Juan José Martínez Leunda

1967tik... Joxemari Galarraga «El Ruso» (Zubiaurre Baserrikoa)

Primer domingo de septiembre de 1967. Romería tradicional en las campas-bordas de Zelatun, con la consiguiente subida a la cima de Ernio. (Gipuzkoa)

«El Ruso» tiene 19 años (nacido en el caserío Zubiaurre de Villabona) y, junto a un grupo comprometido frente a la dictadura franquista, colocan una Ikurriña en la cima de Ernio.

A la tarde, manifestación en Tolosa. Dos docenas de los participantes, terminan detenidos y, por primera vez, en la prisión de Martutene. No será la única ocasión, a lo largo de su vida, que termine detenido y/o en prisión.

Situarse en la época (un año antes de las muertes de José Pardines, miembro de la Guardia Civil en Aduna y Txabi Etxebarrieta en Benta Haundi de Tolosa; antes del Proceso de Burgos, sumario 36/69 y antes de mayo del 68 París-Francia, antes de la Primavera de Praga) implica conocer, con cierta cercanía, las circunstancias y compromiso de la juventud vasca de entonces. Distinto a lo que, 10 años más tarde, se produce con las primeras elecciones de 15 de junio de 1977 y las celebradas hasta la fecha.

57 años de vida comprometida, sin ningún cargo remunerado. Siempre, en la primera «línea del frente». Nada que ver con el «activista» de sofá y/o de redes sociales, actuales.

Glosar a la persona, al amigo, al compañero de reflexiones, algunas compartidas, otras con discrepancia, siempre con respeto al diferente, al distinto, nunca levantando la voz para hacer valer sus convicciones, firmes (compartidas o no) pero siempre al lado de las «causas pérdidas...».

Hemos compartido momentos inolvidables, junto al «Ruso», también en la prisión de Martutene, donde por primera vez leímos a Mafalda («la contestaría», como el «Ruso»)

Un hombre fuerte, no solo de convicciones, sino físicamente. No puedo olvidar que, además de compartir innumerables reuniones, en la clandestinidad, unas (En el Centro Parroquial, con Joxemi Zumalabe, Kintxo Sarasola y otros... ¿qué tiempos aquellos?) y en democracia, otras, su fortaleza y arrojo, implico que en una ocasión no fuera detenido.

Estando juntos en una manifestación, en junio de 1973, en Donostia, en el Boulevard, la Policía Armada (los grises de entonces, por el color de su uniforme, predecesores de la actual Policía Nacional) nos dispersaron y uno de ellos venía a detenerme. (Fue el último año de estancia de Franco y su Azor en la Bahía de la Concha)

«El Ruso» a mi lado, reaccionó, se dio la vuelta, golpeo al «gris armado» echándolo al suelo y, junto a otros, logramos no ser detenidos.

Posteriormente, juntos, echando octavillas en Villabona y Tolosa con una moto vespa, participando en organizaciones diversas; solidario en Sacem, con motivo de una huelga «ilegal», en defensa de los derechos de los trabajadores. La «representación legal» de los Trabajadores era el denominado Sindicato Vertical adscrito al régimen franquista.

En 57 años ¿dónde no has estado? Multitud de manifestaciones en defensa de los derechos de los trabajadores (hasta y tras la jubilación) en defensa de los derechos civiles, las Libertades Democráticas, en defensa del Autogobierno, la Autodeterminación, el Euskera, los presos vascos y un largo etc., siempre, causas asociadas a los derechos humanos individuales y colectivos, y siempre por vías pacíficas y democráticas.

Hemos compartido manifestaciones y despedida (en Errebote Plaza) por el fallecimiento, en plena celebración de las Xantio-Jaiak, de Amasa-Villabona, de Remi Ayestaran Olano, el año 2009. Igualmente, recogiendo tus aportaciones a la entidad «Remi Gogoan»

En los últimos años, ya jubilado, tras perder a Tina, hace 7 años (inseparable y enérgica, siempre, nacida en el Valle de la Serena-Badajoz-tierra bien definida por el Bertsolari, Jon Maia) la madre de tus hijos, Eneko y Maddi, has seguido acudiendo a manifestaciones por las más diversas causas, incluidas las del movimiento de pensionistas.

Toda una trayectoria de 57 años (ahí es nada) en favor de las personas, en defensa de Euskal Herria y de los pueblos libres y, porque no decirlo, de una vida «de utopía» que te ha caracterizado: la defensa de una sociedad más justa, socialmente, más libre, nacionalmente, y más humana, alejada de las guerras y en defensa de la Paz.

Quienes te conocemos, de cerca, sabemos de tu manera de ser. Hombre de pocas palabras, de grandes convicciones, amigo de tus amigos y siempre dispuesto a ayudar al que lo precisara.

Seguiremos disfrutando de lo que hemos construido juntos, también para el disfrute (Baltegi) contemplando el monte Beriain-San Donato, o recogiendo «onttok» donde cuántas veces nos preguntamos, ¿dónde está «El Ruso»? Más de una vez perdido en un hayal... pero, al final, sudoroso, siempre aparecía.

Precisamente, bajando de la cima de Ernio, en septiembre de 2023, tu hija Maddi, me informó, por primera vez, del diagnóstico médico.

Bene, benetan, Eskerrik, Eskerrik asko, por tu legado y por haber compartido muchas causas, discrepado en otras, siempre desde el más absoluto respeto, también con grandes amigos «Mitxino», «Katteka»... y una extensa y solidaria lista. Siempre estarás en nuestro recuerdo.

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