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Feminismo y vida contra desigualdad y explotación, mensaje en las marchas del 8M

Las capitales vascas acogen potentes movilizaciones esta tarde con motivo del 8 de Marzo, reclamando igualdad y el final de todas las violencias contra las mujeres, no solo físicas. Han incidido especialmente en un sistema público de cuidados, recogiendo la estela de la huelga del 30 de noviembre.

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La denuncia de la explotación de la mujer en los ámbitos laboral y de cuidados es una de las referencias principales de las movilizaciones de este 8 de Marzo, que se suceden esta tarde en capitales vascas y algunas cabeceras de euskaldes aglutinando a miles y miles de personas. La primera en ponerse en marcha ha sido la de Baiona, a las 18.00 desde la Herriko Etxea, a la que ha seguido la de Donostia, media hora después desde el túnel del Antiguo para recorrer el Paseo de la Concha, así como la de Gasteiz.

El movimiento feminista vasco ha mostrado su malestar «con las bonitas palabras» que en la práctica «no nos sirven de nada» y ha puesto como ejemplo el recientemente anticipado «pacto de cuidados» en la CAV, a falta de concreciones. «Hacéos cargo ya», era la apelación directa lanzada por las movilizaciones, desde las pancartas que abrían camino. «Gure bizitzekin negoziorik ez!», han reivindicado.

Junto a ello, se ha denunciado la existencia todavía de una brecha salarial supone que las mujeres cobran 7.000 euros menos que los hombres al año. Y se ha hecho hincapié en la precariedad añadida que sufren las mujeres migrantes. Muchas de ellas se han sumado a estas movilizaciones y en cabeza de las mismas en puntos como Gasteiz.

En todas las movilizaciones han participado miles de personas. La más concurrida ha sido la de Bilbo, como refleja este vídeo al paso por la Gran Vía.

También en Iruñea la participación ha sido muy alta, llenando de lado a lado la Avenida del Ejército tras haber partido del Parque Antoniutti. Pese a las previsiones, la lluvia no se ha hecho presente en este 8 de Marzo, lo que ha facilitado la concurrencia y también el ambiente de las protestas.

Si en la capital navarra la manifestación de los agricultores del 15 de febrero fue estimada en 8.500 personas, esta ha ocupado casi el doble de extensión. Aquella columna se alcanzó desde la Plaza Conde Olivetto hasta el número 32 de la Avenida del Ejército. En esta ocasión, la cabecera alcanzó la puerta de Getoki en el momento en que salían las últimas manifestantes desde Antoniutti.

La primera parte de la manifestación era más brava, más reividicativa. Pusieron el pie en la carretera al grito de «¿Quién cuida a las que cuidan?» y «Gora borroka feminista!». No pararon de lanzar consignas a lo largo de la marcha hasta el final, cuando adoptaron un tono más festivo cantando «Feminismo pa' lante, machismo pa' atrás».

A lo largo de los más de 700 metros de la gigantesca marcha que ha ocupado calzada y acera, se han visto numerosas pancartas. La más destacada, y tras la que se ha agolpado más gente, ha sido la que vinculaba esta lucha con la de las mujeres palestinas.

También se vieron muchas pancartas individuales. «Tranquila mamá, no salgo sola» y, junto a ella, otra que proclamaba «Que arda todo».

Sin embargo, ha sido la situación en Gaza la que ha impregnado la mayoría de elementos de protesta. Muchas asistentes llevaban pañuelos donde se leía «Palestina tiene nombre de mujer». Otra pancarta de mano rezaba «Normalicemos la sangre menstrual, no la de Palestina». 

El primero de los discursos finales se ha cedido a una mujer palestina y el resultado ha removido los corazones de las presentes. Ha recordado a las mujeres que están dando a luz por cesárea. «En estos momentos hay bebés muriendo por desnutrición en brazos de sus madres», ha denunciado. 

«Pero tengo que deciros una cosa: las mujeres palestinas son fuertes, muy fuertes», ha asegurado. Entonces la plaza ha arrancado a corear: «Gaza, aguanta, Navarra se levanta». 

Los discursos siguientes han estado centrados en la visibilización de la precariedad del sector de los cuidados y uniendo la protesta con las manifestaciones hermanas en el resto de ciudades de Euskal Herria. 

Guateque frente a las multas de la huelga

En Donostia, a modo de anécdota significativa, tras la movilización vespertina por la noche se llevará a cabo un «guateque» en Herria Taberna de Ikatz Kalea para ayudar a sufragar las multas impuestas por una protesta ante Diputación de Gipuzkoa en la huelga general del 30 de noviembre.

En la capital guipuzcoana un grupo nutrido de pensionistas se ha unido al grupo en mitad del paseo de la Concha entre aplausos. Junto a ellas han caminado hasta el Boulevard jóvenes que tenían 50 ó 60 años menos; generaciones diferentes unidas en una misma lucha. La implicación juvenil en este 8 de Marzo va en aumento año a año de un tiempo a esta parte.

Las movilizaciones han tenido muy presente también la situación en Gaza. El «genocidio y masacre» que allí está ocurriendo han sido denunciadas con profusión de símbolos palestinos y también con el recordatorio de que «los cuerpos de las mujeres son los primeros territorios de conquista». Una representante palestina ha intervenido en la Plaza de la Virgen Blanca al fin de la marcha de la capital alavesa. 

Faltan las internas, pero siempre están presentes

En Bilbo, un año más, el movimiento feminista ha vuelto a llenar la Gran Vía en una marcha que ha comenzado a las 19.00 desde el Sagrado Corazón para concluir en el Ayuntamiento y dejar otra vez la estampa que ya dio la vuelta al mundo en la huelga de 2018.

Antes de comenzar, el colectivo de las trabajadoras de hogar han realizado una performance para denunciar la extremadamente precaria situación que viven. «No estamos todas, faltan la internas», «las migradas, las más precarizadas» o «Sin convenio no hay derecho» han sido algunos de los lemas que han coreado.

La manifestación ha transcurrido en un ambiente muy reivindicativo, con numerosos lemas en carteles y consignas apuntando contra los culpables del precarizado sistema de cuidados: «El cuidado en las residencias lo gestionan fondos buitre» o «Gobierno y patronal, alianza criminal» También la iglesia católica ha sido blanco de las criticas al grito de «Hasta quemar la conferencia episcopal».

Ya en la plaza frente al Consistorio, una de lasportavoces del movimiento feminista, Maite Irazabal, ha declarado que esta convocatoria por el 8 de Marzo se hace siguiendo la trayectoria del llamamiento de huelga que hicieron el pasado 30 de noviembre, para instar a las instituciones y «en este caso también a los hombres, a que se hagan cargo de los cuidados».

«Vamos a seguir empujando esa idea y también para que en este sistema heteropatriarcal y capitalista, las mujeres que sufren el trabajo más precario, que son las migrantes y las sinpapeles, y en general todas las mujeres, que el sistema de cuidados tiene que ser comunitario y público, aunque las instituciones nos roben un poco esta idea», ha afirmado.

Alcaldesa y consejera en Gasteiz

En la capital alavesa también ha habido protagonismo palestino en el acto final, puesto que se ha dado voz a una mujer para que denunciara el genocidio israelí, entre aplausos de apoyo.

A la marcha se han sumado tanto la alcaldesa de Gasteiz, Maider Etxeberria, como la consejera de Políticas Sociales de Lakua, Nerea Melgosa.

En la Plaza de la Virgen Blanca han confluido todo tipo de reivindicaciones, desde la que pedía el retorno a casa de las mujeres presas en Zaballa a la de trabajadores de limpiezas de Osakidetza, que han mostrado carteles dirigidos a Gotzone Sagardui.