Iulen Lizaso Aldalur

¿Quien da miedo Sr. Asensio?

En la prensa del 8 de junio pudimos leer el resumen de la charla del presidente de empresas de valorización energética Rafael Guinea. “Los países que mas reciclan son los que mas valorizan” era el titular destacado del resumen.

Ninguna duda, pues reciclar materiales que se han recuperado tras separarlos de nuestros desechos domésticos, es una actividad industrial que posibilita valorizar para devolverlos al circuito productivo como submateria prima derivada de alimentos, papel, cartón, plástico, ropa, vidrio, metal… Así que, ni yo reciclo, ni tu reciclas ni en mi pueblo se recicla mucho o poco.
 
Reciclar-compostar siempre es valorizar. Se puede incinerar sin valorizar (el peor caso), valorizar con escaso rendimiento a pesar de la cogeneración (la mayoría de los casos) y también valorizar con balance energético negativo debido al enorme gasto energético que requiere el biosecado de la materia orgánica contenida masivamente (en torno al 85% de lo generado en cada domicilio) en las bolsas de una errefusa depositada sin restricción en el contenedor verde-gris, para transformarla en biomasa combustible.

Este último caso se ha dado en plantas de valorización energéticas muy cercanas y que si no fuese por las primas de cogeneración que recibe del estado (26,6 euros/MW.h) por generar energía «renovable» (ni un solo KWh vendido a Iberdrola por la sociedad Zabalgarbi, han certificado renovable), estas plantas hoy serían deficitarias como igualmente sería la de Zubieta…

¿Sobre quién caerá con esa carga económica, sabiendo que el estado ha anunciado que para 2.017 dejará de primar a las incineradoras que «valorizan»? Esto sí da miedo de verdad Sr. Asensio, porque existen precedentes de asegurar mediante contrato una rentabilidad fija a empresas financieras (caso de las swaps) y ahora pretenden hacer lo propio con empresas mercantiles mediante contrato sin cláusulas sociales y rentabilidad fija, para explotar el negocio incinerador de Zubieta a cargo de los impuestos de los guipuzcoanos durante 35 años… sea rentable o no… estemos de acuerdo o no… Me parece «miserable e insidioso» y hasta cínico al tratarse de empresas con domicilio fiscal fuera de la CAV como FCC, aunque con la nueva normativa y al haber sido declarada como cartel de basuras por la CNMC y multada como a empresas que han dado muestras de un principio de corrupción dentro de una economía de libre mercado… no podrán licitar por la planta de Zubieta.

El «accidentado» proyecto de la incineradora de Zubieta y déficit económico que arrastra como una bola de nieve, ha obligado a los gestores de GHK a subir las tasas de basura pero de una manera muy desigual e inversa a lo que se viene haciendo en esos países que valorizan los residuos no reciclables en energía. Ellos penalizan el vertido en masa e incentivan la recogida separada y muy en particular de materiales de degradación acelerada (orgánicos) que terminan ensuciando al resto de materiales aprovechables para reciclar dentro de la misma bolsa y generan malos olores y gases.

Esos países priorizan la valorización material a la energética penalizando el vertido con tasas progresivas (en particular de biorresiduos) y premian el reciclado en pro de la Economía Circular. La tarifa plana que aplica GHK al margen del contenido de la bolsa (se niegan a hacer registros periódicos de caracterización de la errefusa como lo hacen en Catalunya y Pamplona desde 1.992) que se lleva al vertedero, impide operar con la filosofía europea del mantra estelar de la consejera de Medio Ambiente: «quien contamina paga».

El Sr. Guinea enfatizó en las dos tesis coincidentes de las partes enfrentadas de Gipuzkoa: «La defensa compartida del reciclaje y el rechazo común del vertedero…» Aun siendo cierto en el trazo grueso de la escritura, una vez mas es el «pincel» quien las desdice por las motivaciones que se deducen ante la disparidad de resultados de reciclaje: 2,5 veces mas entre uno y otro sistema. Esta enorme brecha en la huella ecológica, la provocan quienes están mas cerca de los intereses corporativos de las empresas del Ibex-35 que de la economía del bien común… y como descarga de su represión interiorizada, a quienes fomentan sistemas operativos eficientes (saben que es así) pero que a su vez perturban su programa incinerador…se lo están haciendo pagar.   

¿Cómo?: en 2.016 GHK subió la tasa de gestión de rechazo (errefusa en vertedero) un 20% y la de gestión de biorresiduos (reciclaje de materia orgánica) un 92% pasando de 65,57 euros la tonelada a 125,89 quedando la de vertedero 157,38 euros… solo un 25% menos.

Sr. Asensio, querrá asomarse alguna vez por estas páginas para decirnos aunque solo sea: ¿cuál es el diferencial medio de precio de gestión de errefusa y biorresiduos en Suecia, Dinamarca, Alemania, Austria, Flandes, Catalunya? Más cerca del 75% que de nuestro 25%.

Conocer este dato de referencia europea y el de caracterización de la errefusa de los dos sistemas de recogida de Gipuzkoa, y comparar con los equivalentes de esos países… nos diría todo. Gobiernos que operan en base a penalización e incentivos, consiguen progresivamente liberar materiales aprovechables de la bolsa de errefusa para su reutilización en pro del alargamiento del ciclo de vida de esos materiales y consiguiente cierre de ciclo.  

Sabríamos porqué en esos países europeos sí lo consiguen, por doble partida y en progresión, y en Gipuzkoa no solo no lo conseguimos, sino que al volver al sistema de macrocontenedores en muchos pueblos, en los datos globales vamos en regresión.

Quien calla otorga y en estos seis largos años nadie ha rebatido lo que hoy aquí se divulga, denuncia, desmiente, compara: «Urnieta que tiene 3 veces menos habitantes lleva a vertedero 4 veces más basura y cada bolsa contiene como mínimo ¡25 veces! más materia orgánica que la bolsa de errefusa de Hernani…» Hace menos de 15 días que usted leía este dato en la prensa, y es imposible llevar mucho al vertedero y a la vez reciclar mucho; nos mienten por acción y omisión merced al trato de favor de esos dos periódicos guipuzcoanos en labores de neutralizar al oponente argumental a través de la infame práctica de la censura.

¿No considera alarmante el hecho generalizado de que en Gipuzkoa se den estos datos comparados entre los dos sistemas de recogida que defienden las dos partes enfrentadas a la que se refiere el Sr. Guinea? ¿No se siente deslegitimado para defender lo que defiende para Gipuzkoa y defendió en su anterior escalón desde el ayuntamiento de Tolosa? No pongo reparo en asegurar que su «inmolación» ante esta cruzada obedece al pago de favores prestados a quienes le han endosado el juego sucio imprescindible para sacar adelante un tema sin mayor sostén racional que el de una prensa encanallada.

En su guerra sucia particular, incide sobre los posibles delitos de los anteriores gestores de GHK... para añadir: «El uso del miedo de algunos me parece miserable e insidioso» referido a quienes relacionan cánceres con incineración, para pasar a desmentirlo: «No hay nada mas sostenible desde el punto de vista de la sanitario que la valorización energética» reafirmándose con el Sr. Guinea en que los Verdes alemanes apoyan la incineración… la misma patraña que en 2.010 empleó Carlos Ormazabal y hoy la repite el diputado Asensio, pero indignada su presidenta Mónica Frassoni cargó contra esa prensa… pero el mal ya quedó hecho por el Diario Vasco… que en junio de 2.016 vuelve a poner en boca de Ansorena las declaraciones que hace 6 años hizo Weltzin (asesor de los Verdes alemanes): «Prefiero vivir en al lado una incineradora que de un vertedero», que al día siguiente junto a Florent Marcellesi lo desmintieron… pero los cruzados jeltzales y satélites reservistas, a falta de mejores argumentos vuelven a los años con la misma zaborra mediática…

En el resumen de este «accidente» institucional en el túnel del tiempo, y choque de trenes permanente entre el PNV y la ciudadanía informada, no cabe esa solución salomónica que a modo de señuelo dan a entender a su masa desinformada como que es de justa reciprocidad: ellos imponen el puerta a puerta, nosotros imponemos la incineradora… así estamos en paz y cada cual se queda con su juguete… «Miserable e insidioso» como bien dice el Sr Asensio.

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