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Computación cuántica, la nueva gran tecnología emergente

El centro tecnológico vasco Tecnalia está creando nuevos desarrollos técnicos para aprovechar las propiedades de la mecánica cuántica e implementar modelos híbridos clásicos-cuánticos de inteligencia artificial.

Alex Belaustegui y Jesús Valero, presidente y director general de Tecnalia. (TECNALIA)

Computación cuántica, inteligencia artificial, fabricación avanzada, movilidad sostenible e hidrógeno, con la descarbonización como eje transversal, son las principales apuestas tecnológicas que, por su elevado potencial de crecimiento, se ha marcado para este año Tecnalia, el mayor centro tecnológico del Estado, con un equipo de de más de 1.500 personas y una facturación que alcanzó los 137 millones de euros el año pasado (un 7% más).

Entre todas ellas destaca la computación cuántica, considerada como la nueva gran tecnología emergente. Se trata de una disciplina informática que utiliza principios de la mecánica cuántica para realizar cálculos a una velocidad potencialmente mucho mayor que las computadoras clásicas. Para ello, en lugar de utilizar bits tradicionales, emplea cúbits cuánticos, que pueden representar múltiples estados simultáneamente debido a la superposición cuántica, lo que permite abordar problemas complejos de manera más eficiente y realizar cálculos en paralelo.

En este ámbito, Tecnalia está creando nuevos desarrollos técnicos para aprovechar las propiedades de la mecánica cuántica e implementar modelos híbridos clásicos-cuánticos de inteligencia artificial, «con énfasis en los algoritmos de optimización cuánticos y en el aprendizaje-máquina». Para ello, el centro tecnológico vasco está colaborando con empresas como Quantum Mads, Elewit, Qcentroid o Ayesa.

En el apartado de la digitalización, Tecnalia desarrolla tecnologías digitales que pueden ser impulsoras de nuevos negocios o generar transformaciones en propuestas de valor inicialmente poco digitales, pero con potencial de escalar o diversificarse. Esta apuesta le ha llevado a colaborar con empresas como Sener, Gestamp, Maser o Norbolsa, para rediseñar sus procesos y favorecer el aumento de su competitividad a través de herramientas de inteligencia artificial. Además, cuenta con cinco laboratorios pioneros en ciberseguridad, de más de 1.000m2, para apoyar a las empresas en sus estrategias de transformación digital y facilitar la adopción de las tecnologías 5.0 de una forma segura y resiliente ante ciberataques.

A nivel industrial, el cenro tecnológico vasco ha colaborado con Petronor, Sidenor, Tubacex, Nortegás o Calcinor para impulsar su competitividad a través de una manufactura inteligente, mediante sistemas de monitorización, simulación y autoconfiguración basados en gemelos digitales e inteligencia artificial; flexible, mediante robótica colaborativa; y sostenible, con la adopción de nuevas tecnologías alineadas con el ecodiseño y la introducción de materiales avanzados.

Otra de las grandes tendencias del futuro es la movilidad, y de la mano de Crisalion está trabajando en vehículos de conducción remota y automatizada para la movilidad del futuro e impulsar un sector seguro, eficiente, inteligente y sostenible.

LABORATORIO DE HIDRÓGENO

En energía, Tecnalia ha desarrollado un robot aéreo para el mantenimiento e inspección de aerogeneradores para la industria offshore. Y en torno al hidrógeno, ha puesto en marcha en Donostia un laboratorio pionero dedicado al desarrollo de tecnologías para la generación, almacenamiento, transporte, distribución, usos y seguridad del hidrógeno. Actualmente, se están llevando a cabo más de 50 proyectos para la investigación y validación de tecnologías del hidrógeno, así como su escalado para acelerar su industrialización.

Por último, en el área de salud, promueve el envejecimiento saludable y la sostenibilidad de la población a través de la tecnología y la innovación, con el desarrollo de nuevas plataformas de diagnóstico o nuevas propuestas como la regeneración de tejidos dañados, a través de técnicas innovadoras de bioimpresión en 3D.

Con el fin de llevar a cabo todos estos nuevos desarrollos, Tecnalia invertirá este año 20 millones de euros en equipamientos e infraestructuras, lo que supone un incremento del 54,2%, que se destinará a la ampliación de instalaciones dedicadas a la fabricación inteligente, la movilidad y la digitalización, y laboratorios para ensayos de fuego y redes eléctricas.

El director general del centro, Jesús Valero, asegura que «la capacidad de inversión en equipamiento científico tecnológico es fundamental para cumplir nuestros objetivos. Prueba de ello es el laboratorio de hidrógeno que inauguramos el pasado mes de marzo, y que pone al servicio de las empresas unas instalaciones pioneras en Europa para avanzar en el desarrollo e implantación de tecnologías en este ámbito».

El sistema es capaz de detectar, clasificar y separar materiales de forma precisa. (TECNALIA)

Sistema de visión capaz de caracterizar materiales en tiempo real

El centro tecnológico vasco Tecnalia ha desarrollado un sistema basado en Inteligencia Artificial de visión capaz de detectar, clasificar y separar distintos materiales en tiempo real y de forma precisa; por ejemplo, residuos de construcción y demolición o plásticos.

El sistema SmartEye busca optimizar el uso de materias primas y mejorar la eficiencia de los procesos y las cadenas de valor circulares. Y es que, además, tiene la capacidad de detectar la composición química de diferentes materiales, lo que permite la detección de impurezas o el reciclaje de baterías, entre otros. Asimismo, permite controlar la composición química en fábrica, siendo especialmente útil para el control de calidad y la detección de la degradación de los productos.

El objetivo de esta iniciativa, que se encuentra en su fase inicial, es facilitar y potenciar la transformación digital en la industria de fabricación y la eco-industria. Proporcionará mejoras en los planes de descarbonización, optimización de recursos, aumento de la eficiencia de los procesos industriales o una reducción de la dependencia externa de suministros. La previsión es que la aplicación de este tipo de sistemas podría llegar a reducir en un 6% el consumo de materias primas.