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Tres de cinco; los estadios vascos vuelven a ser matagigantes de la Liga

El inicio de esta campaña ha recuperado una constante histórica que parecía olvidada estos años: para los dos gigantes de la Liga, Real Madrid y Barcelona, viajar a Euskal Herria es un dolor de muelas. Tres de las cinco derrotas que suman esta temporada se han producido en Sadar, Anoeta y San Mamés.

Budimir y Becker celebran sus goles al Barcelona y Berenguer ante el Madrid; tres victorias de postín. (Foku)

Hubo un tiempo, más bien ochentero, en que viajar a Euskal Herria para jugar contra Athletic, Real y Osasuna suponía una pesadilla para Real Madrid y Barcelona. En ‘Marca’ se hacían leyendas sobre la ferocidad de Atotxa, San Mamés o El Sadar, algunas veces de modo justificado y otras con exceso de literatura.

La tendencia había cambiado en los últimos años: por citar dos datos a modo de ejemplo, el Madrid había ganado en las cinco últimas visitas a San Mamés y no cae en Iruñea desde 2011. Las plantillas cada vez más rutilantes de los dos grandes y la uniformidad en el estado de los terrenos de juego guardan gran parte de la explicación.

Sin embargo, algo parece haber cambiado este año. Transcurridas quince jornadas de competición, Barcelona y Real Madrid acumulan únicamente cinco derrotas (tres los azulgranas y dos los blancos)... y tres de ellas se han producido en Euskal Herria. El Sadar primero, Anoeta después y San Mamés ahora les han visto doblar la rodilla. Solo Las Palmas se suma a este «club», al haber logrado ganar al Barça hace diez días en el Nou Camp. La quinta derrota del tándem fue su clásico: el 0-4 del Barcelona al Madrid en el Bernabéu.

¿Puede abrir una nueva tendencia? Habrá que esperar a próximos rounds, pero lo que no se puede cuestionar es que las tres victorias vascas han sido incontestables por juego.

Empezó el ciclo Osasuna con un espectacular 4-2 al Barcelona el 28 de setiembre en El Sadar. Un partido en el que Flick hizo rotaciones pero acabó sacando al césped a todas sus estrellas, incluido Lamine Yamal, sin poder voltear el marcador. En una actuación estelar de Areso, Bryan Zaragoza y Budimir, Osasuna llegó a ir ganando 4-1 y acabó repitiendo el histórico marcador de 1984, cuando los «indios» de Alzate doblegaron 4-2 al Barça de Maradona, que solo pudo hacer sus dos tantos de penalti. Por otro lado, hacía doce años que Osasuna no ganaba al Barça en El Sadar.

Aquella con el otoño recién empezado era la primera derrota liguera de los culés. La segunda ha sido también en Euskal Herria, esta vez en Anoeta, el pasado 10 de noviembre y de nuevo con merecimientos indudables. Aquella noche el equipo de Imanol desarmó al Barcelona hasta tal punto que fue el primer partido en más de 20 años (ante el Málaga en 2003) en que los azulgranas no tiraban una sola vez a puerta. Kubo puso la magia y Becker el gol. Se da la circunstancia añadida de que la Real no había empezado nada bien en casa, con derrotas ante varios rivales menores que el Barça, pero desde ello ha logrado ganar también a Ajax o Betis.

A esta peculiar resurrección del espíritu matagigante se ha sumado el miércoles el Athletic con otro partido brillante en el que ha reducido al Real Madrid a equipo muy menor y ha acabado derrotándole por 2-1. También en este caso hay que mirar muy atrás en el calendario para encontrar una victoria similar, concretamente hasta 2015, cuando un gol de Aritz Aduriz doblegó al trasatlántico blanco.

El Alavés no pudo con el Barcelona en su visita hace un mes a Mendizorrotza. Tendrá otra oportunidad de unirse a este carro en la segunda vuelta ante el Real Madrid. Como hizo el Eibar en 2018 con un 3-0 al Real Madrid que aún se recuerda, y que de hecho sigue siendo el resultado vasco más aplastante contra uno de los dos colosos ligueros desde hace muchos años.