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A Bilbo le urge «repensar su modelo turístico» y recuperar la «función social» de la vivienda

El informe ‘El impacto del turismo en el modelo de desarrollo de Bilbao: Pisos turísticos y cuartos vacacionales’ elaborado por Ekologistak Martxan alerta de los peligros del modelo turístico en la capital vizcaina, desde la vivienda hasta el negocio de la hostelería.

Antolín y Martín, este jueves en Ekoetxea. (Oskar MATXIN EDESA | FOKU)

Recuperar la «función social» de la vivienda y repensar el modelo de gestión de ciudad en Bilbo son las propuestas que Ekologistak Martxan ha extraído del informe ‘El impacto del turismo en el modelo de desarrollo de Bilbao: Pisos turísticos y cuartos vacacionales’, elaborado por la Comisión de Transporte de la asociación. El documento se centra no solo en el impacto de las viviendas para uso turístico, sino también en el de la hostelería, especialmente en zonas como el Casco Viejo.

En la presentación de este jueves que ha tenido lugar en Ekoetxea de Bilbo, Enrique Antolín, redactor del informe y profesor en la UPV-EHU, ha expuesto los datos recabados para escribir el estudio, a partir de la información que ofrece el Gobierno de Lakua.

Para analizar la situación de la capital vizcaina, se ha dividido la ciudad en cuatro zonas: la zona 1, correspondiente a Abando e Indautxu; la zona 2, Casco Viejo, Iturralde, Soloketxe y Atxuri; la zona 3, San Francisco, Bilbao la Vieja, Zabala; y la zona 4, Matiko y Castaños. Solo en los citados barrios, «se ubican el 67,1% de los pisos turísticos de Bilbao», si bien Antolín ha explicado que no hay que la ubicación de las viviendas para uso turístico y las «zonas turísticas» no siempre coinciden. «Puede coincidir, como en el caso del Casco Viejo, o no, como en San Francisco y Zabala, que no son zona turística pero tienen más de cien pisos turísticos», ha detallado.

Respecto al número de pisos turísticos, Antolín ha subrayado la dificultad de cuantificar la cantidad de pisos turísticos ilegales. Algo que solo sería posible cruzando los datos de las plataformas de oferta, que muchas veces solo ofrecen una ubicación aproximada, y los registros del Gobierno de Lakua. «Una tarea casi imposible», según los autores del informe. A ello hay que añadir las diferencias existentes entre «piso turístico, apartamento turístico, apartahotel, apartamento y pisos con cuartos habitacionales», que las plataformas no recogen,

Sin embargo, sí que constan los datos sobre la evolución de los pisos turísticos en Bilbo, que en abril de 2024 representaban el 28,4% de la oferta de alojamientos turísticos. Según el miembro de Ekologistak Martxan José Ramón Martín, también presente este jueves, el aumento del número de pisos turísticos tiene impacto, especialmente, en la reducción de oferta para vivienda en alquiler, que a su vez castiga de forma prevalente a los colectivos sociales «más débiles», como los jóvenes, los inmigrantes o las mujeres de familias monoparentales.

Entre los factores que, según Ekologistak Martxan, han propiciado el aumento de los pisos turísticos se encuentra el cambio de la demanda acontecido tras la pandemia. Se trata de un nuevo turismo de bajo coste, que se aloja en este tipo de viviendas para reducir los gastos tanto en las pernoctaciones como en las comidas.

Por todo ello, Martín ha alertado de la «burbuja turística», el «monocultivo» que amenaza el modelo de ciudad. También Antolín ha mencionado este problema, destacando que «es un modelo que no sé hasta cuándo puede aguantar» y del que el Ayuntamiento «es consciente». Ante esta «situación de excepcionalidad», el doctor en Sociología por la UPV ha propuesto como solución aplicar un marco legislativo más restrictivo, como el que ya se ha propuesto en ciudades como Barcelona, y repensar el modelo turístico de Bilbo. Además, ha calificado como imprescindible recuperar la función social de la vivienda en lugar de «redefinirla como actividad económica».

Turismo y hostelería

Por otro lado, el informe de Ekologistak Martxan también analiza el cambio en el negocio hostelero, pasando de estar en manos de pequeños propietarios de carácter familiar a ser un oligopolio dominado por grandes grupos y franquicias.

Principalmente, los nuevos grupos hosteleros se afincan en locales del Casco Viejo e Indautxu, en zonas estratégicas. En el caso de las Siete Calles, el informe destaca que en los últimos siete años se han abierto 35 nuevos establecimientos y que, a pesar de contar con solo el 2,1% de la población de Bilbo, concentra el 11,7% de los establecimientos hosteleros de la ciudad. De hecho, la hostelería acapara el 16,7% de los locales existentes en el barrio, mientras que en el conjunto de la capital baja hasta el 8,1%.