Los barrios basauriarras de Kareaga y San Miguel claman por una atención pediátrica adecuada
Con una población pediátrica de más de mil quinientas personas, los centros sanitarios de Kareaga y San Miguel, en Basauri, se han visto afectados por la decisión de Osakidetza de no sustituir al médico infantil de este último centro, jubilado en setiembre. Los vecinos y vecinas exigen una solución.
La jubilación el pasado mes de septiembre del pediatra que atendía a los niños y niñas de San Miguel, en Basauri, y la decisión de Osakidetza de no sustituirlo por otro profesional, ha propiciado una situación de estupor y enfado no solo en ese barrio sino también en el de Kareaga –y otros barrios adyacentes– igualmente damnificado por una medida que solo se entiende desde la falta de planificación y de un mínimo de empatía con la situación de miles de familias.
Y es que los responsables del Servicio Vasco de Salud, de común acuerdo con el Ayuntamiento, optaron por llenar ese vacío partiendo la jornada laboral de una de las dos pediatras que atendía en Kareaga, de modo que ahora dedica a ese centro sanitario –donde también acuden los menores de Basozelai y Bidebieta, más de un millar en total–, un tercio de la jornada, y se desplaza a San Miguel, en la otra punta de la localidad, para cubrir los dos tercios restantes.
«Está una hora y pico atendiendo en El Kalero y luego se va a San Miguel, donde atiende otras dos horas y pico, porque entre centro y centro hay bastante distancia, y entre una cosa y otra, que sale, que llega, que abre.., pasa tiempo. Y si a esto le añadimos que esta persona ha tenido que coger una reducción de jornada, pues el tema se complica mucho más». Quien así se lamenta es Vicente Zuloaga, miembro de Kareaga Auzo Elkartea. Explica a NAIZ que en su centro de referencia han pasado de esta forma de tener dos pediatras a contar «con uno y menos de un tercio», mientras que en San Miguel tienen «menos de dos tercios». Y el cambio se hace notar.
«El tema se complica mucho, porque a veces toca ir desde El Kalero a San Miguel para que te puedan atender, porque en esa franja horaria la pediatra está allí, otras veces a los de San Miguel les toca venir al Kalero porque en esa franja horaria está aquí, y cuando no está ni en un sitio ni en otro toca ir a las urgencias de Ariz –donde está el ambulatorio principal de Basauri–. Y al final saturamos todo», expone.
«Nos dijeron que eso era lo que había»
Zuloaga explica que en el barrio se enteraron del cambio el mismo mes de septiembre, «en el último momento», y decidieron moverse ante lo que consideran una situación inadmisible, sobre todo para los más de mil quinientos menores potencialmente afectados y sus respectivas familias.
Ese mismo mes de septiembre, las asociaciones vecinales acudieron al pleno del Ayuntamiento, pero desde el Consistorio se limitaron a decirles que «habían llegado a un acuerdo con Osakidetza con este reparto con el cual no estamos conformes». «Ni nosotros, ni las asociaciones de Basozelai, de Bidebieta, y la de San Miguel tampoco. No está conforme nadie», resume tajante. Añade que «posteriormente Osakidetza nos mandó una nota diciéndonos que eso es lo que había, y punto. No hay más interlocución».
«Desde el Ayuntamiento nos dijeron que habían llegado a un acuerdo con Osakidetza con este reparto con el cual no estamos conformes. Ni nosotros, ni las asociaciones de Basozelai, de Bidebieta, y la de San Miguel tampoco. No está conforme nadie»
Ellos, claro, no se resignaron ante esa respuesta, y tanto las asociaciones vecinales como las AMPA de los barrios implicados iniciaron una recogida de firmas que, de momento, cuenta con más de cuatro mil adhesiones.
«Estamos intentando difundir lo ocurrido y que todo el mundo sea consciente de lo que pasa», indica, consciente, además de que no son una excepción. «En estos últimos días hemos sabido que Usansolo está en una situación similar a la nuestra, hemos hablado con la Asociación de Pediatras de Bizkaia, donde nos han explicado que en otras zonas también tienen problemas. Aparentemente, es un tema bastante generalizado», resume Zuloaga.
Lo que piden es fácil de entender. «Nosotros demandamos volver a la situación anterior, porque en esta situación los críos están mal atendidos, los pediatras están saturados, no dan abasto y las urgencias también están saturadas, porque en el momento en que falta uno de los pediatras todo se deriva a urgencias, que además no solo atiende a los de Basauri, también a los de Arrigorriaga, Ugao... Complica mucho la vida de las familias», resume.
Avanza que van a llevar a cabo más iniciativas y movilizaciones si no se les atiende, aunque están a la espera de concretarlos. Mientras tanto, solo cabe aguardar a que entre los responsables políticos y sanitarios de la CAV acabe primando el sentido común y la vocación de servicio público, para que una jubilación justa y merecida no acabe zarandeando la atención médica de ningún barrio más.