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Blinken vuelve a Israel, que sigue bombardeando toda la Franja de Gaza

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, llegó ayer a Israel, en su novena visita desde que comenzara la ofensiva contra la Franja de Gaza. Viaja con la intención de impulsar un acuerdo de alto el fuego que Benjamin Netanyahu obstaculiza desde hace meses.

Palestinas desplazadas abandonan Jan Yunis con sus pocas pertenencias. (Bashar TALEB | AFP)

Antony Blinken aterrizó ayer en Israel para impulsar un acuerdo de alto el fuego que ponga fin a las matanzas diarias que el régimen sionista está cometiendo en la Franja de Gaza desde hace más de diez meses. EEUU ve el pacto «más cerca que nunca», y Tel Aviv se muestra «moderadamente optimista», pero lo obstaculiza constantemente. Hamas lo rechaza si no es en base al plan original de tres fases anunciado a finales de mayo por el presidente estadounidense, Joe Biden, incondicional aliado de Israel.

«Esta es mi novena visita desde el 7 de octubre a Israel, a Oriente Próximo. Y es un momento decisivo, probablemente el mejor y tal vez la última oportunidad para llevar a los rehenes a casa, lograr un alto el fuego y poner a todos en un mejor camino hacia una paz y una seguridad duraderas», declaró ante los medios de comunicación a su llegada.

El jefe de la diplomacia estadounidense ha asegurado que está en la región «como parte de un esfuerzo diplomático intensivo» del presidente de EEUU, Joe Biden, «para tratar de llevar este acuerdo a buen puerto». «Es hora de que se haga», ha concluido antes de su reunión con el presidente de Israel, Isaac Herzog. Posteriormente, se reunirá con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Blinken, que según Washington viaja para presionar a Netanyahu, llegó tras una reunión de dos días entre el equipo negociador de Israel y los mediadores –EEUU, Qatar y Egipto– en Doha, para afinar los detalles de un eventual acuerdo que permita detener la escalada de tensión en la región, parar las masacres israelíes en Palestina, liberar al centenar de cautivos israelíes que sigue en Gaza y posibilitar la entrada en masa de la muy necesaria ayuda humanitaria en el enclave palestino, donde el régimen sionista utiliza el hambre como un arma de guerra más.

EEUU cree que el acuerdo podría lograrse la semana que viene, aunque Hamas, que no ha participado en las reuniones de Doha, rechaza la última propuesta de Washington que incluye nuevas condiciones de Israel y exige implementar la de mayo.

Una alto cargo del movimiento de resistencia palestino explicó que el plan abordado en Doha propone mantener una «presencia reducida» del Ejército israelí en el conocido como Corredor Filadelfia, que recorre la frontera de Gaza con Egipto, y que Israel no tendría que retirarse de forma completa del enclave, puntos que Hamas rechaza.

Mientras, una delegación israelí llegó ayer a El Cairo para mantener reuniones con la Inteligencia egipcia con el objetivo de encontrar «puntos en común» sobre «algunas cuestiones» antes de reanudar la próxima semana las negociaciones para un acuerdo.

Netanyahu: «Estamos negociando, no cediendo»

Poco antes de la llegada de Blinken ayer, Netanyahu, al que incluso en su país muchos acusan de torpedear la negociación con nuevas demandas con la complicidad de EEUU–, dejó claro que Israel está «negociando, no cediendo» ante Hamas. «Hay cosas sobre las que podemos ser flexibles y hay cosas sobre las que no, e insistimos en ellas. Sabemos diferenciar entre ambas», dijo.

Netanyahu, que instó a los países mediadores a presionar a Hamas y no a Israel, se mantiene firme en dos puntos centrales: no cesar la ofensiva militar hasta desmantelar al grupo islamista y no retirar a sus tropas del Corredor de Filadelfia, aseguró su oficina.

Israel entra en Deir al-Balah

A pesar del impulso negociador, la brutal ofensiva israelí en Gaza continúa y ayer las tropas extendieron sus operaciones a partes de Jan Yunis y, por primera vez, de Deir al-Balah (centro), donde miles de gazatíes se refugian desde que comenzó la incursión terrestre en Rafah.

Las fuerzas sionistas mataron a una veintena de personas, entre ellas varios niños, en el bombardeo de viviendas en Jabalia, Deir al-Balah, Jan Yunis y Nuseirat, después de que Israel ordenara el sábado la evacuación en la práctica totalidad de Gaza, a pesar de que la exhausta población palestina, desplazada por enésima vez, no tiene un sitio seguro al que ir.

Alegando que la zona ha sido utilizada por milicianos palestinos para lanzar cohetes hacia territorio israelí, el viernes había ordenado evacuar el este de Deir al-Balah, que no había sido objeto de una ofensiva terrestre a gran escala como las que han sufrido el resto de grandes ciudades de la Frana, y es un importante punto de acogida de desplazados (el 90% de los gazatíes) así como el centro de operaciones de organizaciones humanitarias.

El Ministerio de Sanidad gazatí informó de que el Ejército israelí mató a 25 personas en las últimas horas en Gaza, elevando la cifra oficial de víctimas mortales a 40.099, de las que más de la mitad son niños. A ellas habría que sumar las 10.000 que siguen bajo los escombros. Los heridos suman 92.609.