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Iruñea está llena de dragones diminutos

A través de un ejercicio de ciencia ciudadana, se han documentado más de 400 avistamientos de salamanquesas en Iruñea. Conocido en euskara como 'dragoitxo', este pequeño reptil tiene que sacudirse muchos mitos. Ni muerde ni pica ni escupe ni tiene veneno.

Un ejemplar de salamanquesa o 'dragoitxo'. (Daniel García Mina)

Han aparecido 'dragoitxos' en paredes y rendijas de todos los barrios de la capital de Nafarroa. Aunque se tenía constancia de que la salamanquesa común (una variedad de gecko) estaba presente en la ciudad, ni por asomo se esperaba encontrar tantas. 

La búsqueda comenzó hace un año, cuando Daniel García Mina, apasionado de la fauna urbana, pidió colaboración a través de conocidos y redes sociales para mapear la presencia de este animal. «Teníamos avistamientos puntuales, pero hacía falta profundizar un poco. Estamos muy sorprendidos», explica a NAIZ el impulsor de la iniciativa. 

Una salamanquesa en una vivienda de Iruñea. (Daniel García Mina/avistadepajaros.wordpress.com)

El 'dragoitxo', reptil del ecosistema mediterráneo, es el mayor de los geckos de Europa. Aunque eso no signfica que sea demasiado grande. A lo sumo, veinte centímetros. Sí que resulta relativamente longevo para su tamaño. Viven unos cinco años y se han documentado ejemplares, bien alimentados en cautividad y ajenos a sus predadores, que alcanzan a los diez. 

Su espectacular morfología dragontina, con ojos grandes de pupila vertical rasgada y plagado de púas, ha sido en parte la culpable de su inmerecida mala fama. «Es un animal beneficioso. No pica. Los que sí pican son los mosquitos que come», asegura García Mina, que ha colgado los datos en su blog de Wordpress «avistadepajaros».

El trabajo colectivo que ha impulsado busca que la gente le pierda el miedo. «La gente le tiene asco y miedo a las culebras y los reptiles –insiste este observador de la naturaleza–, pero en el caso de las salamanquesas es algo totalmente injusto. Se han inventado que tienen veneno y que escupen, pero son animales absolutamente inofensivos». 

O, más bien, habría que decir que son inofensivos para el ser humano. Hacia ejemplares de su misma especie sí que se muestran agresivos. Se cree, además, que podrían desplazar a otros reptiles, como la lagartija, de los territorios que dominan. 

Un dragoitxo saliendo del huevo. (Raúl PASCUAL)

El trabajo que han realizado no solo ha localizado salamanquesas adultas, sino también se han localizado huevos en rendijas (son redondeados y las puestas las hacen de dos en dos cuando se acerca el verano) e incluso hay fotografías de 'dragoitxos' iruindarras rompiendo el huevo).

Ahora, a seguir monitorizando datos

Los más de 400 avistamientos en la capital navarra desde 2020 se concentran en mayor medida en los barrios de Arrotxapea, Txantrea, Antsoain y Alde Zaharra. García Mina matiza que puede haber cierto sesgo por la procedencia de los colaboradores, debida a sus círculos relacionales. Para el mapeo, además de contactos directos, han usado también datos de aplicaciones de ciencia ciudadana para teléfonos móviles. 

 

Avistamientos de salamanquesa en Iruñea. (Daniel García Mina)

«Estas aplicaciones son un fenómeno relativamente nuevo. Para pájaros son muy comunes, pero las hay genéricas para todo tipo de animales. Uno puede dar cuenta a través de ella del lugar y el momento en el que ha visto un determinado animal. Esa información la verifica después un revisor, que puede mandar un correo para cerciorarse, etc. Resultan muy útiles para estudiar la presencia de especies», comenta. 

Avistamientos de 'dragoitxos' Nafarroa.

En este sentido, con este primer mapa sobre la presencia de dragones en miniatura en Iruñea, lo que García Mina y los colaboradores pretenden es que esto sirva de punto de partida para un mayor conocimiento a partir de ahora. 

«Lo importante es que los datos no sean estanco y se les dé continuidad. Así podemos ver si la población aumenta o desciende y en qué zonas lo hace. Son animales mediterráneos, pero como el clima está cambiando, puede que cada vez los avistemos en mayor número más arriba. Si alguien ve alguna salamanquesa, que me escriba al blog». 

No hace falta ser un experto para identificar a uno de estos espinosos dragones en miniatura trepando en alguna pared. En Euskal Herria no existe ningún pariente que se le parezca.