La campaña gallega comienza con dos favoritos y la esperanza en cenit del BNG
El actual presidente de la Xunta (PP) y la nacionalista Ana Pontón encabezan las preferencias en todas las encuestas. Los soberanistas creen que esta vez quebrar la mayoría absoluta está más cerca que nunca. Propuestas, debates y la participación como factor clave.
Este viernes se ha dado el pistoletazo de largada a la campaña para las elecciones autonómicas gallegas, que tendrán cita el próximo 18 de febrero y que por primera vez en mucho tiempo no compartirán domingo con los comicios para elegir lehendakari en la CAV.
En la pole position de esta competencia están sin dudas el candidato del PP y presidente saliente de la Xunta, Alfonso Rueda, y la líder de la oposición y portavoz del Bloque Nacionalista Galego, Ana Pontón.
La diferencia en las encuestas es sideral entre ambos pero la última encuesta del CIS da esperanzas a los nacionalistas gallegos, al otorgar a los «populares» entre 36 y 38 escaños [la absoluta está en 38] y al BNG, entre 20 y 26, lo que daría opción de gobernar con el PSOE [que tendría 15-17 diputados]. La encuestadora privada Sondaxe da la mayoría absoluta cómoda al PP y anuncia la entrada en el Parlamento de Santiago de Compostela de Sumar y de Democracia Ourensana (Podemos, que va en solitario, no superaría el 2%, la misma suerte que Vox).
La última encuesta del CIS da esperanzas de quebrar la mayoría absoluta del PP, aunque dependerá mucho del índice de participación
El PSOE lleva como candidato al diputado de las Cortes Generales José Ramón Gómez Besteiro, la apuesta de Ferraz para renovar el liderazgo del partido a nivel regional, que viene de sufrir el sorpaso de los independentistas en las atípicas elecciones del verano de la pandemia, en 2020. La formación ourensana se presenta en las cuatro circunscripciones (gobierna el Concello de Ourense) y todos creen que acabaría pactando más posiblemente con el PP que con el progresismo.
Los líderes nacionales están acudiendo a Galiza e implicándose en la campaña. Ya son varias las fotografías de Sánchez, Alberto Núñez Feijóo (la primera vez en un cuarto de siglo en que no aparece en una papeleta para las autonómicas), Yolanda Díaz y Santiago Abascal con sus candidatos a presidir la Xunta.
En el caso del líder del PP, él es parte, junto a Mariano Rajoy, del gran acto de lanzamiento de campaña de la derecha en la Praza de Touros de Pontevedra. Por su parte, Pontón ha elegido para la primera jornada visitar su casa familiar en la aldea de Chorente (concello de Sarria, en Lugo) y reivindicar el medio rural gallego. Todos los candidatos pegaron carteles en el tradicional lanzamiento de campaña formal en la medianoche del jueves.
Por su parte, Gómez Besteiro tendrá su primer gran mitin en Ourense el sábado por la mañana y contará con la participación del presidente del Gobierno, que volverá a Galicia. Es la tercera vez que Pedro Sánchez la visita en lo que va del año y cabe recordar que eligió A Coruña para hacer la convención ideológica de su partido a fines de enero.
Las cosas del comer
Uno de los éxitos del BNG es haber, ya desde hace varios años, virado en su estrategia política y tratado de ampliar sus bases de apoyo, aparcando en lo discursivo su proyecto independentista para hacer hincapié en las cuestiones materiales y del día a día de la clase trabajadora gallega. Los resultados electorales y las actuales encuestas les dan la razón.
Pontón se centra en medidas para mejorar la calidad de vida: ayudas a jóvenes, inversión en salud mental, un programa de «compre galego»...
Por eso es que, además de reforzar el autogobierno y exigir a Moncloa las transferencias pendientes (varias, según el estatuto de autonomía), Pontón ha prometido ya en la precampaña varias iniciativas para mejorar la calidad de vida material de los gallegos: llevar el peso de la industria al 23% del PIB, duplicar las ayudas de los jóvenes para su primer alquiler, la intervención pública en Alcoa, llevar la inversión en salud mental a los 500 millones de euros anuales, un programa de «compre galego» para favorecer la adquisición de producción regional en los comedores escolares y hospitales, y 12.000 viviendas públicas, entre otras medidas.
La apuesta de Pontón para liderar las papeletas pisa sobre suelo firme: repetirán acompañándola como número dos en A Coruña (la principal circunscripción gallega en el reparto de escaños) la actual diputada y escritora Mercedes Queixas, mientras que encabezará en la segunda provincia, Pontevedra, el también diputado Luis Bará Torres.
Por su parte, Rueda ha apostado en sus promesas por su electorado más fiel, el votante mayor de 60 años, con promesas de subvenciones a través de un Carné +65, un bono para las personas dependientes y subsidios a menores de familias numerosas que quieran practicar deporte federado, además de las clásicas rebajas de impuestos.
En su discurso, y ante el ascenso del BNG, el PP azuza el miedo a un «procés» gallego si suman mayoría los soberanistas junto al PSOE. De hecho, la secretaria general de los «populares», Paula Prado, pidió públicamente al Bloque que no enviara representantes a la manifestación en Bilbo por la situación penitenciaria de los presos de ETA y dijo que era algo «absolutamente insultante» que participara de un «homenaje a una banda terrorista que asesinó a 68 gallegos».
El PP azuza el miedo a un «procés» gallego e instó públicamente al BNG a no ir a la manifestación por los presos del 13 de enero en Bilbo
«Que el BNG se quite el disfraz de moderación con el que pretenden engañar, son un partido radical, independentista y que apoya causas terroristas». disparó, demostrando el tono que mantendrá la derecha en las elecciones. El PP gallego, sin apelar a la bandera española pero con este tipo de frases a veces ayusistas, hace un péndulo discursivo que con éxito logra abarcar a todo el espectro de la derecha: este es el único parlamento en donde Vox no ha conseguido (ni conseguirá) escaño.
Con todo, el BNG tiene la mayor esperanza de toda su historia en lograr la presidencia de la Xunta. Saben que es difícil pero nunca estuvo más a tiro: fuentes del Bloque preguntadas por NAIZ aseguran que si se alcanza una participación de votantes que orille el 65%, la pérdida de la mayoría absoluta del PP es un hecho (en las anteriores autonómicas, en aquellas circunstancias atípicas, votó el 58%).
Pontón tiene en contra que muchos votantes que desean cambio no acaban de motivarse en ir a votar porque consideran al PP imbatible, además de que el sistema electoral da una sobrerrepresentación en escaños a quienes sufragan en Lugo y Ourense, que es donde más porcentajes favorables obtiene la derecha.
También un elemento en contra es la dispersión de votos progresistas en las opciones de Sumar y Podemos, que no lograron un acuerdo electoral y que posiblemente queden fuera del Parlamento (hay un suelo de 5% de votos por circunscripción, establecido en tiempos de Fraga Iribarne).
Un caras a cara
Están previstos dos debates, un cara a cara entre Rueda y Pontón y otro con los cinco principales candidatos. De hecho, este viernes por la mañana ya hubo uno organizado por la Cadena Ser al que Rueda envió a un alto cargo de su gobierno como representante, pero sí asistieron Pontón y Besteiro.
En tanto, los medios públicos vuelven a estar en el ojo de la tormenta y es ya una constante en la crítica de la oposición y los sindicatos de prensa en Galicia: la Justicia Electoral ha dado la razón en forma parcial a un reclamo del BNG y ha exigido a la CRTVG (la corporación de medios públicos gallega) que incremente la cuota de difusión que había anunciado para el partido soberanista.
La campaña cierra el 16 de febrero y su impacto en la política del Estado no será nada despreciable.