La federación municipal paralela que prometió UPN sigue sin nacer
La airada reacción de UPN a la moción de censura en Iruñea incluyó la promesa de que sus alcaldes abandonarían la Federación de Municipios de Nafarroa (FNMC) y crearían otra institución más democrática. Un mes después de dejarlo por escrito, no se ha dado ningún paso en una tarea casi imposible.
La misma tarde en que se conoció que PSN iba a hacer alcalde a Joseba Asiron, el 13 de diciembre, UPN convocó a su Ejecutiva donde acordó formalmente un comunicado con ocho puntos donde rompió «toda relación política» con la formación de María Chivite. El punto sexto decía así: «Los Ayuntamientos de UPN no participarán de la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC). La abandonan y crearán una nueva asociación de municipios que sea democrática y donde se respete la pluralidad de Navarra».
Un mes después, esta asociación prometida sigue sin nacer y ningún ayuntamiento ha dejado de pertenecer a una federación que lleva funcionando más de 40 años. Un comunicado no basta para marcharse, pues –como les recordó el presidente de la FNMC, Xabier Alcuaz (EH Bildu)– de esta asociación no forman parte los partidos, sino las entidades locales.
Un alcalde carece de autoridad para abandonar la FNMC y debe llevarlo a pleno.
En consecuencia, un alcalde carece de autoridad para abandonar la FNMC y debe llevarlo a pleno. Este es un elemento nuclear, porque no en todos los lugares donde gobierna UPN cuenta con mayoría. De hecho, salvo en Tutera (donde cuentan con más de la mitad de los ediles), en las localidades más importantes y pobladas que gobierna UPN, lo hace en minoría.
De las 272 entidades locales de Nafarroa (que unidas conforman la FNMC), UPN controla únicamente 19 con sus siglas. En ocho de estos ayuntamientos, carece de mayoría absoluta, por lo que difícilmente podrá conseguir que el pleno acepte salirse de la FNMC.
De esta manera, en caso de que efectivamente UPN imponga a sus alcaldes salirse de la Federación, la nueva entidad paralela solo contaría de partida con 11 localidades: Ablitas, Andosilla, Arguedas, Azagra, Cadreita, Cascante, Cortes, Fitero, Funes, Tutera y Valtierra.
Salvo Tutera (35.000) y Cascante (que roza los 4.000), el resto son pueblos de 2.000 personas. En estas 11 localidades vive el 9% de la población navarra. Demasiado poco para armar una federación paralela de cierta entidad.
UPN solo controla con mayoría absoluta y siglas propias 11 localidades de 272.
Pero les será difícil ir más allá, pues llevar la salida de la FNMC a un pleno en las localidades donde está en minoría constituye una maniobra de alto riesgo.
Hay tres localidades clave gobernadas por UPN donde una moción de censura como la de Iruñea les puede hacer perder el ayuntamiento: Eguesibar, Barañain y Lizarra. El intento de abandonar la federación –después de que el PSN haya presentado una moción en defensa de la FNMC– se convierte en la excusa perfecta para darle la vuelta al consistorio y uniformizar el bloque de pactos.
En estas tres localidades viven 60.000 personas, tantas como en las anteriores 11 donde UPN tiene mayoría. En Lizarra, EH Bildu llevó esta cuestión a pleno el jueves pasado. La alcaldesa, Marta Ruiz de Alda, asumió que le va a ser imposible marcharse y no se arriesgará a una votación. «El ayuntamiento de Estella, aunque liderado por UPN, no tiene mayoría en el pleno para tomar esta decisión. Yo, como representante, seguiré participando de la FNMC», dijo Ruiz de Alda.
Existe otro consistorio de cierta relevancia (más de 4.000 personas), donde la situación de UPN resulta terriblemente endeble: Castejón. En esta localidad ganó IU, pero los dos ediles del PSN votaron a favor de la candidata de UPN.
manos atadas otro año más
Existen otros problemas para que la federación paralela que prometió UPN vea la luz. Uno es temporal. Las administraciones locales de Nafarroa deben pagar una cuota anual de pertenencia a la FNMC. De modo que, aun en el caso de que se decidieran a salirse de verdad, los ayuntamientos no quedarían fuera hasta el 1 de enero del año siguiente, según han trasladado desde la FNMC. Por eso, aunque haya pasado un mes desde la declaración, que no hayan dado el paso antes de finalizar 2023 sí resulta significativo.
Los Estatutos de la FNMC no dejan a sus ayuntamientos «afiliarse a entidades de finalidad análoga»
Al hilo con esto, la nueva asociación tendría dificultades para constituirse antes de que los ayuntamientos dejen formalmente la federación actual, dado que el artículo 18 de los estatutos de la FNMC dictaminan que la pertenencia a la misma es «excluyente respecto a la afiliación con entidades de finalidad análoga».
En algún momento, UPN tendrá que desdecirse o inventar una vía intermedia. Alejandro Toquero, el alcalde de Tutera llamado a liderar la nueva entente municipal de derechas, sí que ha dejado de acudir a las reuniones de la federación, de la que fue nombrado vicepresidente. Además, Toquero ha cortado todo puente de diálogo (en la Mancomunidad y la junta de gobierno) con PSN y Contigo Zurekin.