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La Ribera de Deustu mantiene «encendida» 44 años después la llama de Yolanda González

La Ribera de Deustu ha vuelto a recordar a Yolanda González Martín cuando el 1 de febrero se cumplen 44 años de que fuera secuestrada, torturada y muerta a tiros en Madrid. «Tu llama sigue encendida y no la dejaremos apagar», ha prometido una amiga, que ha destacado la huella de su compromiso.

Asier González ha agradecido un año más el homenaje a su hermana Yolanda. (Oskar Matxin Edesa | FOKU)

La Ribera de Deustu ha vuelto a recordar este domingo a Yolanda González Martín, la joven vecina del barrio que el 1 de febrero de 1980 fue secuestrada, torturada y muerta por un comando de ultraderechistas capitaneado por Emilio Hellín Moro en Madrid. Decenas de personas han participado en el sencillo acto promovido por la asociación vecinal y otros colectivos en la plazuela que lleva su nombre desde 2016, al que se han sumado ediles de PNV y EH Bildu.

En una carta abierta, una vecina que la conoció ha expuesto que la iniciativa quiere recordar la «esencia» de la joven comprometida «que nos arrebataron». «En su momento compartimos vivencias. No fueron muchas. Te fuiste muy pronto, pero con tan solo 19 años nos dejaste tu huella», ha confesado.

«Tu ejemplo vital nos enseña que si queremos futuro, este pasa por no olvidar el pasado. Eso lo aprendimos de tus vivencias, ejemplo de lucha constante. Es tu transmisión de lucha constante», ha destacado.

«Yolanda, tu llama sigue encendida y no la dejaremos apagar. Te agradecemos el mensaje. que nos dejaste y nos obligas a seguir», ha apostillado antes de insistir en que el espíritu de la homenajeada sigue «en nuestros corazones, en nuestras vidas, en nosotros mismos».

Yolanda González, ha recordado, marchó a Madrid pero sus amigas y amigos deustuarras supieron de su trayectoria vital gracias a su familia hasta que llegó el mazazo de su muerte. «Te robaron la vida que vivías y la que pudieras tener», ha lamentado. La rabia y la frustración les embargó más tarde al saber que Emilio Hellín Moro había sido «recuperado socialmente por diferentes estamentos institucionales».

A pesar de esa situación, su amiga ha dicho que aprendieron de Yolanda «que no se puede abandonar aquello en lo que uno cree. Era una de tus señas de identidad».

«Más viva»

Asier González, en nombre de la familia, ha agradecido el homenaje anual a su hermana, a quien ha confesado siente «más viva» al ver que diversas luchas que sostuvo siguen ahí gracias a distintos movimientos.

Antes, una dantzari ha bailado un agurra ante el mural pintado hace años en el corazón de la Ribera de Deustu, al que ha seguido una ofrenda floral. Tampoco ha faltado la música, con dedicatoria especial a sus allegados.

El sonido de la alboka ha dado inicio al homenaje, en el que una vecina ha rememorado que fueron unos «vulgares asesinos de la ultraderecha», por orden de «instancias que más tarde formaron parte del terrorismo de Estado y de la guerra sucia», quienes acabaron con la joven militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST). «Es la más concluyente de las pruebas de que tanto la conciencia de clase como la conciencia política jamás se deben declinar», ha añadido.

Para las y los vecinos de la joven, se trató de «un crimen que fue una de las tantas pruebas de que ciertos sectores policiales e institucionales mantenían y siguen manteniendo relaciones con grupos ultraderechistas a los que les otorgaba impunidad».