Olatz Dañobeitia y Araitz Zubimendi
Encerrona de expresas en Usurbil

Aquí estamos las hijas de Itziar

Nos encontramos aquí las mujeres que un día decidimos emprender la lucha por la independencia de Euska Herria y por una sociedad más justa e igualitaria. Estamos aquí las mujeres que en aquellos ámbitos de lucha nos sentimos invisibles, pero también las que para no serlo, convertimos el grito en una costumbre y en nuestra forma de actuar diaria.

Curiosamente, nunca fuimos invisibles para el estado y, así, un día fuimos detenidas. La policía nunca ignoró nuestra condición de mujer. Por lo que hoy, estamos aquí mujeres que en comisaría fuimos violadas. Y no solo las que fuimos violadas, también las que vivimos en nuestras propias carnes el miedo, el pánico, de serlo. Y las que, como consecuencia, aún hoy seguimos necesitando ayuda profesional. Porque sí, la violencia sexual ha sido un arma de guerra para neutralizar las ansias de libertad de este pueblo.

Cada una de nosotras hicimos frente a aquella situación como pudimos: aquí estamos hoy las que mantuvimos la dignidad y no denunciamos a los y las compañeras. Pero, también estamos aquí las que sin perder la dignidad, firmamos lo que nos obligaron. Y es que creemos que cincuenta años después, tal vez sea hora de reconocer que también las hijas de este pueblo, no sólo los hijos, han luchado. Y que en cualquier caso, seamos hombre o mujer, si algo nos diferencia de ellos, de los estados, es que lo que ellos consideran debilidades, para nosotras y nosotros son necesidades y circunstancias personales que hay que abordar de manera colectiva. Tanto en la cárcel como en la calle. Porque su lógica machista no es la nuestra. Porque somos diferentes. Porque a nosotras y nosotros nos importan las personas.

Estamos aquí también las que una vez encarceladas curiosamente perdimos a nuestras parejas. La verdad es que no sabemos en qué momento se nos pudo pasar por la cabeza que podríamos ser cuidadas en vez de cuidadoras. Qué ingenuas. O pensándolo mejor…, tal vez siempre supimos que eso ocurriría. Y a pesar de ello no abandonamos nuestra lucha. Vaya, parece que el valor y el coraje han tenido muchas caras en nuestro pueblo…

Desde entonces, fueron nuestras madres, hermanas y amigas las que se ocuparon de nosotras. Las que nos asistieron y nos hicieron llegar el calor que tanto se necesita en esas circunstancias. Porque en este país, han sido y aun hoy siguen siendo las mujeres las que se responsabilizan de las asistencia de las presas y presos. Las que constituyen el soporte y el balón de oxígeno para el colectivo de presos y presas políticas vascas.

Estamos aquí, hoy, las mujeres que quisimos ser madres y que debido a la cárcel no pudimos serlo. Y también estamos aquí las que tuvimos que parir entre barrotes y rodeadas de policías.

Estamos aquí las mujeres que hemos criado a nuestras hijas e hijos dentro de la cárcel, en los llamados «módulos penitenciarios de madres». Somos las madres a las que, exactamente el mismo día en que nuestras niñas y niños cumplían tres añitos, nos las arrancaron de la misma forma en que se arranca la piel a una persona.

También estamos aquí las mujeres que fuimos objeto de burla y humillación por parte de la cárcel, y no solo de la cárcel, por el grave delito de querer a otra mujer.

Estamos aquí las que por haber sido mujer hemos sufrido un régimen penitenciario distinto. Las que hemos cumplido condena en unas cárceles construidas para hombres: con patios más pequeños, con menos actividades, en condiciones de mayor aislamiento… Cárceles que tenían como misión convertirnos en mujeres pasivas y sumisas, encorsetadas en nuestro rol de mujeres obedientes.  
Estamos aquí las militantes independentistas que por ser mujeres hemos sido doblemente condenadas. Una doble condena que se ha producido en comisaría, en la cárcel y también en los  medios de comunicación. Nosotras hemos sido y somos mujeres que nos hemos salido de la norma, mujeres incorrectas, malas madres, las putas de los comandos, las terroristas más sanguinarias, según nos han denominado los periódicos más misóginos. Pues bien aquí  estamos los rostros y cuerpos tan utilizados en la construcción de ese ideario que nos ha castigado doblemente. Aquí estamos las militantes y sujetos políticos no reconocidos.

No obstante, todo esto que nosotras sufrimos en el pasado lo están sufriendo actualmente 51 mujeres que aún se encuentran presas, y ello nos preocupa enormemente. Las necesitamos en la calle. Las necesitamos en la calle para dar solución al conflicto que originó esta situación. Porque nuestro objetivo es caminar hacia una Euskal Herria sin presas ni exiliadas políticas. Pero también que en lo que dure ese trayecto desaparezcan las condiciones de excepción que vulneran diariamente sus derechos. Situación de excepcionalidad que se acentúa en el caso de las mujeres debido a que vivimos en una sociedad patriarcal.

Han transcurrido cinco años desde que en Aiete se presento una hoja de ruta junto a agentes internacionales, con el objetivo de dar una salida justa, pacifica y permanente al conflicto político vasco. ETA respondiendo a ese llamamiento aporto con el cese de la lucha armada. En cambio la situación de las personas presas y refugiadas no ha mejorado y transcurridos cinco años sigue sin solución.

Si anhelamos construir un futuro en paz y libertad, consideramos necesario abarcar las consecuencias del conflicto político armado así como en el caso de las mujeres, trabajar las distintas violencias que nos afectan y no han sido tan visibles. Consideramos que todo ello es una responsabilidad colectiva y por ello queremos abrir un espacio de colaboración con todos los agentes. Hacemos un llamamiento a toda la sociedad y también a los agentes que trabajan en defensa de los derechos de las mujeres a contribuir en esta búsqueda definitiva de soluciones respecto a esta cuestión.

Lierni Armendariz Gonzalez Langarika. Kalera!
Idoia Martinez Garcia. Kalera!
Nerea Garaizar San Martin. Kalera!
Nahikari Otaegi Tena. Kalera!
Eider Perez Aristizabal. Kalera!
Leire Etxeberria Simarro. Kalera!
Lexuri Gallastegi Sodupe. Kalera!
Iratxe Yañez Ortiz de Barron. Kalera!
Ainhoa Garcia Montero. Kalera!
Arantza Zulueta Amutxastegi. Kalera!
Josune Arriaga Martinez. Kalera!
Maitane Linazasoro Lopez. Kalera!
Josune Balda Arruti. Kalera!
Ainhoa Barbarin Iurrebaso. Kalera!
Maite Pedrosa Barrenetxea. Kalera!
Josune Oña Ispizua eta haurra. Kalera!
Idoia Mendizabal Mujika.eta haurra. Kalera!
Sara Majarenas Ibarreta eta haurra. Kalera!
Maria Lizarraga Merino. Kalera!
Marta Igarriz Izeta. Kalera!
Alicia Saez de la Cuesta. Kalera!
Ana Belen Egues Gurrutxaga. Kalera!
Oskarbi Jauregi Amondarain. Kalera!
Itziar Alberdi uranga. Kalera!
Aitziber Coello Onaindia. Kalera!
Olatz Lasagabaster Anza. Kalera!
Agurtzane Delgado Iriondo. Kalera!
Ainhoa Mujika Goñi. Kalera!
Nerea Bengoa Ziarsolo. Kalera!
Irantzu Gallastegi Sodupe. Kalera!
Oihane Bakedano Maidagan. Kalera!
Beatriz Etxeberria Caballero. Kalera!
Olga Comes Arranbillet. Kalera!
Belen Gonzalez Peñalva. Etxean preso. Kalera!
Alaitz Aramendi jaunarena. Kalera!
Izaskun Lesaka Argulles. Kalera!
Itziar Moreno Martinez. Kalera!
Itziar Plaza Fernandez. Kalera!
Ekhiñe Eizagirre Zubiaurre. Kalera!
Iratxe Sorzabal Diaz. Kalera!
Mertxe Chivite Berango. Kalera!
Marixol Iparragirre Genetxea. Kalera!
Ainhoa Ozaeta Mendikute. Kalera!
Maite Aranalde Ijurko. Kalera!
Alaitz Areitio Azpiri. Kalera!
Marina Bernardo Bonada.Kalera!
Dolores Lopez Resina. Kalera!
Lorentxa Beyrie. Kalera!
Saioa Sanchez Iturregi. Kalera!
Itxaso Zaldua Iriberri. Kalera!
Nekane Txapartegi Nieves. Kalera!

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