INFO

Puigdemont, tras siete años de exilio: retorno, mitin y desaparición

Ni detención ni entrada en el Parlament. Carles Puigdemont ha irrumpido en el acto organizado Junts y entidades independentistas en Barcelona y, tras un breve discurso, se ha esfumado y se encuentra en paradero desaparecido. Por ahora, la investidura sigue adelante en el hemiciclo. [EN DIRECTO]


Ha sido un visto y no visto. Carles Puigdemont ha irrumpido este jueves en Barcelona, tal y como prometió, en un acto celebrado en el paseo Lluís Companys de la capital catalana y arropado por miles de personas. «Aún estamos aquí, porque no tenemos derecho a renunciar», ha remarcado el expresident de la Generalitat de Catalunya. Tras su breve mitin, ha pedido a los manifestantes que le acompañasen al Parlament, donde se desarrolla el pleno de investidura de Salvador Illa, pero enseguida se le ha perdido de vista sin que conste que esté detenido.

Desde las 8.00, miles de catalanes aguardaban la llegada de Puigdemont en un acto de bienvenida al «Molt Honorable President», convocado por Junts y entidades independentistas y al que también han acudido representantes de ERC y la CUP. Algunos de los manifestantes portaban esteladas y carteles con el rostro de Puigdemont así como pancartas que rezaban ‘Never Surrender’ y se iban situando frente a un escenario donde ha tenido lugar un discurso breve de Puigdemont entre gritos de ‘Independencia’. 

Los Mossos d'Esquadra habían desplegado a las 6.00 de la mañana un dispositivo de 500 agentes para blindar los accesos al hemiciclo, síntoma de que la jornada de investidura, planteada por Salvador Illa como el fin del procés y la apertura de un nuevo capítulo tranquilo en la historia reciente de Catalunya, iba a ser finalmente un evento de alto voltaje político.

Pocos minutos antes de las 9.00, y tras siete años de exilio, rodeado de seguidores que le aclamaban en el Paseo de Lluís Companys y frente al Arc de Triomf, Puigdemont ha irrumpido entre vítores y se ha dado un baño de masas. «Hoy he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí, porque no tenemos derecho a renunciar», ha señalado.

«Hace siete años que iniciaron una durísima represión que nos ha llevado a la cárcel y al exilio. Han convertido el hecho de ser catalán en una cosa sospechosa», ha denunciado el expresident en el inicio de su intervención.

En estos siete años, ha dicho, «la represión ha hecho muchos estragos y los continuará haciendo mientras no se detenga la politización de la justicia, mientras cuatro jueces manden más que un Parlamento, mientras se permita al PP controlar la Sala Segunda del Tribunal Supremo por la puerta de atrás y mientras se permita que Vox ejerza de acusación popular para perseguir a disidentes».

«Pero a pesar de sus esfuerzos, a pesar de que nos han querido hacer mucho daño, pese a que les hemos visto su cara de represores, hoy he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí, porque no tenemos derecho a renunciar», ha afirmado, parafraseando el «ya estoy aquí» de Josep Tarradellas en su retorno del exilio en 1977.

En paradero desconocido mientras se practican detenciones

«Hoy muchos piensan festejar que yo sea detenido y pensarán que el escarnio nos disuadirá, que por escarmentar vale la pena incumplir incluso una ley aprobada por su Parlamento. Pero se equivocan», ha dicho Puigdemont antes de que por megafonía pidieran que una comitiva lo acompañase al Parlament.

Por un pasillo abierto por los manifestantes han pasado el expresident Quim Torra y el actual president del Parlament, Josep Rull, pero ni rastro de Puigdemont. Los manifestantes han acudido hasta la entrada mientras coreaban al unísono ‘fuera las fuerzas de ocupación’ y ‘abran las puertas de nuestro Parlament’, al tiempo que una pequeña concentración de Vox pedía el arresto del expresident.

Pero Puigdemont no ha sido arrestado. De hecho, el Departament de Interior ha señalado hace breves instantes que no está por ahora detenido. Los Mossos d'Esquadra, que tenían planeado detenerlo en la entrada del Parlament, no saben dónde está. ‘Catalunya Radio’ ha informado de que Puigdemont habría pactado con los Mossos que le dejarían hacer su discurso y que después se entregaría. Sin embargo, se ha esfumado tras su intervención. Contodo, los Mossos han negado cualquier acuerdo o conversación para la detención del diputado electo.

De hecho, autoridades policiales han detenido a un mosso, al parecer dueño del coche en el que ha escapado el expresident tras pronunciar su discurso. También han solicitado tomar declaración al secretario general de Junts, Jordi Turull, por su implicación en la marcha de Puigdemont. Finalmente el pleno se ha retomado.

Por esta razón, y debido a la «excepcionalidad» que vive Catalunya, Junts ha pedido a la Mesa del Parlament suspender y aplazar la sesión de investidura de Salvador Illa antes de que sus diputados abandonasen el hemiciclo. Josep Rull, como president del Parlament, ha paralizado la sesiíon para valorar.

Con todo, la hipótesis sobre su localización son muchas y las certezas, pocas. La ‘Cadena Ser’, citando fuentes de los mossos, ha publicado que la policía autonómica tiene «algunos números y letras de la matrícula» del automóvil en el que habría escapado, pero «les faltan otras». También se ha especulado de que podría estar en el mismo Parlament, pero tanto Gonzalo Boye, como el empresario e íntimo de Puigdemont, han abandonado el recinto.

Para localizar al expresident, los mossos han activado la ‘Operació Gàbia’ (Operación Jaula) en Barcelona, con controles en carreteras para localizar y detener a un diputado electo y amnistiado, pero sobre el que pesa una orden de detención del Tribunal Supremo debido a una interpretación muy particular del delito de malversación por parte del juez Pablo Llarena, que ha perseguido judicialmente a Puigdemont desde que emprendió el camino del exilio hace ya siete años.

Los Mossos d'Esquadra han preparado controles en la región de Barcelona, así como en las adyacentes, las Regiones Metropolitanas Norte y Sur, y ha remitido el modelo y una matrícula a las Áreas Policiales Básicas. Ha habido retenciones a causa de los controles, y la policía catalana está revisando los maleteros de cientos de vehículos antes de suspender la operación sin hallar a Puigdemont.

«Buscan a Puigdemont como la Policía Nacional y la Guardia Civil buscaban las urnas y las papeleta», ha señalado el portavoz de Junts en el Parlament, Albert Batet (Junts) en el hemiciclo, adonde han intentado entrar manifestantes antes de que los mossos les hayan impedido la entrada. Sí que han logrado penetrar en el Parc de la Ciutadella, donde está el Parlament, pero los mossos han dispersado a los manifestantes con gas pimienta.

Illa, actor secundario

Pese a todo lo ocurrido en torno a Puigdemont, el pleno de investidura de Salvador Illa ha comenzado a las 10.00 entre una gran presencia policial y miles de manifestantes a las afueras del hemiciclo. El primer secretario del PSC ha sido esta mañana un actor secundario y toda la atención mediática se dirigía hacia el expresident.

Con todo, el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat ha pronunciado durante unos 45 minutos su discurso de investidura que ha iniciado exigiendo «la aplicación ágil, rápida y sin subterfugios» de la ley de amnistía.

«Cataluña debe mirar hacia adelante, no puede perder el tiempo, debe contar con todo el mundo», ha proclamado Illa ante un hemiciclo en el que obviamente no está presente el expresident, que ya en su discurso frente al Arc de Triomf había señalado que «de aquí un rato tenemos una sesión importante, como todas las que hace el Parlament. Siempre aquello que aprueba el Parlament lo respetamos».

Puigdemont ha concluido diciendo que «debemos saber preparar nuevas oportunidades, porque las tendremos y las ganaremos. No sé cuando nos volveremos a ver amigos y amigas, pero pase lo que pase, cuando nos volvamos a ver, podremos volver a gritar juntos bien fuerte ‘Visca Catalunya lliure’».