Ramón Uriarte Ibáñez

Domar a los sindicatos

Uno de los grandes objetivos de las políticas neoliberales es debilitar y domar a los sindicatos. En algunos países lo han conseguido. Sin ir muy lejos, los dos sindicatos mayoritarios del Estado español firman casi cualquier cosa que les pongan encima de la mesa; como muestra el reciente ‘acuerdo’ del que la patronal ha subrayado que la variación de sueldos puede ir «desde el menos infinito hasta el 1%» (sic).

Medios de comunicación y partidos al servicio de la patronal hablan de los sindicatos siempre en plural, y adjudicando a todos ellos comportamientos de sindicatos concretos. Tienen mucho más cuidado con los partidos, y muchísimo más cuidado cuando hablan de la patronal (sus jefes) o de empresarios estafadores, algunos de los cuales han presidido importantísimas empresas, bancos, la mismísima patronal y algún que otro ministerio.

El miércoles 13 de mayo, ‘El Correo’ (Vocento) destaca en grandes titulares el coste de los liberados sindicales de la Administración Pública vasca en estos términos: «El Gobierno vasco gasta en liberados sindicales más de 18 millones al año». Es más, el ‘gasta’ de la portada se convierte en ‘se gasta’ en el titular de las páginas de economía. Cualquiera diría que es un capricho del Gobierno… Puede que este curioso reportaje de Vocento sea el primero de una serie en el que desgranase semanalmente en qué ‘se gasta’ el dinero el Gobierno. Quizás el próximo capítulo se titule: «El Gobierno vasco se gasta un pastizal en bomberos» o «El Gobierno español se gasta la pasta en sanidad y educación pública»… Vaya usted a saber.

Más difícil nos parece que lleve a portada el infumable gasto militar, la denuncia que el Tribunal de Cuentas español hace de la imposible rentabilidad del TAV, las ganancias millonarias de no pocas empresas españolas que explotan a sus trabajadoras/es directa o indirectamente, etc.
El Premio Nobel Paul Krugman afirmó: «Para tener una sociedad de clase media se necesita un movimiento sindical fuerte». Esa rotunda frase nunca será titular en ‘El Correo’. Este y otros medios nunca van a reconocer que, si no fuese por las/os liberadas/os de los sindicatos, a los trabajadores les costaría mucho más defender sus derechos y vivirían en peores condiciones. Y es que todas las conquistas sociales que se han ido alcanzando a lo largo de la historia se han logrado gracias a la presión sindical, y de ellas se han beneficiado siempre la totalidad de los trabajadores, afiliadas/os o no.

Son los sindicatos, y no la patronal o los partidos y medios a su servicio, quienes pelean por mejorar las condiciones laborales, y hacen frente a los ataques de patronal, gobiernos y medios de comunicación neoliberales. Donde los sindicatos son más débiles, donde hay menos afiliación sindical, donde su capacidad negociadora es menor, es donde peor viven los trabajadores, las clases medias y los pequeños y medianos empresarios, y es mayor la desigualdad. Cuando los poderosos quieren incrementar sus beneficios abusando de las trabajadoras/es, lo primero que hacen es intentar acabar con los sindicatos. En esa labor se dan la mano los gobiernos español y vasco y los medios de comunicación más poderosos, desde el Grupo Noticias hasta Vocento. Desde EiTB hasta Mediaset, etc.

Quienes se dedican a debilitar a las organizaciones sindicales, a denigrarlas y calumniarlas, solo buscan obtener mayor impunidad para obtener mayor margen de beneficios a costa de los sueldos y los derechos de las trabajadoras/es... Destruir a los sindicatos, conseguir que los trabajadores y trabajadoras nos alejemos de ellos, es el camino más corto para despojarnos de derechos laborales y sueldos dignos. En eso están empeñados ciertos medios de manipulación, patronales y gobiernos. Nuestro empeño debe ser hacerles frente.

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