A la vista de los beneficios descarados que publican los bancos cabe preguntarse si son reales o producto de la ingeniería contable para mantener al monstruo que sustenta el tinglado del capitalismo junto con las guerras en activo que tienen escasa justificación más allá de vender armas y mantener ejércitos que dan trabajo a militares inútiles cuya profesión es matar y controlar las masas con cuentos para que no piensen. Realmente los estados modernos están quebrados y se sostienen gracias a la conexión entre la gran banca que mantienen a los estados a flote a cambio de una legislación permisiva en su favor que les beneficia y provoca beneficios ficticios gracias a la inflación que arruina a la ciudadanía. Además, detrás de todo el oscurantismo de los estados están los bancos y organismos financieros mundiales como el FMI, el BCE, Banco Mundial, Banco Europeo de Inversiones entre otros que apoyan la ignorancia y corrupciones de los bancos nacionales para evitar la quiebra y ocultar responsabilidades de sus gestores. España tuvo la dolorosa oportunidad de experimentar la eficiencia de su apoyo al recibir un préstamo de 100.000 millones de euros al gobierno avalado por el Banco de España para salvar de la quiebra al sistema financiero español y a sus gestores, muchos de ellos procesados y gracias a la intervención del Ministro de Economía, Luis de Guindos. Se salvaron de ser encarcelado. Este «cuentacuentos» fue quien enfatizó públicamente que «el préstamo no lo necesitamos, pero lo tomamos porque es en unas condiciones excepcionales. No iba a costar ni un euro de fondos públicos». No solo la banca no lo ha devuelto, sino que el Banco de España tiene avales con la gran banca mundial no publicados, que según expertos económicos internacionales los compromisos del Banco de España para el rescate de la banca superarían lo 300.000 millones de euros. Son impagables, pero los intereses de la deuda pública vienen en los PGE y hay que pagarlos por exigencia constitucional. Las finanzas públicas son pozos sin fondo ocultos que si se conocieran...

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