Homenaje en Artxanda a los 278 gudaris y milicianos fusilados tras la caída de Bilbo
El homenaje que se rinde cada año en Artxanda a los gudaris y milicianos que defendieron Bilbo del avance fascista en 1937 ha recordado especialmente a los 278 combatientes fusilados por los franquistas tras la caída de la capital vizcaina. Familiares han leído cuatro testimonios.
Artxanda ha vuelto a ser escenario este domingo del homenaje anual a los gudaris y milicianos que trataron de impedir en la primavera de 1937 el avance de las tropas fascistas. En esta ocasión, ha habido un recuerdo especial para los 278 combatientes que fueron fusilados tras la caída de Bilbo en manos de los franquistas el 19 de junio de hace 87 años.
Representantes institucionales, de partidos políticos, organizaciones históricas y colectivos memorialistas se han reunido en un acto que ha tenido lugar en el entorno de la escultura Aterpe 1936-La Huella.
Para esta ocasión, las entidades organizadoras –Gogora, Ayuntamiento y organizaciones históricas– han acordado homenajear, en especial, a todos aquellos gudaris y milicianos que fueron ejecutados por el franquismo tras la caída de Bilbo en manos de los sublevados, el 19 de junio de 1937.
Según los datos de los que dispone Gogora, después de esa fecha, al menos 278 combatientes fueron ejecutados; 245 fueron condenados y ejecutados tras ser juzgados por un Tribunal Militar en Consejo de Guerra y otros 33 fueron ejecutados extrajudicialmente. De ellos, 126 fueron ejecutados en Bilbo, 15 en Donostia y 6 en Gasteiz; 46 en Santander, 10 en Santoña y 7 en Torrelavega; 11 en Xixón y 4 en Oviedo. El resto de las ejecuciones se llevaron a cabo en Burgos, Jaca, Madrid, Alacant y Barcelona, entre otros.
El acto, presentado por el periodista Iban Garate, ha comenzado con la lectura del manifiesto consensuado por las organizaciones históricas, y han sido Manu Angulo, de Izquierda Republicana, y Ziortza Álvarez, de EAJ-PNV, los encargados de poner voz al texto.
Testimonio de familiares
Tras ellos, Aintzane Ezenarro, directora de Gogora, ha acompañado a cuatro familiares de gudaris y milicianos ejecutados a relatar su historia familiar. Han sido Iñaki Agirregabiria, nieto de Crescencio Pedro Aguirregabiria Onaindia, del batallón nº 39 Arana Goiri, adscrito a EAJ-PNV; Amaia Susilla, nieta de Gregorio de Luno Expósito, del batallón nº 36 Malatesta, adscrito a la CNT; María Jesús Iturrieta, sobrina de Luciano Iturrieta Mendizabal, del batallón nº 8 Meabe-6 Rusia, de las Juventudes Socialistas Unificadas, y Javier Olivera Díaz Espada, nieto de José María Díaz de Espada Partearroyo, miliciano de Izquierda Republicana.
Tras las intervenciones, el acto ha concluido con un aurresku de honor y la ofrenda floral al pie de la escultura Aterpe 1936-La Huella, que recuerda a gudaris y milicianos que defendieron la democracia frente a la sublevación fascista.