Oskar Zapata e Iñaki Sagardoi
Integrantes de Euskaltzaleen Topagunea

Diversidad vs. uniformización; convivencia vs. autoritarismo

Nuestro objetivo es ofrecer narrativas complementarias y prácticas eficaces para construir una mayoría social a favor del euskara en Navarra que hoy no tenemos. Nuestra propuesta es que la conversación y el debate en torno al euskara se desplacen a unos parámetros donde podamos ampliar el campo de complicidades. Algunas ideas:

El posicionamiento a favor de la diversidad va más allá de la defensa de la biodiversidad. También incluye la diversidad cultural, de género... Y por supuesto la idiomática. El euskara es lengua autóctona y propia de Navarra. Por lo tanto, todas las personas y colectivos que ponemos en valor la diversidad, en coherencia, debemos aspirar a que el euskara esté en una situación saludable.

Los idiomas, al igual que las personas, especies y plantas, tienen que tener un hábitat apropiado y suficiente garantizado para que puedan vivir. Tienen que tener una protección legal suficiente y medios adecuados para su desarrollo. En nombre de la diversidad es coherente dar apoyo, impulso y prestigio al euskara. De hecho, el euskara es un reflejo de la diversidad y riqueza de esta tierra. Una de las máximas contribuciones de Navarra a la diversidad mundial en el ámbito cultural. Al nivel de la selva de Irati y las Bardenas reales.

No solo eso. El fomento del euskara contribuye al desarrollo de la economía local. Crea puestos de trabajo, unidos a su promoción, a la creación cultural; crea empresas, ofrece formas innovadoras de organización, y todo ello aporta riqueza a Navarra. Por lo tanto, promocionar el euskara también es una apuesta por la sostenibilidad y por una economía enraizada en el territorio.

En el posicionamiento a favor de la igualdad, junto con la defensa de la misma entre las personas, debemos incluir la igualdad entre los idiomas. Actuar con equidad con las personas y colectivos en situación vulnerable, aparte de hacer justicia es el camino para llegar a una igualdad real.

En Navarra uno de los dos idiomas propios está en situación vulnerable: el euskara. Por lo tanto, es razonable que se actúe con equidad para conseguir una situación saludable del mismo. En ese camino es lógico que los dos idiomas gocen del mismo estatus jurídico.

En una sociedad democrática hay que respetar y promover especialmente los idiomas minorizados como reconocimiento de la dignidad de toda la ciudadanía. Es un buen camino para cerrar puertas al autoritarismo y la uniformización.

Por supuesto, como en otros temas, hay conflictos, también en el proceso de revitalización del euskara. Es natural. Lo justo es plantear su gestión de forma democrática: vivimos y viviremos juntos, así que empecemos a acercar posiciones.

Las situaciones sociales son dinámicas. Por lo tanto, la realidad sociolingüística no se puede ver como una situación inmutable. El estado actual puede cambiar en beneficio del euskara, adoptando medidas más eficientes en su promoción.

Soñemos que en un futuro toda la ciudadanía navarra entienda las dos lenguas propias. Sería un gigantesco ejercicio de reconocimiento y respeto, una gran expresión de convivencia.

Trabajar para construir consensos es importante y creemos en los acuerdos en el camino de la recuperación del euskara. La convivencia no puede basarse en la negación, sino en el reconocimiento de las personas, culturas e idiomas.

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