenta el apoyo a Hamas

Si el objetivo de la operación israelí era la «limpieza étnica» en Gaza, parece estar dando los pasos adecuados, pero si era «acabar políticamente con Hamas», su fracaso es absoluto. Los palestinos, tanto en Cisjordania como en Gaza, otorgan un mayor apoyo al grupo islamista que antes del 7 de octubre, según un estudio publicado ayer por el Centro Palestino de Investigación de Encuestas y Políticas.

El 43% de los encuestados optó por un apoyo a Hamas, seguido del partido Fatah (17%), mientras que el resto señaló a otros grupos o a ninguno. Hace tres meses, el apoyo era del 22% y del 26%, respectivamente. El respaldo a Hamas es mayor incluso en Cisjordania que en Gaza.

La encuesta constata, además, la total pérdida de apoyo  del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. El 88% desea su dimisión, cifra que llega al 92% en Cisjordania. Si hoy se celebraran elecciones, el favorito sería Ismail Haniyeh (Hamas), aunque si participara el popular líder Marwan Barghouti, preso condenado a cadena perpetua,  acapararía el 47% de los votos, contra un 43% para Haniyeh y un 7% para Abbas.

Bajas israelíes

Al menos diez soldados israelíes murieron en una emboscada de milicias palestinas, entre ellos el coronel Itzhak Ben Basat, el oficial de mayor rango muerto en la operación terrestre, y un teniente coronel. Israel reconoce ya 115 bajas.


La presión sobre Israel sigue siendo insuficiente

La aprobación el martes por una abrumadora mayoría en la Asamblea General de la ONU de una resolución que pide un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza refleja el creciente rechazo en el mundo a la agresión israelí, pero evidencia que la presión desde los Gobiernos es aún muy débil para pararla. La votación se saldó con 153 votos a favor, 23 abstenciones y diez votos en contra (Israel, Guatemala, República Checa, Austria, Liberia, Micronesia, Nauru, Papúa Nueva Guinea, Paraguay y EEUU). La Liga Árabe y la Organización para la Cooperación Islámica que la impulsaron aseguran que refleja «el evidente aislamiento de Israel» frente al mundo.

Varios de los países que en la votación de octubre no apoyaron el alto el fuego, como Australia, Canadá, Nueva Zelanda y otros aliados de EEUU dieron su voto favorable, y otros  pasaron del rechazo a la abstención. Australia, Canadá y Nueva Zelanda incluso señalaron en un comunicado conjunto que «el precio de una derrota de Hamas no puede ser el sufrimiento continuo de todos los civiles palestinos».

También varios países asiáticos que se abstuvieron en octubre, como India y Corea del Sur, votaron a favor de la última resolución. Con todo, y sin medidas de mayor calado estos cambios no llegan a presionar a un Israel que se siente totalmente impune. También las tímidas críticas de EEUU están lejos de parar las matanzas, aunque cualquier reproche suscita la reacción israelí.

El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, visitará Israel hoy, al día siguiente de que el presidente de EEUU, Joe Biden, afirmara que Israel está perdiendo apoyos y recomendara un cambio de Gobierno. El ministro israelí de Exteriores, Eli Cohen, replicó a estas advertencias que «Israel continuará la guerra contra Hamas con o sin apoyo internacional».