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El Monumento a los Caídos de Iruñea abre sus puertas por un día

Una visita de parlamentarios ha abierto este martes las puertas del Monumento a los Caídos de Iruñea, que habitualmente están cerradas. Ha sido una ocasión para ver el interior del edificio, sobre el que se ha alcanzado un acuerdo para ser resignificado con el rechazo de colectivos memorialistas.


Una visita de la comisión de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskara del Parlamento navarro ha abierto este martes las puertas del Monumento a los Caídos de Iruñea. Está considerado como sala de exposiciones, pero no se organizan muestras desde hace tiempo. La visita fue solicitada en agosto por Contigo-Zurekin y por cuestiones de la dinámica parlamentaria se ha celebrado hoy, una semana después del anuncio alcanzado para su resignificación y cuando el futuro del edificio, su resignificación o derribo, es objeto de polémica.

Iñigo Gómez, director del Área de Cultura del Ayuntamiento de Iruñea, ha sido el encargado de dar las explicaciones a los parlamentarios. La delegación de la Cámara ha podido visitar la nave central, la terraza que ofrece unas vistas inhabituales de la avenida de Carlos III o el pasadizo de la cúpula desde donde se ven de cerca las pinturas de Ramón Stolz que exaltan el golpe de Estado franquista, presentándolo como «una Cruzada» que hunde sus raíces en imágenes icónicas como Sancho el Fuerte rompiendo las cadenas en las Navas de Tolosa –la misma que esté en el tapiz del Palacio de Nafarroa–, el lema de los cruzados «Deus lo volt» o san Francisco de Javier evangelizando japoneses, hindúes y musulmanes. Todo ello para culminar en los requetés y sus «detente bala».

Alguno de los integrantes de la visita comentaba que enseñar estas pinturas y dar a conocer cuál era el discurso dominante en el Estado español en la década de 1950 podía ser una buena manera de resignificar el monumento.

El resto de iconografía fascista –escudos, vidirieras, listados de caídos...– permanece oculta a la vista con paneles de madera.

Para cualquier intervención en el edificio, la resignificación o el derribo, es necesario retirar la protección que como monumento tiene y para ello es precisa una mayoría en el Parlamento. 

El Arzobispado se guarda una llave

El edificio actualmente depende del Ayuntamiento de Iruñea. Son los que tienen la llave. Son los que hoy han abierto la puerta. Pero hay una dependencia que no está bajo su control. Las llaves de la cripta, en la que estuvieron enterrados Emilio Mola y José Sanjurjo, dirigentes navarros del golpe fascista, están en manos del Arzobispado de Iruñea. Y hoy no estaban disponibles las llaves.

Las llaves de la cripta están en manos del Arzobispado de Iruñea, y hoy no estaban disponibles las llaves. Aunque las palomas no las necesitan...

 

El portavoz de Contigo-Zurekin, Carlos Guzmán, ha mostrado su «desazón» por este hecho, ya que su objetivo era realizar una visita integral del recinto y no ha sido posible. Solo se ha podido ver la cripta desde uno de los accesos, que estaba tapiado, a través de una rejilla. El propio Guzmán ha descrito el interior como una capilla con un altar y con una imagen de la Virgen del Pilar.

Quienes no necesitan llave son las palomas, que entran por la cúpula y realizan sus deposiciones en los balcones.

Valoraciones de los grupos

A la salida de la visita, Carlos Guzmán (Contigo-Zurekin) ha insistido en que su grupo aboga por el derribo del edificio, ya que sería cumplir con la Ley de Memoria Histórica. A su juicio, un monumento creado para la exaltación fascista no puede ser calificado como lugar de memoria como los centros en los que se llevó a cabo la represión como el fuerte de Ezkaba o la Dirección General de Seguridad de Madrid.

Inma Jurío, del PSN, en cambio, consideraba que con el acuerdo de la semana pasada se había dado «un paso muy importante para poder mantener la memoria, pero no la memoria de los fascistas, sino la de quienes sufrieron en Navarra y así la podamos transmitir a nuestros hijos».

Adolfo Araiz (EH Bildu) ha destacado que «cuando hay problemas políticos para conseguir mayorías que no solo resignifiquen sino que vayan más allá, como el derribo que reclaman asociaciones memorialistas, y existen problemas jurídicos muy importantes que impedirían el derribo, hay que decírselo a la ciudadanía».

«Estamos en un proceso abierto en el que esperamos poder encontrarnos con mucha gente que ha criticado este acuerdo. Cuando no se pueden articular mayorías más allá de la resignificación, el principio de realidad nos lleva a donde nos lleva», ha añadido Araiz.

Itxaso Soto, de Geroa Bai, por su parte, ha calificado de «vergonzosa» la existencia de un monumento de exaltación franquista en Nafarroa y ha abogado por seguir avanzando en la eliminación de la simbología, destacando la importancia de la supresión de la cúpula recogida en el acuerdo.