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Piden que se aplique ya el desamiantado en Nafarroa, porque se juega «con la vida de la gente»

La Asociación de Defensa y Ayuda a las Víctimas del Amianto en Nafarroa (Adavan) ha lanzado un contundente mensaje en el Parlamento para que se ponga en marcha de manera inmediata el plan de desamiantado aprobado en 2019 y que sigue sin aplicarse.

Concentración de Adavan y de la plataforma AGNI, en una imagen de archivo. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

«Estamos jugando con la vida de la gente». Con estas palabras, la asociación Adavan ha exigido en el Parlamento de Nafarroa que se ponga en marcha de manera inmediata el plan de desamiantado, que, aunque llegó a ser pionero, lleva cuatro años «en un cajón».

Con esta crudeza se han expresado los representantes de la citada asociación, José Manuel Bueno, Juan Antonio Castilla y Puri Adrián, en la Comisión de Salud de Legislativo, donde han comparecido para exponer su propuesta para poner en marcha el plan de retirada de materiales con amianto.

Castilla ha recordado que existe una normativa de la Unión Europea que exige la retirada de ese material cancerígeno para el año 2032 y que Nafarroa ya aprobó en 2019 un plan que en ese momento «era pionero». En él se contemplaba la necesidad de retirar una superficie de cubiertas de fibrocemento de más de 6 millones de metros cuadrados y 566 kilómetros de canalizaciones de este material.

Para llevar a cabo esa retirada se fijaba una inversión de 245 millones de euros, que se distribuiría entre 2020 y 2032, con un montante anual de unos 20 millones de euros.

Sin embargo, en marzo se cumplirán cuatro años de la aprobación de ese plan y este «sigue en un cajón», según ha denunciado Castilla, a pesar de que la implantación de ese desamiantado «es prioritario para evitar el reguero de víctimas que genera el amianto» a través de cánceres como el de pulmón o el de laringe.

En este sentido, ha lanzado el dato de que en Nafarroa se registran unos diez casos anuales de mesiotiloma, que es «el caso más letal y menos habitual» y que «el 90% de los casos se deben al amianto».

Frente a esa urgencia, el plan no termina de arrancar, a pesar de que en marzo de 2021 se ponía en marcha una comisión interdepartamental sobre el desamiantado, pero «sin presupuesto ni desarrollo».

Y aunque desde Adavan se ha buscado su implementación a través de mociones en los ayuntamientos, «los procesos electorales frenaron el proceso». Incluso se han reunido con responsables del nuevo Ejecutivo navarro, pero las palabras del vicepresidente Félix Taberna y del consejero José Mari Aierdi «nos sonaron a dilación».

Por ese motivo, los representantes de Adavan han regresado este miércoles al Parlamento a iniciativa de EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin para pedir «que se ponga en marcha ya el plan de desamiantado. Hay que abordar el asunto en serio y esperamos que salga de los Presupuestos». Han agradecido las palabras comprensivas de los grupos al respecto, pero les han pedido «menos paja y más grano».

Incluso el presidente de la asociación, José Manuel Bueno, ha sido especialmente contundente al recordar que «el amianto está en la calle y pido que el Gobierno se tome este tema en serio y ya, porque estamos jugando con la vida de todo el mundo. Nos dan buenas palabras, pero tiene que haber compromiso y empezar. Implica dinero, pero hay que hacerlo».

Pasar de las palabras a los hechos

En trabajar en esa dirección se comprometió el portavoz de EH Bildu en la comisión, Txomin González, quien ha señalado que, aunque el coste del plan se eleva a 245 millones, «Navarra se lo puede permitir con unos presupuestos de 6.000 millones y buscamos que los grupos se impliquen en ello».

Ha reconocido que «hasta ahora se ha hecho poco y nos queda mucho camino por recorrer», pero ha compartido la urgencia en abordar esa cuestión, que «es un problema de salud pública trascendental y la solución no se puede seguir dilatando en el tiempo».

Desde Geroa Bai, Isabel Aranburu ha recordado que existen partidas destinadas al desamiantado en edificios públicos y privados no residenciales, que aunque «son humildes» (unos centenares de miles de euros), «pueden aumentarse». Ha abogado porque se retome el funcionamiento de la comisión interdepartamental creada en 2021 y que se fijen «medidas concretas para desarrollar el plan».

Daniel López, de Contigo-Zurekin, ha afirmado que esta cuestión «es una prioridad y una línea de trabajo para nosotros» para afrontar «un problema muy real que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo», que «no es sencillo y requiere mucha inversión», por lo que las partidas destinadas por el momento «son simbólicas e insuficientes».

Por parte de UPN, Leticia San Martín, ha compartido que lo que en 2019 era un plan pionero, «ya no lo es tanto» y ha reconocido que «se ha hablado mucho sobre este tema en el Parlamento, pero se ha hecho poco». E incluso ha pedido disculpas desde su grupo «por no haber hecho todo lo que se debe hacer por las víctimas y la eliminación del amianto», para acto seguido añadir que «tenemos una responsabilidad con este problema, sobre todo el Gobierno».

Desde el PSN, Maite Esporrín, ha destacado que existe «un compromiso claro» del Gobierno navarro para «impulsar medidas para abordar la eliminación del amianto asignando los recursos necesarios para ello». Pero ha matizado que «no se puede abordar todo de golpe. Sería bueno hacer un plan concreto de acciones y marcarnos objetivos realistas».

Finalmente, Maite Nosti, de Vox, ha tirado del manual de la formación verde para plantear la siguiente cuestión: «¿Qué preferimos, acoger menas o destinar el dinero a este problema de salud pública?». Y ha instado a «coger el toro por los cuernos y empezar a hacer acciones».