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Empoderamiento y placer: unas fiestas para todes

Diferentes realidades LGTBIQ+ reivindican su espacio en sanfermines. Las fiestas se transforman en un escenario inclusivo y también político, donde la diversidad y el placer colectivo se alzan contra el cis-heteropatriarcado, celebrando identidades disidentes con música, baile y mucha juerga.

Maratón de DJs organizado por Plazeratu el día 7 de julio en Katakrak. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Ojos enmarcados por pestañas largas y rizadas, mechones dorados que caen en cascada, labios de rojo carmín y tacones de aguja que golpean la tarima de la Plaza del Castillo. Maruxak ofreció el jueves un hipnótico concierto que desafiaba la lógica de la moralidad impuesta por el heterocentrismo. Drag y danzas vascas. Tradición y vanguardia. Décadas de lucha condensadas en una performance que demuestra que la cultura queer está presente en Iruñea, y que el placer de la comunidad LGTBIQ+ reivindica su espacio en unas fiestas para todes.

Antes, otras abrieron camino para que los sanfermines fueran un espacio de empoderamiento. Aliza Izal fue una de ellas. No es tarea sencilla resumir su vida. A sus 65 años, «más que una, he vivido muchas vidas en una sola», apostilla. Izal fue cura y recorrió medio mundo hasta llegar a las trincheras de Sudamérica como guerrillera. «Desde temprana edad he tenido claras mis convicciones religiosas y políticas, tengo más de 50 años de militancia a mis espaldas y ahora uno de mis mayores compromisos es la comunidad LGTBIQ+», señala. Hace diez años dio el paso, convirtiéndose en una de las primeras pacientes de la Unidad Trans de Nafarroa.

Desde entonces, afirma, su participación en las fiestas ha sido menor. Sin embargo, el día 7 no pudo faltar a la tradicional procesión, animada por el coro en el que participa, ‘Canta et Yanta’, y que en la calle San Antón entonó el ‘Todos quieren cantar’. «La verdad es ya es hora de cambiarla a ‘Todes quieren cantar’, se lo voy a proponer al autor», señala. Izal ha vivido muchos sanfermines, que califica como «la fiesta». En general y en mayúsculas. «Es tan diversa, tan aglutinante, que creo que la comunidad LTGBQ+ encajaba perfectamente, porque cada uno puede celebrarla desde su diversidad», remarca.

No obstante, recuerda que ha sufrido «algún desencuentro» desde que hizo su transición. Además, recuerda la violación de ‘La Manada’ o el asesinato de Nagore Laffage, pero destaca que Iruñea goza una población que «tiene una gran capacidad de contestación. Y eso es también parte de la fiesta».

Preguntada sobre si la actuación de Maruxak sería posible hace 20 años, Izal responde que «hace 20 años era imposible verme a mí vestida con ropa femenina», pero «la sociedad cambia e Iruñea y los sanfermines no son ajenos a esos cambios». «Hace trece años empecé mi transición, empecé a socializarme como mujer, y las dificultades eran supremas», agrega.

En estos trece años, afirma, la sociedad ha cambiado radicalmente, «pero los avances nunca son como una flecha. Son avances y retrocesos». Hoy, «estamos en una curva involucionista, pero la sociedad a veces da un paso para atrás para coger impulso. ¡Aunque yo soy de las que pienso que para atrás ni para coger impulso!».

Izal expresa que ninguna fiesta está exenta de reivindicación, y que los sanfermines son también una oportunidad para visibilizar a «todos aquellos colectivos que durante el resto del año de una u otra manera son marginadas. Son para sentirse vivo como persona o como colectivo».

Plazeratu

Plazeratu es un colectivo queer de Iruñerria que busca crear espacios festivos más habitables para su comunidad, explica a NAIZ Lara Molina. Junto a Adriana Cerdán, Adriana Urmeneta y Jimena Bandeira –DJ que el jueves pinchó en la Plaza Compañía–, indican que conciben la fiesta como un universo inclusivo, libre de comportamientos discriminatorios. Así, aspiran a ser un motor para el placer  del activismo queer, feminista y antirracista.

A lo largo del año, han organizado en Iruñerria diferentes fiestas cargadas de afrobeats, música electrónica, latina, funk carioca y otros géneros, siempre priorizando la visibilidad de artistas mujeres y queers. En ‘Sanferqueer’, han programado sesiones de DJ en Katakrak y Kaos para celebrar sus «disidencias y pecados» y «latir libres y diverses en las fiestas de nuestro pueblo».

Cuando empezaron a organizarse en asamblea hace un año, Cerdán recuerda que eran «gente queer, gente LGTBI, que no salíamos mucho de fiesta. Y decíamos, joder, ¿cómo puede ser que no estemos a gusto en tal fiesta? No nos sentíamos ni representadas, ni visibilizadas; sufríamos violencias que no se tenían en cuenta».

Se puede decir además que Plazeratu nació de una ausencia. «Los bares orientados a la comunidad LGTBI no eran gestionados por la propia comunidad, sentíamos que no atendían las diversas necesidades ni visibilizaban las distintas identidades. Y no existía una politización de la fiesta», añade. Así que decidieron ocupar esos espacios, politizar la fiesta y el placer.

«La fiesta es un elemento transformador y reivindicativo, donde se reflejan muchos aspectos de la sociedad», destaca Urmeneta. La música, los beats o el baile quizás no han recibido la suficiente atención política, añade, pero estas pueden ser «una herramienta de cambio». Y es que «simplemente estar celebrando nuestros cuerpos desde la autogestión ya va en contra del capitalismo, y desde las identidades disidentes, contra el cis-heteropatriarcado», subraya.

En sus fiestas implementan un protocolo de cuidado y seguridad, con carteles y un equipo identificado con brazaletes. «Incidimos en ese punto colectivo de la fiesta. Yo voy a expresar mi placer, pero también lo voy a hacer contigo. Me cuido desde mi comunidad, y vamos a celebrarnos todes», expresan.

En sanfermines, afirman, Iruñea se convierte en un espacio «muy potente» para visibilizar. «Este año hemos optado por hacer fiestas en sitios más amigables para nosotres», remarcan, pero de cara a los próximos años no descartan eventos en más espacios. «Queremos espacios para las personas que históricamente se han sentido oprimidas y hacer honor al placer colectivo».