Detenidos cinco trabajadores de un centro de menores de Zaragoza por torturas y agresión sexual
La Guardia Civil ha detenido a cuatro educadores y el director de un centro de menores ubicado en la localidad aragonesa de Ateca, como presuntos responsables de delitos de lesiones, torturas, agresión sexual, corrupción de menores y pertenencia a grupo criminal.
Agentes de la Guardia Civil han detenido a cinco trabajadores del centro de atención a menores de la localidad de Ateca (Zaragoza), entre ellos el director de la institución, como presuntos responsables de delitos cometidos contra los jóvenes internos de lesiones, torturas, agresión sexual, corrupción de menores y pertenencia a grupo criminal.
Se trata de un centro concertado, gestionado por la Fundación Salud y Comunidad, y que cuenta con capacidad para 20 plazas. Según se recoge en su página web, en esta instalación «se desarrolla un programa especializado de apoyo intensivo a menores que presenten conductas disruptivas o disociales recurrentes y con nulo o escaso apoyo familiar».
Según ha informado el instituto armado, las investigaciones se iniciaron a partir de varias denuncias interpuestas en Zaragoza por la madre de un menor, en las que informaba de unas supuestas lesiones causadas a su hijo por parte de educadores del centro.
Los investigadores de policía judicial de la Guardia Civil de Zaragoza iniciaron diversas gestiones para verificar las denuncias, tomando declaraciones a varios empleados del centro y al hijo de la denunciante, lo que permitió descubrir más casos de vejaciones a otros menores internados en la institución.
Los agentes pudieron verificar que estos educadores, con el conocimiento del director del centro, habrían estado llevando a cabo una serie de acciones hacia el menor en cuestión que no se ajustarían al protocolo de trato hacia los internos y que podrían incurrir en hechos delictivos.
Estas actuaciones consistirían en tratos degradantes y vejatorios, así como lesiones sufridas por la víctima en una habitación a la que habían tapado previamente la ventana-mirilla de puerta, antes de cerrarla con llave.
Inmovilización
Los agentes constataron, además, que a este menor se le habían realizado acciones para inmovilizarlo que no habrían sido registradas, tal como indica la normativa de actuación en estos centros de atención a menores con conductas agresivas y problemáticas, y que de las mismas tenía conocimiento el director del centro, el cual habría dado instrucciones, presuntamente, para que no se incluyeran en los expedientes.
Según las fuentes citadas, estas vejaciones, que se intensificaron desde finales del pasado mes de junio, habrían provocado en él una sensación de inseguridad, así como un sentimiento de temor por su vida.
Estas fuentes han añadido que la víctima pidió ayuda finalmente a una de las trabajadoras del centro, que informó a su vez al director del centro, el cual, constataron los agentes, no observó que el procedimiento que se efectuaba con el menor fuese contrario al protocolo.
Los investigadores determinaron también que el responsable del centro solicitó en un ocasión a un empleado sanitario que realizase un falso informe que indicase que el menor no presentaba ningún tipo de lesión, petición a la que se negó.
Más víctimas
Durante la operación, los investigadores determinaron la existencia de más menores víctimas de esas vejaciones, así como indicios sobre hechos delictivos relativos a una agresión sexual y de corrupción de menores, llevados a cabo por varios educadores durante los últimos meses.
Ante los indicios obtenidos que evidenciaban la presunta comisión de los hechos delictivos investigados, los agentes procedieron durante la mañana de este jueves a detener a cuatro de los trabajadores del centro y a su director por delitos de lesiones, torturas, contra la integridad moral, agresión sexual, corrupción de menores y pertenencia a grupo criminal.
Los detenidos han sido puestos esta mañana a disposición de la autoridad judicial.