Angola anuncia un alto el fuego en el conflicto entre el M23 y el Ejército de la RD Congo
La Presidencia de Angola, mediadora en la guerra que libran el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) y el Ejército de la República Democrática del Congo (RDC) en el este del país, ha anunciado un alto el fuego a partir del próximo domingo entre la RDC y Ruanda, vinculada a los insurgentes.
Un alto el fuego en el conflicto entre el M23 y el Ejército de la República Democrática del Congo ha sido anunciado por Angola, mediadora en esa guerra.
«La segunda reunión ministerial entre la RDC y la República de Ruanda, celebrada hoy en Luanda bajo la mediación de la República de Angola, ha acordado el establecimiento de un alto el fuego que entrará en vigor a partir de la medianoche del 4 de agosto de 2024», ha señalado la Presidencia angoleña en un comunicado.
Los ministros de Exteriores de la RDC y de Ruanda han encabezado las negociaciones para el alto el fuego, del que no se ha detallado la duración y que estará «supervisado por un mecanismo ‘ad hoc’ de verificación reforzado», ha asegurado Luanda.
El pasado 4 de julio, Estados Unidos anunció una tregua humanitaria de dos semanas en el este de la RDC para «permitir el regreso voluntario de las personas desplazadas y proporcionar a los trabajadores humanitarios acceso sin restricciones a las poblaciones vulnerables».
Sin embargo, el M23 acusó a las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) de romper el trato, por lo que los combates se reanudaron tan solo tres días después del anuncio de acuerdo por parte de la Casa Blanca.
«En este momento, los civiles y nuestras posiciones están siendo atacadas por la coalición de fuerzas del régimen de Kinsasa», afirmó entonces un portavoz del M23, Lawrence Kanyuka, en su cuenta de la red social X.
Más de 1,6 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares por los combates del M23, y las recientes escaladas han obligado a otras decenas de miles más a buscar refugio en condiciones de hacinamiento.
La actividad armada del M23 se reactivó en octubre de 2021, después de años de relativa calma.
Desde entonces, ha avanzado por varios frentes hasta situarse a unos veinte kilómetros de la capital de la provincia de Kivu del Norte, Goma, que ocupó durante diez días en 2012, antes de retirarse por la presión de la comunidad internacional.
Los insurgentes han tomado el control de carreteras que unen el resto del país con esa estratégica ciudad, de más de un millón de habitantes y base de numerosas ONG internacionales e instituciones de la ONU.
Tensiones entre RDC y Ruanda
Además de una crisis humanitaria, los combates han desencadenado graves tensiones entre la RDC y Ruanda por la presunta colaboración de Kigali con el grupo rebelde, un extremo que las autoridades ruandesas siempre han negado pese a haber sido confirmado por la ONU.
A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en el año 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses (hutus) exiliados en RDC para recuperar el poder político en su país. Colaboración también confirmada por la ONU.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).