Iulen Lizaso Aldalur

Convendría saber

¿A dónde vamos? Hacia el norte; pues el modelo de gestión es Alemania, ya que muestra una «buena ecuación». A saber: 64% de reciclaje, 35% de incineración y 0% de vertido. En Gipuzkoa sería inversa: 64% incineración, 35% reciclado y… «Zero Zabortegi». Como no la hay, con la de Bizkaia no se cuenta. «La situación no puede ser más crítica con un único vertedero a punto de llenarse».

Para terminar con la polémica en Gipuzkoa el Sr. Asensio nos invita a «tener en cuenta qué hacen otros países más adelantados de Europa». Obligados por la nueva normativa del Parlamento Europeo de julio de 2.015, para 2.020 separarán el 85% e incinerarán el 25% (incluye el 10% de rechazo de las plantas de reciclado).

El núcleo de la nueva normativa es que obliga a recoger separada toda la materia orgánica fermentable de origen domiciliario. Con ello se asegura una reducción de costos y operatividad en el tratamiento (compostaje, incineración y/o vertedero) y evita contaminar la planta de TMB.  
Para saber dónde estamos en relación a ellos y comparar nuestra evolución de esa fracción, se hace imprescindible desmenuzar esos datos de Alemania o Flandes y Tirol (tipografías territoriales más parecidas a Gipuzkoa).

Así, conviene saber: 1) de ese 64% de reciclado ¿cuánto corresponde a compostaje? 2) ¿cuánta materia orgánica se incinera del total generado de esa materia? y 3) Del total de materia orgánica generada ¿cuál es el porcentaje que recogen separada esos territorios y cuanto en Gipuzkoa con cada sistema de recogida?

Sin duda que la mejor basura es la que no se produce, pero también que el peor debate es… el que no se celebra.

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