La pegada del PSG marca la diferencia ante una Real Sociedad valiente pero sin gol (2-0)
Los donostiarras han jugado de tú a tú frente al gigante francés hasta que Mbappé ha cazado un balón a la salida de un córner para abrir el marcador. A partir de ahí, la Real ha sufrido durante la última media hora y Barcola ha aumentado la desventaja (2-0).
Caer en París entraba dentro de lo posible. De hecho, entraba dentro de lo esperable. Pero hay formas y formas de caer. La Real ha elegido ir de cara y saltar al Parque de los Príncipes en busca de la victoria. Y que fuera lo que tuviera que ser. Durante la primera parte y el arranque de la segunda los donostiarras se han hecho acreedores a todo tipo de elogios por su valentía y su buen juego. Pero sin gol no hay paraíso.
Así, ha aparecido un Kylian Mbappé por el que suspira el Real Madrid desde hace años para romper el empate inicial. El francés da él solo una sensación de peligro que únicamente ofrecen los mejores, los elegidos. A partir de ahí, la Real ha acusado el golpe y no ha podido aguantar la desventaja mínima. Barcola ha hecho el segundo y la vuelta en Anoeta dentro de tres semanas se antoja muy cuesta arriba. Pero ninguna duda de que este equipo no va a entregar la cuchara sin intentarlo.
Imanol ha apostado por el once que mejor resultado le ha dado en lo que va de curso, con las inclusiones obligadas de Javi Galán en el lateral izquierdo y André Silva en punta de ataque. Oyarzabal finalmente ni se ha vestido de corto y el técnico de Orio se ha decantado por el portugués, que ya fue titular ante Osasuna, en detrimento de Sadiq.
La Real no ha necesitado ni un minuto para advertir al PSG que iba en serio, con un chut de Silva que se ha marchado por poco. Los blanquiazules han saltado al Parque de los Príncipes tratando de presionar arriba, pese a la peligrosidad de los atacantes locales.
Lo ha confirmado Mbappé en una rápida contra, aprovechando una pérdida de Zubimendi. Dembelé ha lanzado a su compañero y este se ha plantado solo ante Remiro, pero el de Cascante ha firmado un paradón con su manopla derecha.
Al cuarto de hora la Real ha vuelto a pisar área con peligro, con una jugada de Kubo que ha disparado mordido tras volver loco a su par, Beraldo. Otra jugada del japonés, que ha renovado esta semana hasta 2029, la cabeceaba Silva ligeramente desviada. Tercer aviso.
El PSG tenía más el balón, pero el miedo era más sicológico que real, salvo las arrancadas de su dupla ofensiva. Pasada la media hora, Le Normand tenía que frenar a Dembelé con una zancadilla. Tarjeta.
Merino al larguero
Kubo seguía bullicioso por la izquierda y ha puesto otro balón goloso que no ha encontrado rematador. Y justo antes del descanso Merino soltaba un zapatazo que se iba fuera tras golpear en la cruceta de Donnarumma.
El especialista en fútbol francés Andrés Onrubia afirmaba en su cuenta de X que «la Real Sociedad es el mejor equipo que ha visitado el Parque de los Príncipes esta temporada. Y, además, con una diferencia abismal respecto al segundo. Primera parte espectacular de los de Imanol Alguacil». Cabe recordar que en la fase de grupos de Champions pasaron por ese campo conjuntos del renombre del Borussia de Dortmund, Newcastle y Milan.
La segunda parte seguía por la misma tónica, pero en el fútbol de élite la diferencia la marcan los jugadores capaces de decidir partidos. De esos hay pocos y son carísimos, inalcanzables para la mayoría. Uno de ellos es Mbappé, que en un córner peinado por un compañero aparecía solo en el segundo palo –su marcador, Traoré, estaba siendo atendido fuera, y Kubo le ha dejado libre– para mandarla a la red (1-0, 57’).
El gol ha sido un puñetazo al estómago de la Real, que se ha quedado sin aire. Agarrado a las cuerdas, el equipo donostiarra sufría ante un PSG crecido. No ha podido ser, Barcola ha recibido pegado a la banda izquierda, se ha marchado de Traoré, Zubeldia no ha llegado a la ayuda y Remiro no ha podido detener el disparo raso y cruzado (2-0, 70’). Los franceses paladeaban la oportunidad de sentenciar antes de la vuelta.
Imanol ha metido a Turrientes, Sadiq –el nigeriano no está, deambula como alma en pena– y Pacheco por Brais, Silva y un Le Normand amonestado. La Real buscaba el gol que le diera esperanzas, pero el viento había cambiado y se veía más cercano un 3-0 que hubiera sido demoledor. Quedan 90 minutos en Anoeta y el pase está muy complicado, pero nadie duda de que lo van a intentar. Porque si se cae, que sea con la cabeza alta.