El camino de las personas refugiadas, doblemente largo para las mujeres: «No sé describirlo»

Con motivo del Día Internacional de las Personas Refugiadas, Zehar-Errefuxiatuekin y CEAR han dado voz a Waki Tchanile, mujer refugiada que ha explicado cuál ha sido su periplo desde que salió de Togo hasta llegar a Euskal Herria. Un camino doblemente difícil cuando quien lo recorre es una mujer.

Como viene siendo habitual, Zehar-Errefuxiatuekin y CEAR Euskadi han presentado su informe anual en vísperas del Día Internacional de las Personas Refugiadas, que se conmemora el 20 de junio. Más allá de los datos, el acto de este miércoles ha contado con un testimonio especial, el de la refugiada de Togo Waki Tchanile, quien ha explicado las penurias que pasó a lo largo de los ocho años de trayecto desde su país hasta Euskal Herria, agravadas, más si cabe, por el hecho de ser mujer.

Antes de llegar a su actual residencia en Larraña Etxea de Oñati, el centro de acogida de Zehar, Tchanile tuvo que recorrer miles de kilómetros, de los cuales muchos fueron a pie. Salió de Togo en 2016, hace ocho años, pasando por países como Benín, Níger, Argelia y Libia, donde fue encarcelada y separada de su pareja en la capital, Trípoli. Durante este trayecto, que ha calificado como «horrible», Tchanile fue «maltratada y violada». Tras dos años en prisión, encontraron la ayuda de un carcelero que los ayudó a huir hacia Marruecos, de nuevo a través de Argelia.

En Marruecos, Tchanile y su pareja malvivieron durante tres años, pidiendo limosna durante el día y durmiendo en el monte a la noche. De los países del Magreb, la refugiada togolesa ha querido valorar que «los árabes son muy racistas» con las personas negras, y ha explicado algunos episodios vividos con la Policía marroquí. Finalmente, cruzaron el Estrecho de Gibraltar y llegaron al Estado español el 12 de octubre del pasado año.

Tras desembarcar en Cádiz, los servicios de asistencia separaron a la pareja, llevando a Tchanile a un centro de Utrera y a Alex, su compañero, a Algeciras. «Eran muchos años caminando juntos, queríamos seguir», ha explicado. Sin opción de vivir juntos, otros migrantes les comentaron que la mejor opción para cruzar al Estado francés era desplazarse hasta Euskal Herria, concretamente a Bilbo.

«Fue un milagro, nunca pensé que encontraría a alguien de mi familia aquí. Yo ni sabía qué era Euskadi», ha apuntado Waki Tchanile

Una vez en la capital vizcaina, las cosas no mejoraron para la pareja, que tuvo que dormir en la calle hasta que pidieron ayuda a Zehar-Errefuxiatuekin. La organización les encontró sitio en Larraña Etxea de Oñati, donde Tchanile comenzó a buscar la manera de ponerse en contacto con su familia. «Milagrosamente», con la ayuda de la dirección del centro, se enteró de que su hermano Ibra había pasado por Oñati en 2018 y que actualmente vivía en Gasteiz. «Fue un milagro, nunca pensé que encontraría a alguien de mi familia aquí. Cuando llegué no sabía ni qué era Euskadi», ha detallado sobre la gran sorpresa que supuso reencontrarse con su hermano. De hecho, en un primer momento Ibra no creyó que la persona con la que hablaba por teléfono fuera su hermana, ya que toda la familia la creía muerta después de ocho años sin tener noticias de ella.

Actualmente, la mujer se encuentra pendiente de que respondan a su solicitud de asilo, mientras estudia un curso de atención sociosanitaria en Aretxabaleta. Por el momento, la togolesa ha aparcado la idea de instalarse en el Estado francés, y planea seguir en Euskal Herria, donde mantiene relación con su hermano Ibra.

Finalmente, Tchanile ha destacado que si el camino que ella hizo junto a su pareja es duro para cualquiera, «para las mujeres es mucho peor». En su caso, al estar acompañada de un hombre, pudo salvar algunas situaciones difíciles, mientras veía el calvario que tenían que pasar otras «mujeres solas». «No sé cómo describirlo», ha lamentado.

Datos de la CAV

Después de escuchar el testimonio de Tchanile, la coordinadora territorial de CEAR en la CAV, Elena Valverde, ha expuesto algunos datos referidos a la situación de las personas migrantes que llegan a la Unión Europea, y ha criticado el Pacto Europeo sobre Migración y Asilo, al considerar que plantea «riesgos significativos en materia de protección».

Valverde también ha detallado cuáles son las ocho propuestas de CEAR para «garantizar los derechos de las personas refugiadas». Concretamente, ha mencionado la necesidad de «implantar el Nuevo Pacto Europeo de Migración de Asilo de manera solidaria y garantista con los derechos de las personas migrantes y refugiadas», «garantizar el acceso al procedimiento de asilo», «mejorar la calidad del procedimiento de protección internacional en España», «ampliar los supuestos de protección internacional», «consolidar y extender el sistema de acogida», «una política pública para las emergencias humanitarias», «más derechos en una sociedad comprometida con las personas necesitadas de protección internacional» y «una política exterior coherente con los derechos humanos que combata las causas que generan el desplazamiento forzoso y promueva el derecho de retorno», especialmente en el caso de los palestinos desplazados.

Por su parte, la directora de incidencia y participación social de Zehar-Errefuxiatuekin, Marta García Terán, ha informado de los datos de la Hego Euskal Herria en lo referente a las solicitudes de protección internacional en 2023 y lo que llevamos de 2024. Así, el año pasado, la CAV fue la novena comunidad autónoma del Estado que más solicitudes tramitó, con 6.153, mientras que Nafarroa terminó en el puesto 14, con 2.171. En lo que va de año, con datos del 1 de enero al 31 de mayo de 2024, la CAV contabiliza 3.396 solicitudes y Nafarroa, 454.

Por herraidles, Bizkaia es la provincia que más solicitudes recibió en 2023, con 3.840, lejos de las 1.226 de Araba y las 1.087 de Gipuzkoa. En lo que va de año, esta tendencia se mantiene y Bizkaia ya ha alcanzado las 2.135 solicitudes, la quinta provincia del Estado con un mayor volumen, mientras que Gipuzkoa (651) y Araba (610) se encuentran en los puestos 31 y 32, respectivamente.

Finalmente, Valverde y García han animado a la población a acudir a las manifestaciones que ambas organizaciones, junto a diversas entidades más, han organizado para este jueves, 20 de junio, con motivo del Día Internacional de las Personas Refugiadas. En Bilbo, se ha convocado una concentración a las 18.00 en la Plaza del Arriaga y en Gasteiz y Donostia, dos manifestaciones recorrerán las calles a las 18.30 y las 19.00, respectivamente, desde la Plaza Nueva en el caso de la capital alavesa y desde el Aquarium donostiarra.