Ibai Nafarrate Méndez
Comisión de Medio Ambiente de EH Bildu Muskiz

Petronor: Una crónica de irregularidades, favoritismo político y perjuicios a la comunidad

La historia de Petronor está plagada de irregularidades, controversias y un trato favorable por parte de las autoridades. De hecho, y de forma inexplicable, está situada sobre una marisma y no respeta ninguna distancia de seguridad con los núcleos habitables de Muskiz.

Si bien han hecho la vista gorda ante sus numerosas irregularidades, desde sus inicios, Petronor ha tenido problemas con la Demarcación de Costas para la obtención de licencias y concesiones. Sin ir más lejos y entre otras cosas, no le han concedido la prórroga a la concesión que se les terminó en 2012 simplemente porque el Departamento de Costas no puede saltarse su propia ley. Además, la planta de coque inaugurada en 2013 no contaba ni cuenta con el preceptivo permiso de costas para su construcción. De igual manera y más recientemente, Petronor no recibió la licencia de la Demarcación de Costas en las obras de los aparcamientos de la mal llamada carretera de Petronor por los campos del Malecón (porque no pertenece a Petronor), que fueron paralizadas en octubre de 2023 cuando ya estaban acabadas y en uso. Obras que, por cierto, han sido recientemente legalizadas por el Ayuntamiento de Muskiz de forma tan incomprensible como esperada.

Es difícil de justificar que mientras Costas ha derribado los bares y restaurantes situados en la playa y hace escasos meses las casetas de la Arena, Petronor y su Planta de Coque sin concesión ni permiso de construcción sigan en pie y a pleno funcionamiento.

Los problemas de Petronor han terminado recientemente tras otra nueva maniobra de dudosa legalidad de la coalición PNV – PSOE. La Orden del Ministerio de Hacienda y Función Pública del 18 de septiembre de 2023 acuerda la incorporación de los terrenos situados en el Dominio Público Marítimo Terrestre (costas) ocupados por las instalaciones de Petronor (1. 038. 601 m2) al Dominio Público Portuario. De forma más simplificada, los terrenos que ocupa Petronor pasan de pertenecer a la Demarcación de Costas a estar controlados por la Autoridad Portuaria de Bilbao, presidida y dirigida por el PNV, pasando a considerarse zona de servicio y a aplicársele una normativa específica.

Por supuesto, no es la primera vez que la coalición PNV-PSOE, a través de diversas negociaciones, favorece los intereses de Petronor en detrimento del bienestar de Muskiz y del medio ambiente. En diciembre de 2010, tras 40 años de funcionamiento de Petronor, el PSOE (a cambio del apoyo del PNV para aprobar los presupuestos) introdujo una enmienda dentro de la Ley de Economía Sostenible para modificar la ley de refinerías y prorrogar durante otros 40 años la concesión administrativa a Petronor (costas, en cambio, nunca ha prorrogado su concesión). Esta decisión negó a Muskiz la posible recuperación y el disfrute de la marisma, condenándonos a seguir expuestos a la creciente contaminación y aumentando la posibilidad de un accidente químico debido a la antigüedad de las distintas plantas que componen Petronor.

Esta transferencia a la autoridad portuaria de Bilbao no tiene ningún sentido más allá que colocarle una nueva alfombra roja a Petronor y regalarle los permisos y licencias que Costas no le concedía. Evidentemente, ya no necesita la prórroga de la concesión de Costas para ocupar ese terreno.

De hecho, este tejemaneje ya ha tenido sus primeras consecuencias en Muskiz. En cuestión de días, la Autoridad Portuaria de Bilbao le ha otorgado a Petronor la autorización que costas no le daba para las obras de acceso y aparcamientos.

Mediante esta transferencia aseguran la continuidad de Petronor e impiden posibles usos alternativos, eliminando de raíz la posibilidad de que en un futuro veamos recuperar la marisma como sucedió en el terreno ocupado por la CLH. En aquel caso, tras la finalización de la concesión a la empresa, también situada en el estuario de la ría Barbadun, comenzó su desmantelamiento y la consiguiente recuperación de la marisma de Pobeña, que todavía se encuentra en periodo de regeneración y protección. En esta ocasión no correremos la misma suerte. Los mismos que en una entrevista populista y sin contenido nos vendieron el nuevo Urdaibai en las marismas del Barbadun, a escondidas se han encargado de que nunca se haga realidad.

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