Israel señala a la ONU como enemiga tras las denuncias de Guterres
El Gobierno israelí acusó a la ONU de ser una «organización antiisraelí que protege el terrorismo» tras la exigencia de su secretario general, Antonio Guterres, de que ponga fin a la «pesadilla sin fin» y al castigo colectivo que sufre la población de Gaza.
El ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, señaló a la ONU como «organización antiisiraelí» como reacción a las denuncias del secretario general de este organismo, Antonio Guterres, que quiso realzar su petición de un alto el fuego inmediato con una visita a la frontera cerrada de la Franja de Gaza.
«Bajo su liderazgo, la ONU se ha convertido en una organización antisemita, antiisraelí que protege y anima el terrorismo», manifestó Katz, quejándose de que culpara a Israel de la situación en Gaza, después de que el Ejército israelí haya devastado el territorio y masacrado y condenado a su población a la hambruna.
Guterres volvió a exigir que termine «la pesadilla sin fin» de los palestinos. «Nada justifica los horribles ataques de Hamas el 7 de octubre. Y nada justifica el castigo colectivo sufrido por el pueblo palestino. Ahora más que nunca, es hora de un cese el fuego humanitario inmediato», afirmó, a la vez que pidió la liberación inmediata de los israelíes cautivos «en el espíritu de compasión por Ramadán».
Agregó que «es hora de crear esperanza para el pueblo palestino de que habrá un Estado palestino» y también insistió en que debe hacerse «todo lo posible» para evitar la ofensiva contra la ciudad de Rafah, a la que el Gobierno israelí ya ha dado luz verde.
Recordó que el consenso sobre la catástrofe que puede suponer incluye a EEUU, la UE, la ONU y la comunidad internacional en general. Pero el propio Guterres reconoció la inutilidad de hacer peticiones a Israel sin mecanismos de presión más contundentes. Así, preguntado sobre la ofensiva en Rafah, respondió: «No me preguntéis cómo puedo garantizar que el Gobierno israelí haga lo que sea, porque está claro que el Gobierno israelí normalmente no hace lo que le pido».
Israel no solo hace oídos sordos, sino que sitúa a la ONU como adversario, algo que ya ha hecho con varios de sus organismos, como la agencia para los refugiados palestinos, Unrwa, a la que considera cómplice de Hamas.
Las acusaciones israelíes a la Unrwa, de las que no ha presentado prueba alguna, han sido secundadas de forma inmediata por varios de sus aliados, que suspendieron los fondos destinados a la agencia. En ese sentido, el ministro Katz elogió la decisión del Congreso de EEUU de no reanudar la financiación para la Unrwa hasta al menos 2025.
AYUDA HUMANITARIA
Israel trata de apartar a la Unrwa, así como a actores como Qatar, de cualquier relación con la ayuda o la administración de la Franja, para sustituirla por un control colonial a través de otros agentes, plan en el que encajaría el corredor marítimo, un mecanismo insuficiente para la extrema necesidad de 2,4 millones de personas.
«No hay manera de repartir ayuda de forma efectiva en Gaza sin un alto el fuego humanitario», insistió Guterres, que recordó que la distribución de la poca asistencia que llega a la Franja «degenera en situaciones de violencia y situaciones en las que la gente es bombardeada». Israel ha diezmado además a los encargados de controlar esta distribución.
También denunció que las autoridades israelíes rechazan algunos artículos, realizan inspecciones que duran días o directamente niegan la autorización a la entrada de convoyes, con 7.000 de camiones actualmente bloqueados.
Por otro lado, el Consejo de Seguridad de la ONU pospuso hasta mañana la reunión prevista ayer para votar una nueva resolución sobre Gaza que exige un alto el fuego inmediato, preparada por ocho de los diez miembros no permanentes. Rusia y China vetaron el viernes otra resolución presentada por EEUU, que consideraron insuficiente por su lenguaje hacia Israel.
Seis días de «batalla» en el hospital Al-Shifa
El Ejército israelí afirmó que continuará sus operaciones en el hospital Al Shifa «hasta la captura del último terrorista vivo o muerto». En el asalto que ha dejado inutilizado el mayor centro hospitalario de Gaza y lo ha convertido en un campo de batalla, ha matado al menos a 170 personas y ha detenido a varios centenares entre el personal, los pacientes y miles de desplazados a los que también ha forzado a huir.
Otros se encuentran atrapados en el asedio y el Gobierno gazatí denunció la muerte de cinco personas heridas en el cerco después de seis días sin alimentos ni agua. Según el Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos, el Ejército israelí está utilizando a civiles palestinos como escudos humanos. Por otra parte, mató a 19 gazatíes en un ataque sobre un grupo de personas que esperaban para recibir ayuda humanitaria en la rotonda de Kuwait de la Ciudad de Gaza.