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La retirada de Haley allana el camino a otro duelo Trump-Biden

Nikki Haley lo intentó todo hasta que la evidencia se impuso: el Partido Republicano en 2024 es una organización a imagen y semejanza de Donald Trump. Los conservadores más moderados o simplemente opuestos al expresidente se quedan así huérfanos, aunque su voto será clave.

Combo de imágenes de Donald Trump y Joe Biden. (Tannen MAURY - Brendan SMIALOWSKI | AFP)

 Cuando comenzó el ciclo de primarias republicanas con los primeros debates, todos los candidatos se comprometieron a apoyar a la persona que resultara ganadora como aspirante republicano a la Casa Blanca. Todos, menos Donald Trump, que del mismo modo rechazó debatir con el resto de los candidatos.

En los últimos días, Nikki Haley también ha descartado apoyar de forma automática a Trump aunque este resultara automáticamente elegido. En su retirada, la exembajadora ante la ONU le deseó lo mejor al expresidente, pero sin llegar a apoyar la candidatura de Trump. «Ahora le corresponde a Donald Trump ganarse los votos de aquellos en nuestro partido y más allá que no le han apoyado, y espero que lo haga. La política se trata de atraer a la gente a tu causa, no de ahuyentarla. Y nuestra causa conservadora necesita más gente a toda costa», señaló Haley.

El expresidente arrasó el supermartes en 14 de los 15 estados donde se celebraron primarias. Haley obtuvo su premio de consolación ganando en la progresista Vermont, que permite participar en las primarias a todos los ciudadanos, aunque no estén registrados en el Partido Republicano.

Pero Trump obtuvo centenares de delegados en el resto de las elecciones, y ya cuenta con 995, mientras que Haley aún no ha llegado al centenar. En la convención, que se celebrará en julio en Milwaukee, el candidato ganador necesita el apoyo de al menos 1.215 delegados, algo que Trump se asegurará en las primarias de los próximos días.

Nikki Haley, que cuando presentó su candidatura no era la más antitrumpista (el exgobernador de New Jersey Chris Christie era su contrincante más crítico, mientras Haley utilizaba un discurso más ambiguo para no criticar al expresidente: «Trump fue un buen presidente en su momento, pero ahora necesitamos mirar al futuro»), se ha convertido en una formidable opositora en las últimas semanas hasta llegar a exasperar al magnate neoyorquino.

La tenacidad de la exgobernadora de Carolina del Sur, junto al apoyo financiero que ha tenido hasta el final, han impedido que Trump pudiera cerrar el ciclo de primarias para lanzarse a la propia campaña presidencial contra Biden.

LA PISTA DE ATERRIZAJE

Aunque el resultado de las primarias estaba cantado desde que en enero Trump venciera en New Hampshire, en las elecciones en las que teóricamente Haley tenía más posibilidades, el supermartes ha sido más la pista de aterrizaje que el principal motivo para que la candidata abandonara la carrera presidencial. El verdadero revés llegó la víspera y las semanas anteriores desde Washington, en dos decisiones de la Corte Suprema que cerraban el camino de Nikki Haley.

Estaba claro que Trump ganaría las primarias, pero no tanto si los numerosos juicios que le esperan le permitirían estar en la papeleta de voto en noviembre. Este pasado lunes, el Supremo apuntaló la candidatura de Trump al decidir que los estados no tienen potestad para descalificar a un aspirante, incluso si hubiera participado en una insurrección.

El juicio por el asalto al Capitolio se retrasará hasta otoño y culminará alrededor de las elecciones, o una vez celebradas

 

No menos importante fue la decisión de la semana anterior de admitir a trámite el recurso del expresidente contra la decisión unánime de la Corte de Apelaciones, que rechazaba la inmunidad presidencial de Trump. Seguramente el Supremo terminará avalando esa sentencia, pero al admitir el caso a trámite, este resultado no llegará hasta junio, lo que en la práctica supone que el inicio del juicio por el asalto al Capitolio se retrase hasta otoño, con lo que culminará alrededor de las elecciones, e incluso una vez celebradas.

La opción de Haley pasaba por que este juicio, previsto en un principio para marzo, no se demorará tanto y hubiera una condena contra el exmandatario a tiempo para la Convención republicana que se celebrará en julio.

UNA MINORÍA NECESARIA

¿Y qué ocurre con todo el apoyo que ha obtenido Nikki Haley? Es la pregunta del millón en estos momentos. Aunque Trump ha demostrado tener un control férreo sobre el partido republicano y sus bases en casi todos los ámbitos, Haley también es la prueba del desencanto, minoritario pero importante, que existe en la derecha estadounidense.

La población con estudios y la clase media de los suburbios, en especial mujeres, han votado masivamente a Haley

 

La derecha evangélica ya se ha volcado con Trump, pero la población con estudios universitarios y la clase media de los suburbios de las ciudades, en especial las mujeres, han votado masivamente a Nikki Haley. Son una minoría en el espectro conservador, pero una minoría sin la cual Donald Trump no podrá llegar a la Casa Blanca.

Ése es el juego que comienza ahora. En las últimas semanas ha habido varias quinielas con las figuras que podrían acompañar en el ticket a Donald Trump como candidato a la Vicepresidencia. El propio exmandatario se ha encargado de mantener la atención a este respecto, indicando qué nombres tiene en mente, como el gobernador de Texas, Greg Abbott; la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, o sus contrincantes en las primarias que han terminado por apoyarle, como el senador afroamericano Tim Scott; el gobernador de Florida, Ron DeSantis, o el empresario Vivek Ramaswany. Son figuras leales a Trump y todas muy escoradas a la derecha, incluso a la ultraderecha.

Si bien pudiera parecer una opción lógica para Trump, la del candidato a vicepresidente es llegar a parte de la población que pudiera ser reacia al candidato principal. En el caso de Trump, Mike Pence fue clave para atraer en 2016 a la derecha evangélica. Ese segmento ya se ha vuelto completamente trumpista; con lo que Trump deberá pensar si prefiere un candidato totalmente leal, pero que no le traiga nuevos votos, o se arriesga con alguien más alejado que le sirva para atraer a los conservadores que se han alejado del líder republicano. Por ahora, Haley ya ha indicado que no será vicepresidenta de Donald Trump.



Michelle Obama afirma que no se presentará

La exprimera dama Michelle Obama ha vuelto a tener que salir a desmentir los rumores que la situaban en la carrera electoral para la Casa Blanca. Conforme aumenta la preocupación en el campo demócrata por la edad de Joe Biden, las especulaciones sobre una posible apuesta de Obama se incrementan. No es la primera vez que ocurre, ya que la exprimera dama goza de una enorme popularidad, en especial entre los sectores progresistas del Partido Demócrata. Pero cada vez que se ha sugerido su posible entrada en la campaña electoral, lo ha descartado, y así lo ha hecho una vez más. Su gabinete de prensa reiteró que «la señora Obama apoya al presidente Joe Biden y a la vicepresidente Kamala Harris».



Demokraten boto kritiko asko Minnesotan

Primario errepublikanoetan emaitza argi bazegoen, are argiago zegoen demokraten aldean. Etxe Zurian dagoen agintariak gutxitan izaten du aurkari nabarmenik bere alderdi barruan, eta hala da Joe Bidenen kasuan ere, adinaren kezka gorabehera. Baina horrek ez du esan nahi alderdikide guztiak berarekin erabat ados daudenik. Azken hilabeteetan Gazako egoerak protesta eta manifestazio jendetsuak piztu ditu Estatu Batuetako hirietan, eta joan den astean Michigango primarioetan gorpuztu zen protesta-botoak oihartzuna izan du Astearte Handian ere.

Herrialdearen iparraldeko beste estatu handian, Minnesotan, arabiar edo musulman jatorriko komunitate handia dago; oso haserre daude Israel Gazan egiten ari den sarraskien aurrean Etxe Zuriak daukan jarrerarekin. edo «konpromisorik gabeko» botoak 100.000 babes izan zituen Michiganen, eta arrakasta horrek hauspotuta ekin zioten Astearte Handiko mobilizazioari. Hala, Minnesotan botoen %19 izan ditu Bidenekiko jarrera kritikoak (45.000 boto), eta 11 ordezkari lortu ditu abuztuan Chicagon egingo den konbentzio demokratarako. Beste estatu batzuetan ere babes garrantzitsua lortu du «konpromisorik gabeko» botoak. Ipar Carolinan %12 izan dira, eta %9 Massachusettsen.

Arabiar-estatubatuar gehienek Bidenen aldeko botoa eman zuten 2020an, Trump Presidentetzatik kanporatzeko asmoz. Badira aurten halakorik egingo ez dutela diotenak, beste batzuek onartzen dute azkenean demokrata bozkatuko dutela, baina jarrera aldaketa sakona eskatzen diete alderdiari eta presidenteari.

Duela astebete Bidenek entzungor egin zion Michigango boto kritikoari. Minnesotakoaren ostean, atzo ezinbestean aipatu behar izan zuen. «Presidenteak uste du zure ahotsa entzunaraztea eta demokrazian parte hartzea oinarrizkoa dela -esan zuen Bidenen kanpainako bozeramaileak-. Bere helburua ere bada Ekialde Hurbilean indarkeria amaitzea eta bake justu eta iraunkorra izatea. Horretarako buru-belarri lanean ari da».