Bilbo coloca su sexta placa de la Memoria, en homenaje a Anastasio Leal, víctima de la Triple A
Anastasio Leal Serradilla murió el 23 de julio de 1980, tras estallar una bomba de la Triple A cuando ejercía su labor como operario de limpieza municipal de Bilbo. El Ayuntamiento ha inaugurado este martes una placa que lo recuerda, la primera a una víctima de la extrema derecha.
El Ayuntamiento de Bilbo, representantes del Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia y familiares han colocado este martes una nueva placa de la Memoria, en homenaje al operario de limpieza municipal Anastasio Leal Serradilla, muerto el 23 de julio de 1980. Es la primera placa a una víctima mortal de la extrema derecha, en este caso, tras estallar una bomba de goma 2 reivindicada por la Triple A.
En el acto se ha realizado una ofrenda floral con la presencia de familiares y allegados a la víctima, que han estado acompañados por representantes municipales y otras autoridades, como el alcalde bilbaino, Juan Mari Aburto; el viceconsejero de Derechos Humanos de Lakua, Alfredo Retortillo; la delegada del Gobierno español en la CAV, Marisol Garmendia; la presidenta de las Juntas de Bizkaia, Ana Otaduy o el nuevo director de Gogora, Alberto Alonso, entre otros.
La placa ha sido ubicada en una esquina de la Calle General Salazar, al lado de la Plaza Ametzola, junto a la Plaza de Toros de Vista Alegre, en el mismo lugar del atentado y en la misma fecha en que se cumplen exactamente 44 años del crimen.
La colocación de flores ha precedido a un aplauso de autoridades y acompañantes antes de que familiares del homenajeado, entre los que se encontraban dos hijas y un nieto del fallecido, hayan atendido a los medios en compañía del alcalde.
En nombre de los familiares, ha tomado la palabra una de las hijas de la víctima, Ramira Leal González, quien tras desear que no sucedan más estas muertes violentas, ha trasladado a los familiares de quien colocó la bomba que mató a su padre que, por su parte, «estén tranquilos porque está todo perdonado, porque ni sus padres o hermanos o familiares tuvieron la culpa de que esa persona que puso la bomba lo hiciera».
«Ellos, como familiares, no tienen culpa ninguna», ha reiterado Ramira, para añadir que «aunque no se sabe quién fue e igual todavía vive, esto ocurrió hace 44 años y queremos que su familia sepa que, de corazón, está perdonado y nuestro deseo es que no se vuelvan a repetir más estos asesinatos en la historia». «Está todo perdonado, porque el perdón es lo mejor que puede existir en la vida», ha concluido Ramira Leal González.
Por su parte, Aburto ha vuelto a trasladar «su cariño y empatía a todas las víctimas» porque, «con este tipo de reconocimiento y con este gesto, el Ayuntamiento de Bilbo lo que pretende es que se sientan acompañadas y que se sientan reconocidas, aunque, como ya he dicho en otras ocasiones, sabemos que se han sentido solas muchas veces».
Anastasio Leal Serradilla
Anastasio Leal era vecino de Bilbo, aunque nació en Cabezuela del Valle (Cáceres). Casado, y con cinco hijos (tres chicas y dos chicos), falleció a la edad de 58 años al estallar un artefacto cuando realizaba su trabajo como empleado municipal de limpieza.
Los hechos sucedieron el 23 de julio de 1980, junto a la guardería Iturriaga, en la calle General Salazar. Algunas fuentes afirman que la bomba estaba colocada en una ventana del centro y otras en un contenedor.
Fruto de la explosión, Anastasio resultó gravemente herido al caerle encima la cristalera de la guardería, hecha añicos tras la detonación. Falleció horas después en el Hospital de Gurutzeta, tras ser intervenido quirúrgicamente. Sus compañeros de trabajo hicieron un paro de 24 horas en protesta por su muerte en señal de duelo, y durante ese día no se realizaron labores de limpieza en todo Bilbo.
El atentado fue reivindicado por la organización parapolicial Triple A y se asume generalmente que buscaba causar daños materiales sobre la guardería, propiedad de un concejal de Herri Batasuna, aunque otras hipótesis apuntan hacia otro objetivo, un batzoki colindante.
Leal está incluido en el ‘Informe sobre víctimas del terrorismo practicado por grupos incontrolados, de extrema derecha y el GAL’ elaborado por la Dirección de Atención a las Víctimas del Terrorismo (2010) del Gobierno de Lakua. Nunca se investigó ni se juzgó a sus autores.
Mapa de la Memoria
La placa en recuerdo a Anastasio Leal es la sexta que se coloca en Bilbo en recuerdo de «las víctimas del terrorismo». Las cuatro primeras están dedicadas al ingeniero de la central nuclear de Lemoiz Ángel Pascual Múgica, el teniente coronel del cuerpo de Farmacia José María Urquizu, el trabajador del Banco de Vizcaya Benicio Alonso Gómez y el taxista Fermín Monasterio, todos ellos víctimas de ETA.
La quinta, la primera dedicada a una víctima de la violencia policial, quedó colocada junto al Palacio de Justicia el pasado 24 de junio en recuerdo y homenaje a Francisco Javier Núñez, fallecido el 30 de mayo de 1977. Fue golpeado por la Policía Armada al toparse con una manifestación cuando paseaba con su hija de 3 años y, tras intentar denunciar lo ocurrido, fue nuevamente maltratado y obligado a ingerir aceite de ricino y coñac, falleciendo después de 13 días de sufrimiento.
Con estos símbolos se pretende configurar lo que se ha denominado como «Mapa de la Memoria de Bilbao», una iniciativa del Ayuntamiento y del Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia, para mantener el recuerdo de estas víctimas.
Al mismo tiempo se busca georreferenciar estos hechos vinculados con la violencia política y el «terrorismo» en la Villa y «rescatar del olvido las historias de las personas asesinadas con el propósito de que trasciendan a la ciudadanía», según recuerda el consistorio.
Para ello se ha creado también un espacio en la propia web municipal que acogerá este «Mapa de la Memoria de Bilbao», a donde se accede mediante un código QR colocado en la parte inferior de cada Placa.