In a persian market (en un mercado persa)
Decía Churchill que la democracia era un mal sistema de gobierno, pero que los otros sistemas eran todavía peor. Que era un mal sistema de gobierno ya lo vieron los griegos de la etapa clásica. Establecida la democracia en Atenas, no tardaron en aparecer sus tics y lacras, tal y como los conocemos ahora: corrupción generalizada...
La Ciencia tiene que avanzar por la lógica y el silogismo a través del pensamiento (Aristóteles), y ese es nuestro propósito.
El británico Albert William Ketelbey, 1920, escribió "En un mercado persa". El autor nos va relatando minuciosamente y describiendo a la perfección, cómo transcurre un día en un mercado potencial de Bagdad. A lo largo de la historia de la humanidad, para sortear la acción destructiva del mono agresivo y cabr.n: hombre, y que por muchos años seguirá siéndolo (Nietzsche), tanto el escritor como el creador han usado, han echado mano de la metáfora y el lenguaje críptico, y en ese lenguaje críptico, en ese mercado persa, vemos que acuden gentes, entes, colectivos, que muy bien los podemos reconocer en nuestro mundo, captar y, llegado el caso capturar con nuestra pluma y máquina fotográfica en tres dimensiones.
Como docente, mis clases siempre fueron asamblearias e interactivas, este artículo también es interactivo. La interpretación que yo doy no es dogmática, sino abierta a otras interpretaciones por parte del lector. Ahí radica la grandeza de la filosofía versus dogmatismo o totalitarismo que es lo mismo.
Ketelbey nos habla en primer lugar de la llegada de los camelleros con sus majestuosas monturas. Ahí podríamos ver a los políticos, que se dicen representantes del pueblo, viajando en business en vez de turista que es muchísimo más barato, pero eso no va con ellos pues es cosa de y para pobres, jeje.
Entran a continuación en escena los mendigos, con su grito mas que con su canto o plegaria: "Bakshish, bakshish Allah, empsi empsi", una limosna por el amor de Dios... Ese es el pueblo que pedimos al Estado y a los dráculas de las 17 taifas, no nos vampiricen mas sangre con sus impuestos, tampoco a las empresas, que con los beneficios han de pagar a los obreros, modernizar instalaciones, amortizar y crear nuevos puestos de trabajo, en definitiva crear riqueza, porque es la empresa la que crea riqueza, el Estado no, este, según Nietzsche es un «monstruo frio, el mas frio de los monstruos fríos», es el que vampiriza a tirios y troyanos, a todos. Ah, en la dictadura no se hacía declaración de Hacienda, los alcaldes no tenían sueldo, y los diputados a Madrid se pagaban el viaje de su bolsillo. En la cleptocracia, en absoluto democracia, que tenemos, solo conozco una persona que le propuso a la Presidencia de las Cortes renunciar a su sueldo de diputado, y que le permitiese compatibilizar su trabajo como profesor de la EHU, esa persona, conste su nombre para la posteridad es el Dr. Iñaki Antigüedad, líder de Amaiur. La Presidencia de las Cortes se lo denegó, no quería gente trabajadora ni honrada en el pesebre nacional. Ya de paso, con siete diputados no le dio grupo propio, cuando se han dado con cinco y menos diputados.
El Dr. Antigüedad primó su trabajo de profesor frente al pesebre, y renunció al acta de diputado, perdiéndose con esto, su experiencia, sus grandes ideas, sus ganas de trabajar, frente a la holganza y a las cadenas de la «burrocracia» en un hemiciclo que siempre está vació. Para el batasuno Antigüedad como me gusta llamarle a mi, le ofrezco el carnet de anarcosindicalista, Cortes y Senado disolución en pro de una democracia directa, con voto por internet y utilización de todos los medios audiovisuales que tenemos hoy día, y que son asaz suficientes.
En la empresa privada ya los hubieran suprimido con un drástico ERE por su baja y a veces nula productividad, pero es el Estado y los políticos son funcionarios, y ya se sabe, como decía Magdalena Alvarez, de Andalucía, una lumbrera socialista, «el dinero público no es de nadie». Así nos luce el pelo, el sistema diciendo no al Dr Antigüedad y a la Magda haciéndola ministra, jeje. Como decía Machado: «España de charanga y pandereta».
Decía Churchill que la democracia era un mal sistema de gobierno, pero que los otros sistemas eran todavía peor. Que era un mal sistema de gobierno ya lo vieron los griegos de la etapa clásica. Establecida la democracia en Atenas, no tardaron en aparecer sus tics y lacras, tal y como los conocemos ahora: corrupción generalizada (PSOE Andalucía, PP Madrid , CiU Cataluña, etc.) compra y venta de votos y voluntades, los sicofantes: abogados extorsionadores que amenazaban a la gente de dinero con llevarlos a juicio si no les pagaban una cierta cantidad de dinero, como en España los del sindicato Manos Limpias etc.
Para los iconos de la izquierda (marxismo socialismo, anarquismo y comunismo) la democracia al igual que la república son «los últimos bastiones burgueses a derribar». Socialismo y comunismo se decantan abiertamente por una dictadura que en su caso será la del proletariado, y el anarquismo por una democracia utópica, tanto que resulta irrealizable.
Partidos como el PSOE comenzaron siendo marxistas, como su fundador Pablo Iglesias, primando la dictadura sobre la democracia, hasta que en 1979, presionado por los marcos alemanes y coronas suecas, ademas de financiadores de la Internacional Socialista, en un tormentoso congreso, se decantó por la democracia burguesa, que es la única ensayada en la Historia, y que se conocía. El anarquismo es antagónico a las dictaduras y al poder, pero habla y propone una democracia que ya la hemos tachado de... y que no es para seres humanos con defectos y vicios, sino para ángeles. Irrealizable por tanto para este mundo.
En el bloque de dictadura habría que añadir a gente como Hitler con su nacional «socialismo» alemán, con mayoría de parlamentarios en el Reichtag, Cámara de representantes de la voluntad popular. Idem Mussolini, socialista italiano. Todo este colectivo mira a la democracia con desprecio por corrupta y débil, y esta queda como feudo del liberalismo, con su sistema de partidos, Cámara, Parlamento o Congreso. ¿Podemos en plan maniqueo preguntarnos cual es la buena opción y cual es la mala? o lo que es lo mismo, ¿Entre el cáncer o la tuberculosis, con cual nos quedamos? Y siguiendo la linea interactiva pregunto: ¿La solución no es dilemática? ¿Es ecléctica? Todo parece indicar que este mundo es un gran campo de concentración nacional «socialista» o un gran Gulag soviético. Como dice un compañero profesor, «a ningún buen amigo invitaría a venir a este mundo».
Por ello, no está de más mentar al filósofo danés Kierkegaard, pastor de la iglesia protestante, por quien el filósofo vasco Unamuno sentía verdadera admiración, que aprendió la lengua danesa para leer la obra de Kierkegaard en lengua vernácula, en su versión original. El danés venía a decir, deja este mundo, te arrepentirás, no lo dejes te arrepentirás también.
Pero volvamos a la obra de Ketelbey, y seguimos describiendo el mercado, con la llegada de la Princesa, que seria Ana Pastor autodenominada presidenta, con la Biblia en la mano, en laico la Constitución. ¿Será posible que una persona de su categoría diga presidenta? ¿Será posible que la Real Academia de la Lengua no corrija ese tremendo dislate? Presidente no tiene género, deriva de una forma verbal latina, el participio presente, presidente es quien preside, como estudiante es quien estudia, no existe estudianta. Pero, en democracia española eso es posible, parece que llevan pensado poner en 60 grados en vez de 100, el momento de ebullición del agua, eso si por votación y con mayoría. Por mi parte como profesor pongo suspenso para setiembre a la Señora Pastora y a sus ovejas.
Llegan los malabaristas y encantadores de serpientes, les aguarda el Parlamento, su Presidente los espera a la puerta y saluda. Aparece el Califa (Jefe de Gobierno) visitando el mercado. De nuevo el canto de los mendigos, la melodía de la Princesa Ana, y la caravana de los camelleros alejándose en business en el crepúsculo al finalizar el mercado.
Como colofón y broche final, GARA en 1 diciembre, nos informaba sobre el estudio a la izquierda abertzale de un célebre politólogo alemán a quien desde ya lo hago mi amigo. En su minucioso y científico estudio afirma que este colectivo vasco es peculiar y diferente a los existentes en Europa. Opino lo mismo.