Una alternativa particular que contiene alternativas para el resto
En el debate de investidura, Pello Otxandiano no solo ha desplegado la alternativa que EH Bildu plantea al futuro Gobierno de Imanol Pradales. Al desplegar su propuesta política, ha evidenciado que aparte del pacto entre el PNV y el PSE existen una amplia mayoría abertzale (la mayor de la historia en esta Cámara) y una mayoría suficiente como para virar las políticas públicas hacia la izquierda. Y que se puede gobernar de otra manera, menos sectaria, de forma más cooperativa y constructiva.
Otxandiano ha mostrado que lo que sucederá hoy a la tarde es consecuencia de una voluntad política concreta, legítima, pero limitante para los retos que tiene Euskal Herria. Retos que, con matices, Pradales también asume. EH Bildu no ha planteado que se prioricen esas otras mayorías abertzale y de izquierdas para anular la que han pactado entre el PNV y el PSE, sino que no se ahoguen las oportunidades que tiene el país. Que el pacto blindado del establishment vasco no se gaste el poco oxígeno que le queda al país en este contexto tan complejo.
La mayoría que hoy hará lehendakari a Imanol Pradales no debería construirse en base a la idea de vetar el resto de mandatos democráticos que surgieron de las urnas el 21 de abril. Ni en la soberanía y el autogobierno, ni en Osakidetza o la vivienda se deberían aceptar las opciones menos malas si a través de la negociación y la cooperación se pueden alcanzar las mejores. Renunciar a las mejores políticas a cambio de una estabilidad es un error. Limitará las potencialidades de la sociedad vasca y ahondará en la decadencia y la mediocridad que se han instalado en la última década.
Hoy del Parlamento, además del lehendakari, debería salir un compromiso a la altura del momento histórico y de los retos del país.