El vertedero de Artigas construirá una depuradora para ampliar el tratamiento de lixiviados
La Diputación de Bizkaia construirá una nueva planta depuradora de lixiviados (líquidos residuales) en Artigas para poder hacer frente a la totalidad de estos residuos generados en el vertedero bilbaino. La obra costará 2,6 millones de euros y comenzará en junio.
La Diputación de Bizkaia ha adjudicado, a través de la sociedad pública foral Garbiker, la construcción de una nueva planta depuradora que ampliará la capacidad de tratamiento de los lixiviados que se generan en el vertedero de residuos urbanos de Artigas tanto en cantidad como en tipología. En su construcción, que se prevé iniciar en junio y cuenta con un plazo de ejecución de 14 meses, se invertirán 2,6 millones de euros.
Los lixiviados son líquidos que se generan cuando el agua pasa a través de residuos sólidos, en este caso los desechos orgánicos en vertederos. Estos líquidos pueden contener una mezcla compleja de compuestos químicos, incluyendo sustancias tóxicas y contaminantes. La gestión adecuada de los lixiviados es crucial para prevenir la contaminación del suelo y del agua subterránea. Se pueden tratar mediante diferentes procesos, como la filtración, la oxidación química o la evaporación.
Según ha explicado la portavoz foral, Leixuri Arrizabalaga, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno semanal, la nueva depuradora va a complementar las instalaciones existentes, «con el objetivo de dar respuesta a la demanda ocasionada por la expansión del vertedero y los nuevos sistemas de impermeabilización, ya que las características de los nuevos lixiviados que se generan en este entorno hacen necesario variar el proceso de tratamiento que se venía aplicando».
Además, las nuevas instalaciones tratarán los lixiviados que se producen en Bizkaiko Konpostegia y que, por su concentración, han venido tratándose en un gestor autorizado externo.
Según han especificado, la planta se construirá en la plataforma intermedia del vertedero de Artigas, una zona ya en desuso y consolidada, junto a la planta de Bizkaiko Konpostegia.
Arrizabalaga ha explicado que la elección del emplazamiento, se ha efectuado teniendo en cuenta que «es la zona adecuada para la recogida por gravedad del lixiviado que se genera en las nuevas celdas del vertedero». Además, ha asegurado que la construcción no afectará a los servicios de Bizkaiko Konpostegia ni del resto de instalaciones anexas, y que se trata de una zona cuya superficie útil se puede ampliar en el futuro utilizando los terrenos circundantes, en caso de que la depuradora exija un mayor espacio en el largo plazo.