Datos frente a cuatro grandes bulos sobre migrantes en el Estado español (y Euskal Herria)
Un informe del Foro para la Integración Social de los Inmigrantes ha desmentido con datos cuatro bulos muy frecuentes sobre las personas migrantes en el Estado español, plenamente aplicables también a Euskal Herria.
La desinformación sobre las personas extranjeras que viven en el Estado español ha crecido en los últimos años, con afirmaciones sin contexto o afirmaciones como que este sector de la población acapara la sanidad pública o reciben más ayudas sociales.
Estos bulos han sido recogidos y desmentidos en el último informe del Foro para la Integración Social de los Inmigrantes, órgano formado por instituciones públicas, asociaciones de migrantes y entidades sociales que trabajan por su integración.
La publicación anima a «hacer frente» a este tipo de desinformación con «datos verificados de fuentes oficiales» o poniéndola en relación con otras circunstancias que hacen que este tipo de afirmaciones pierdan su sentido.
Durante la presentación del informe, el vicepresidente del Foro, Vladimir Paspuel, alertó del aumento de los discursos racistas y xenófobos y puso como ejemplo cuando, en la última campaña para las elecciones europeas, él afirmaba que iba a votar y le increpaban: «¿Tú, europeo? ¿con esa cara?».
En la misma línea, la secretaria de Estado de Migraciones, Pilar Cancela, invitó a hacer una reflexión sobre la diferencia en la respuesta que dan algunos sectores de la población española hacia los migrantes que huyen de conflictos que ponen en peligro su vida en función de su país de origen o su color de piel.
Estos son los principales bulos que han detectado:
Gran parte de la población es extranjera/solo el 13%
Uno de los bulos a los que se refiere el informe es la tendencia de algunas personas a sobredimensionar la población migrante que hay en el Estado español, apuntando este índice en una tasa superior al 25%.
Tal y como refleja la publicación, la Estadística continua de población más reciente del Instituto Nacional de Estadística indica que, 1 de enero de 2024, solo el 13,3% de la población en el Estado español tenía nacionalidad extranjera.
El informe llama la atención sobre el término «inmigrante», que es «cambiante en el imaginario de la sociedad y tiende a incluir o excluir nacionalidades y personas en función de diferentes criterios».
Así, apuntan que es difícil que se considere inmigrantes a los ciudadanos de Reino Unido, pese a que son nacionales de terceros países, mientras que las 627.478 personas de nacionalidad rumana que viven en territorio estatal, ciudadanas de la Unión Europea y titulares del derecho a la libre circulación, sí son percibidas como tal.
Colapsan la sanidad pública/justo al contrario
El informe hace referencia a la falsa creencia de que la población extranjera viene a beneficiarse de la sanidad pública, lo que produce un «colapso» de la misma.
Para desmentir este extremo, se refiere a la Encuesta Nacional de Salud de 2017, que revelaba que, de las 16 millones de consultas médicas realizadas en el Sistema Nacional de Salud, el 11% fueron de personas nacidas en otros países, lo que, además, no necesariamente significa que sean de nacionalidad extranjera. Esa cota se sitúa, por tanto, por debajo del porcentaje total de población nacida fuera del Estado.
Reciben más ayudas públicas/solo las tiene uno de cada cuatro
Otro de los bulos que recoge la publicación presentada este martes es que los inmigrantes «suponen una carga para España y tienen más ventajas sociales», lo que no es cierto, según se puede observar en los datos del informe de rentas mínimas de inserción 2021-2023, ayudas que se otorgan a personas en riesgo de exclusión social: de los 305.340 titulares, solo el 26,1% tenía nacionalidad extranjera.
Estas prestaciones autonómicas exigen a los inmigrantes, entre otros requisitos, que se estén en situación de residencia regular, a excepción de en la CAV, aspecto en que se detiene el informe: «Si fuera cierto que la población migrante quiere vivir de ‘paguitas’, el País Vasco debería ser una de las comunidades que más población extranjera atrajeran» pero es, sin embargo, una de las siete que menor porcentaje presenta.
Quitan el trabajo/concentran los peor pagados
Frente a lo que muchos piensan, la inserción laboral de las personas migrantes, «lejos de suponer una competencia» para la población autóctona, es complementaria a ella y está concentrada en ciertas ocupaciones menos remuneradas, reza el informe.
Esto se puede observar en el grupo de ocupaciones elementales, que recoge profesiones como empleadas del hogar o peones de construcción, con un salario un 39% menor a la media.
Según los datos del último trimestre de 2023, se encontraban en este grupo el 9% de las personas de nacionalidad española frente al 26,1% de las personas extranjeras y el 22% de las que tienen doble nacionalidad.
En un análisis por sexo, las mujeres extranjeras tienen porcentajes de trabajo a tiempo parcial superiores a los de las españolas, la edad en la que son madres es más temprana y las características de sus empleos y su remuneración no les permiten «externalizar» el cuidado de hijos.