El Ayuntamiento de Bilbo estudiará alternativas para la gestión de Bilbobus
El pleno del Ayuntamiento de Bilbo ha acordado que realizará un estudio de alternativas de gestión para la prestación del servicio de transporte público Bilbobus. EH Bildu y Elkarrekin Podemos apuestan por «la gestión pública directa» y el PP cuestiona que el Ayuntamiento sea capaz.
El Ayuntamiento de Bilbo realizará un estudio de alternativas de gestión para la prestación del servicio de transporte público Bilbobus y con el objetivo de tener datos «objetivos y rigurosos» para poder tomar decisiones con «solvencia jurídica, técnica y económica». Así lo ha asegurado en el pleno de este jueves la edil de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete.
Coincidiendo con el fin de la huelga indefinida que los trabajadores de Bilbaobus mantenían desde el pasado 9 de abril, tras ratificar ayer la plantilla en asamblea el preacuerdo de convenio para 2022-2027, el pleno de este jueves ha debatido una moción de EH Bildu en la que proponía publificar el servicio de los autobuses públicos y recuperar la gestión directa. Actualmente, la gestión corre a cargo de Biobide, una UTE formada por Alsa y Transitia que no ha sabido dar respuesta a las demandas de la plantilla para acabar con la precariedad.
Tras el debate, ha salido adelante una enmienda de modificación del equipo de gobierno de PNV y PSE en la que se insta al ejecutivo local a realizar un estudio de alternativas de gestión para la prestación del servicio de transporte público Bilbobus desde «una perspectiva multidimensional: estratégica, económica, financiera, técnica, social, de sostenibilidad y jurídica».
EH Bildu y Elkarrekin Podemos, a favor de la gestión pública
En la defensa de su moción, la portavoz de EH Bildu, María del Río, ha señalado que la situación generada tras el conflicto laboral y la huelga en Bilbobus «pone de manifiesto la necesidad de llevar a cabo una reflexión profunda a medio largo plazo sobre la publificación del servicio».
Del Río ha dicho que la huelga que finalizó ayer ha causado «serias afecciones» tanto a los trabajadores de Bilbobus, que «han estado luchado por unas condiciones laborales dignas», como a los bilbaínos, «especialmente a quienes habitan los barrios altos, sin servicio de metro y que necesitan del servicio de Bilbobus para ir a trabajar, estudiar o al centro de salud».
Según ha señalado, es «imprescindible ahora poner la mirada a largo plazo». «Esta situación no se puede volver a repetir, por lo que es necesario llevar a cabo una reflexión y es el momento, ya que se ha rescindido el contrato y hay que licitar uno nuevo», ha indicado.
En cuanto a las razones, Del Río ha explicado que «la experiencia ha demostrado que los anteriores contratos han sido un fracaso». «No podemos permitir que un servicio público indispensable para la movilidad urbana y para hacer frente a la crisis climática se encuentre en un permanente estado de inestabilidad», ha añadido.
Tras recordar que el resto de medios de transporte público de Bilbao (funicular, tranvía y metro) se ofrecen a través de gestión directa, ha afirmado que también tanto en Gasteiz como en San Sebastián el servicio de autobús municipal se gestiona de manera directa, lo que «permite el control del servicio, los gastos y la transparencia de la gestión tanto de líneas como a nivel laboral».
La portavoz de Elkarrekin Podemos, Ana Viñals, tras apuntar que la gestión pública y directa «no es la panacea porque los problemas o los conflictos laborales, evidentemente, también pueden suceder con este tipo de gestión», ha advertido que «con la gestión indirecta, con una gestión privada y externa como la actual, el Ayuntamiento pierde mucha capacidad de intervención, mientras que con la gestión directa, frente a los problemas laborales o dificultades del servicio las competencias del Ayuntamiento y sobre todo, su capacidad de intervención para la resolución de conflictos son mucho mayores».
Por ello, ha emplazado al equipo de gobierno a hacer «los estudios de alternativas que consideren», pero que «asuman que en una ciudad como la nuestra no nos podemos permitir el lujo de que vuelva a suceder un conflicto como el vivido en bilbobus».
El PP duda de la capacidad del Ayuntamiento
Desde el PP, el concejal Ángel Rodrigo, tras mostrar la alegría de su grupo municipal por el fin de la huelga en Bilbobus, ha dicho no compartir que la solución a los problemas en Bilbobus vengan «por la varita mágica de la gestión directa» porque «no se sustenta en ningún estudio».
«Tampoco está tan claro, que el Ayuntamiento sea capaz de gestionar directamente una flota de autobuses y dar un servicio de transporte de viajeros tan deficitario como Bilbobus», ha dicho al tiempo que cuestionaba si los trabajadores así lo quieran, «ya que tendrían que someterse a las mismas condiciones de acceso que los trabajadores municipales».
El Gobierno municipal no se posiciona
En su respuesta a los grupos municipales, la concejala de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete, ha tendido la mano a la oposición para «todo lo que sea analizar, reflexionar y abordar todas las opciones posibles que estén a nuestro alcance para mejorar la calidad del servicio público en todos sus aspectos».
En cuanto al conflicto laboral, Abete ha puesto en valor el fin de la huelga y el acuerdo alcanzado ayer entre la plantilla y la concesionaria de Bilbobus, que «supone que el servicio ya ha vuelto a la normalidad y, por lo tanto, es una buenísima noticia para la ciudadanía que ha sufrido los perjuicios día a día», así como para los trabajadores y la empresa, a quienes ha agradecido «haber negociado y llegado a un acuerdo que ha sido respaldado de forma mayoritaria».
En referencia al debate sobre la elección de la alternativa «más idónea» en la gestión de la prestación de un servicio de transporte público, ha apostado por una que se realice «desde una perspectiva multidimensional, con un análisis estratégico, económico, financiero, técnico, social, de sostenibilidad y también jurídico, porque todas estas perspectivas, analizadas con rigor, influyen en la toma de decisiones».
Sin embargo, no ha aclarado si apostará por una gestión privada o pública, y se ha limitado a señalar que «hay que analizar bien las opciones, con estudios en la mano».