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Una manifestación en Jerusalén exige a Netanyahu un acuerdo en Gaza

Miles de personas han salido a la calle este jueves en Jerusalén para reclamar al primer ministro israelí un acuerdo en Gaza en base a la última propuesta de Hamás. Ha sido en un día marcado por ataques de Hizbulá, aunque la movilización estaba convocada previamente.

Protesta en Jerusalén contra Netanyahu, la pasada semana. (Menahem Kahana | AFP)

Miles de personas se han manifestado este jueves en Jerusalén y otras ciudades de Israel este jueves contra el Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, al que acusan de «sabotear el acuerdo de rehenes, abandonar el norte y hacer caer a Israel en el abismo», según la convocatoria difundida esta tarde por el movimiento antigubernamental Banderas Negras.

Tras una pancarta negra, roja y blanca en la que se lee ‘Netanyahu pone en peligro la seguridad de Israel’, miles de personas atravesaron las calles de la ciudad de camino a la residencia de Netanyahu en la calle Azza, donde ha concluido la protesta.

«Se nos acaba el tiempo: ¡hay un acuerdo sobre la mesa!», versa uno de los eslóganes difundidos por los Banderas Negras en sus canales digitales durante la marcha, que demanda a Netanyahu llegar a un pacto con Hamás que garantice el retorno seguro de los 120 rehenes que continúan en Gaza (116 de ellos, secuestrados en los ataques del 7 de octubre, en los que murieron unas 1.200 personas).

También en Tel Aviv, el movimiento pro-democracia israelí convocó una manifestación en la que cientos de personas se dirigieron a la sede del Ministerio de Defensa.

Esta noche, el primer ministro se reunirá con su Gabinete para valorar la propuesta lanzada anoche por Hamás de cara al acuerdo de alto el fuego e intercambio de rehenes, en la que la organización asegura haber tomado una posición más «flexible» de cara a conversar con Israel sobre los puntos del acuerdo en los que ambas partes chocan.

«Hoy, y lo digo con cautela, estamos más cerca que nunca» del acuerdo, ha dicho el ministro de Defensa, Yoav Gallant, a las familias de los rehenes, según una información de Channel 12, la cadena de televisión israelí más popular.

Junto a las protestas de Jerusalén, los Banderas Negras han convocado otra marcha en la localidad costera de Cesarea (norte), donde se encuentra la otra residencia privada del líder del Likud.

El diario israelí Haaretz recogió además una protesta contra la guerra en Haifa, también en las costas del norte, donde cuatro personas fueron detenidas después de que la Policía declarara ilegal el encuentro.

Los manifestantes pidieron también la convocatoria de unas elecciones anticipadas en el país, una opción cada vez más demandada entre los israelíes según reveló a mediados de junio una encuesta del diario Maariv, que situó en un 57% de la población a quienes quieren ir a las urnas.

Junto a la convocatoria de elecciones, los manifestantes piden el retorno de los miles de evacuados israelíes a sus casas, tanto en el sur (cerca de la frontera con Gaza) como en el norte (junto a la divisoria con el Líbano), donde más de 60.000 personas siguen viviendo en hoteles y otros alojamientos financiados por el Estado a raíz del pico de las hostilidades con la milicia chií Hizbulá.

El centro de las protestas hoy es la demanda de un acuerdo del alto en fuego en Gaza que permita el retorno de los rehenes que siguen en el enclave. De los 251 secuestrados el 7 de octubre, allí quedan 116 cautivos, al menos 40 de ellos muertos según Israel -más de 70 según Hamás-, mientras que hay otros cuatro rehenes desde hace años, de ellos dos muertos.

Ataques desde Líbano

En paralelo, el grupo chií libanés Hizbulá ha lanzado este jueves uno de sus peores ataques contra Israel en casi nueve meses de fuego cruzado, en respuesta a la muerte de uno de sus comandantes la víspera y en medio de renovados temores al estallido de una guerra abierta entre ambas partes.

La formación anunció el lanzamiento de más de dos centenares de proyectiles «de diversos tipos» contra cinco cuarteles generales del Ejército israelí en el norte del país y, poco después, asumió en otro comunicado la autoría de una operación aérea con una «bandada de drones de ataque».

La acción con aviones no tripulados tuvo como objetivo otros siete cuarteles importantes del Estado judío, entre ellos algunos de los que ya habían sido atacados durante el lanzamiento inicial de proyectiles, según la nota.

El Ejército israelí confirmó la llegada de más de 200 cohetes y alrededor de una veintena de drones a su territorio, aunque aseguró en un comunicado que su defensa antiaérea «interceptó con éxito muchos de ellos», mientras que otros cayeron en espacios abiertos.

Pese a la activación de las defensas antiaéreas, alguno de los impactos causó la muerte de un soldado reservista, según un comunicado castrense israelí, que no detalla en qué punto del país se produjo el fallecimiento ni sus circunstancias concretas.

El ataque de Hizbulá, uno de los de mayor envergadura desde el inicio de las hostilidades el pasado octubre, es parte de la respuesta a un bombardeo israelí que el miércoles acabó con la vida de su alto comandante Mohamed Niamah Nasser en el área de Al Housh, en el sur del Líbano.

Nasser, que comandaba la destacada Unidad Aziz del grupo chií, ha sido despedido este jueves con un multitudinario funeral en los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye, uno de los principales bastiones de Hizbulá.