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Parir en Gaza en condiciones que «no se le desean a nadie»

Desplazadas, embarazadas y viviendo en una tienda de campaña; la ofensiva israelí ha interrumpido toda atención materna temprana y posnatal en Gaza, denuncia MSF. Dos madres mueren cada hora. En los próximos 30 días, 5.500 mujeres darán a luz; es probable que 840 sufran complicaciones.

Según el Fondo de Población de la ONU, 5.500 mujeres embarazadas darán a luz en los próximos 30 días en Gaza, 180 nacimientos cada día. (Mariam ABU DAGGA | MÉDICOS SIN FRONTERAS)

Maha, nombre ficticio, fue al hospital cuando acababa de empezar el parto, pero no le pudieron atender porque todas las salas estaban llenas. No tuvo más opción que regresar a su tienda en los campos de desplazados internos de Rafah.

En esta ciudad del sur la Franja, antes de la ofensiva vivían 300.000 palestinos, en la actualidad viven 1,5 millones de personas que han huido de los bombardeos y tras las órdenes de evacuación en la zona norte y central enclave.

Maha dio a luz a su hijo fallecido en un baño público. Según ONU Mujeres, dos madres mueren cada hora en la Franja a causa de la ofensiva sionista y es probable que 840 sufran complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto. En los próximos 30 días, 5.500 mujeres embarazadas darán a luz, 180 nacimientos cada día.

De acuerdo a Unicef, unos 200.000 bebés han nacido desde el 7 de octubre. 130 niños prematuros dependen de incubadoras y el 60% de las incubadoras están en el norte y necesitan electricidad.

«La guerra ha interrumpido por completo el acceso a la atención materna, exponiendo tanto a madres como a sus hijos a riesgos e incluso mortales», advierte Médicos Sin Fronteras (MSF) en un comunicado.

En la zona de Rafah, el hospital materno Emiratí sigue siendo el principal centro que atiende las necesidades de salud materna de las mujeres desplazadas, pero «sólo puede atender los partos más urgentes y con riesgo de muerte».

En la actualidad, está atendiendo el triple de partos que antes de la ofensiva. Para reducir el riesgo de morbilidad y mortalidad materna y neonatal, MSF está prestando apoyo al hospital Emiratí añadiendo 12 camas al área de maternidad, hasta alcanzar una capacidad de 20 camas.

«La situación en Rafah es aterradora»

«Con tanta gente desplazada, la situación en Rafah es aterradora. Todos los lugares están superpoblados, con gente viviendo en tiendas de campaña, escuelas y hospitales. El hospital Emiratí está atendiendo ahora el triple de partos que antes de la guerra», señala la coordinadora de emergencias de MSF en Gaza, Pascale Coissard.

Subraya que «ser madre en Gaza es muy difícil. La situación en la que están es complicadísima porque no tienen porque no tienen una casa donde vivir. La mayoría vive en tiendas, si tienen suerte y algunas ni siquiera cuentan con una tienda propiamente dicha, sino con apenas un trozo de plástico bajo el que tienen que vivir bajo con sus hijos, embarazadas. Tener que dar a luz en estas condiciones no se le desea a nadie. No todas tienen acceso a hospitales para parir».

«Las necesidades son enormes. Los equipos de MSF están profundamente alarmados por el deterioro de la atención obstétrica en Gaza causado por los continuos bombardeos, las restricciones a la ayuda humanitaria y los ataques a instalaciones sanitarias», alerta la ONG.

Dar a luz en letrinas

«He escuchado –añade Coissar– a mujeres que han parido en letrinas, al lado de las tiendas donde viven. Además, una vez que han parido, puede que no tengan ni ropa para su recién nacido».

«Lo que necesitamos para poder hacer frente a esta crisis es que esta guerra pare, necesitamos un alto el fuego. Necesitamos la paz para que puedan parir sin tener que pensar que sus hijos están bajo las bombas, sin saber si van a poder trasladarse de sus tiendas a hospitales. Necesitamos que esta guerra pare para que ellas puedan vivir en paz y sus hijos también», remarca Coissar.

«Las primeras 24 horas del posparto son las de mayor riesgo de complicaciones»

Rita Botelho de Costa, responsable de actividades de matronas de MSF, incide en que «sin suministros médicos suficientes y con demasiados pacientes, el sistema sanitario está desbordado y las madres se ven obligadas a recibir el alta a las pocas horas de dar a luz. Las primeras 24 horas del posparto son las de mayor riesgo de complicaciones y con la gente viviendo en condiciones calamitosas, es importante mantener a la paciente en el hospital el mayor tiempo posible».

Muchas mujeres embarazadas no han recibido ninguna atención desde el inicio de la ofensiva militar sionista y no han podido hacer un seguimiento a la salud de su hijo.

Anemia y desnutrición

Más de un tercio de las pacientes que acudieron a atención prenatal presentaban anemia. La desnutrición también está muy extendida entre embarazadas y lactantes. Además, casi la mitad de las embarazadas presentan infecciones genitourinarias.

En la primera semana de enero, profesionales de ginecología y obstetricia de MSF atendieron a más de 200 pacientes en la clínica de Al-Shaboura. «Sin embargo, sin una ayuda humanitaria suficiente a Gaza y sin protección para los pocos centros de salud que siguen operativos, la prestación de asistencia seguirá siendo una gota en el océano».

Por ello, exige un alto el fuego inmediato e incondicional, así como restablecer «sin demora» el flujo de ayuda humanitaria y el sistema de salud, «del que depende críticamente la supervivencia de madres y niños» en la Franja.