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Bielsa lo vive con tal intensidad que se enfadó por los cambios ilimitados de Euskal Selekzioa

El técnico de Uruguay pensaba que no se iban a llevar a cabo más de los cinco cambios habituales en un partido de competición, y su cabreo llegó hasta tal punto que no quiso comparecer al terminar el choque.

Arrasate conversa con el árbitro mientras Bielsa despotrica en la banda de San Mamés. (FOKU)

Fútbol es fútbol, aunque sea un partido amistoso, y el encuentro entre Euskal Selekzioa y Uruguay dejó una pequeña polémica, que quedará en el futuro como anécdota, por un malentendido previo. Nada sorprendente estando además de por medio Marcelo Bielsa, un técnico que lo vive todo al 110%.

El caso es que su homólogo vasco, Jagoba Arrasate, convocó a veinte jugadores con la lógica intención de que todos saltaran al césped, ya que vestir la camiseta tricolor no es un privilegio habitual. De hecho, hacía tres años que Euskal Selekzioa no jugaba, y repartir los minutos es la forma de agradecer su compromiso a los deportistas.

El de Berriatua hizo seis sustituciones al descanso, lo que ya despertó las suspicacias de Bielsa. «Dijimos que eran cinco los cambios, ya los hiciste los cinco. ¿Querés hacer un sexto? Hacelo, pero ese es el límite, lo que usted planteó», apuntó en la banda café en mano.

Uruguay sí juega competiciones oficiales, utiliza este tipo de amistosos para prepararse y Bielsa abogaba por acercarse lo más posible a una competencia real, con solo cinco variaciones. Y ya su enojo se disparó al darse cuenta más tarde de que Arrasate quería dar entrada a los tres jugadores que aún no habían salido.

Lo explicó Arrasate al término del choque: «Hay un contrato entre los dos participantes donde estaba establecido eso, por eso hacemos una convocatoria de 20 jugadores. Luego, al ser un partido catalogado como UEFA B, tenía que haber un acuerdo entre ambos para que hubiese más de seis cambios. Entendíamos que sí existía, pero desde Uruguay nos dicen que no y por eso fui a pedirle a Bielsa que por favor me los dejara realizar».

El técnico de Rosario accedió, pero estaba tan molesto que ni siquiera quiso comparecer ante los medios.