Donostia colocará una placa por Mikel Zabalza a las puertas del cuartel de Intxaurrondo
El Ayuntamiento de Donostia colocará este próximo sábado una placa en memoria de Mikel Zabalza, muerto hace 39 años tras ser detenido por la Guardia Civil. El acto tendrá lugar al mediodía a las puertas del cuartel de Intxaurrondo.
El Ayuntamiento de Donostia colocará este próximo sábado, 30 de noviembre, una placa en memoria de Mikel Zabalza, cuyo cuerpo apareció en el río Bidasoa en diciembre de 1985, veinte días después de haber sido detenido por la Guardia Civil.
El acto tendrá lugar a las 12.00 ante el número 35 de la calle Baratzategi de Intxaurrondo, junto a las puertas de entrada del cuartel del instituto armado. Participarán en el homenaje el alcalde de Donostia Eneko Goia, representantes de los grupos municipales del Ayuntamiento y familiares de víctimas.
Mikel Zabalza Garate, que entonces tenía 32 años, había nacido en Orbaitzeta (Nafarroa) y era vecino del barrio de Altza. Trabajaba como conductor de los autobuses públicos de Donostia y fue detenido por la Guardia Civil el 26 de noviembre de 1985. Tras su paso por el cuartel de Intxaurrondo, fue encontrado muerto 20 días después en el río Bidasoa.
Muerto tras ser torturado
En febrero de 2022, el Gobierno de Lakua reconoció a Zabalza como víctima de la violencia del Estado. La Guardia Civil defendió en su día que huyó cuando lo llevaron esposado a la zona de Endarlatsa para buscar un zulo y que cayó a las aguas del Bidasoa, pero el informe establece que esta hipótesis es «muy improbable, por no decir simplemente increíble», y que «existen fuertes presunciones de que fue detenido y sometido a tortura, penas y tratos crueles, inhumanos o degradantes que le pudieron llevar a la muerte», bien mediante la aplicación de «la bañera» (ahogado) o de «la bolsa (asfixiado), para ser posteriormente arrojado al río. Judicialmente el asunto nunca ha llegado a esclarecerse.
Como cada año por estas fechas, este pasado fin de semana se han celebrado sendos actos en su recuerdo tanto en Altza como en su localidad natal, Orbaitzeta.
El Ayuntamiento de Donostia ha recordado que con este acto serán ya 32 las placas que ha colocado en la ciudad –en el lugar en el que se produjeron las muertes, o como en este caso lo más cerca posible– dentro de una iniciativa para dar visibilidad en el espacio público a las víctimas de la violencia política.
El PP habla de «desafío a la Guardia Civil»
El grupo municipal del PP ha puesto el grito en el cielo por este anuncio, al considerar que se trata de un acto «ofensivo» y «desafiante para los miembros de la Guardia Civil».
Pese a la claridad de los hechos, para este partido «la colocación de esta placa a escasos metros de la puerta principal de la Comandancia es una forma de señalar o culpar públicamente a la institución por su muerte», dado que se atiene a que no hay sentencia judicial alguna respecto a la muerte de Zabalza.
«La elección de este lugar es un acto deliberado de confrontación simbólica. Un acto de provocación, en lugar de ser un homenaje para preservar la memoria de Mikel Zabalza», continúa.
Retorciendo aún más el argumentario, el PP pregunta «qué pensarían las víctimas del terrorismo si todos decidieran que en lugar de colocar la placa de su familiar asesinado en el lugar del atentado, tal y como se hace, decidieran que se colocaran en frente de las herriko tabernas o de las sedes de EH Bildu?». La realidad es que estas placas no señalan autorías, sino que subrayan el lugar en que se produjeron las muertes.