José Luis Úriz Iglesias
Vecino de la calle Ezcaba de Villava-Atarrabia

Los «lumbreras» de Villava-Atarrabia

El Ayuntamiento de Villava, algún «lumbreras» especial, ha puesto en práctica (¿?) un supuesto plan de tráfico para eliminar el paso insoportable de vehículo de fuera del mismo.

He esperado unas prudentes 72 horas para dar margen a observar su éxito o fracaso antes de escribir esta reflexión.

Según el mismo cambian el paso de ese tráfico de una calle casi despoblada, sin comercios, alguno tan importante como Eroski, sin paso de peatones ni villavesas, sin apenas edificios, a otra en la que se dan justo las condiciones contrarias.

Para compensar sitúan un prohibido el paso en una zona de apenas 4 metros que debía servir para evitar ese paso.

Ignoran un parte importante de la sociedad que nos toca sufrir, que se pasa por la entrepierna normas que le supongan una incomodidad, como es el caso.

Así se puede observar que la mayoría de los vehículos que antes circulaban por una calle vacía, ahora lo hacen por otra supercongestionada haciendo caso omiso a la prohibición, más aún cuando ni siquiera estos tres días ha habido policía municipal que les persuada.

Habría que preguntar a esos incívicos: ¿qué no han entendido de la señal de dirección prohibida?

Por cierto, de la observación de dicho lugar se pueden sacar conclusiones sobre el comportamiento social que pueden molestar. Cuando un grupo de coches llega si el primero hace lo correcto, el resto también, pero si no lo hace se da la misma circunstancia. ¿Os suena?

El fracaso así está asegurado. Dicen que habrá multas, pues eso supondrá un incremento en la recaudación municipal, pero no la solución del problema. La gente de otros pueblos cruzará por su comodidad por ese lugar, ignorando dicha prohibición como en estas 72 horas. Sea de día, de noche, o madrugada.

Mientras tanto, se condena a muchos vecinos a sufrir la incomodidad de ver multiplicado por diez el paso de vehículos, con el correspondiente incremento exponencial de contaminación ambiental y especialmente acústica.

Y como dicen por estos lares, habrá que rezar para que no haya un accidente, dada la densidad de personas que ahora se cruzan con esa riada insoportable de coches.

Deseo firmemente que al final la medida resulte un éxito, pero tiene muy mala pinta,

Vaya «lumbreras»...

Veremos.

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